Se conocían desde hace alrededor de cinco años, tiempo en el que se iban conociendo más, saliendo juntos e inevitablemente, enamorándose. Se conocieron por Instagram, medio por el cual comenzaron a charlar; con el paso del tiempo la cosa se volvió más seria, llevaban un noviazgo que ambos disfrutaban mucho, ya que pesar de la seriedad que caracteriza a Carlos, David siempre lo hacía reír muchísimo; eso los unió mucho más.
Más adelante comenzaron a hacer un viaje al exterior cada año. En uno de esos viajes, estando en Brasil, David le propuso a Carlos que se casaran, dándole una argolla de compromiso muy bonita y un collar. Pero Carlos no podía creerlo en ese momento… quizá no podía hacerse a la idea de casarse; quizá era una noticia inesperada, ni siquiera sabía si estaba diciéndolo en serio. Pero poco después, decidieron que sí lo harían, y que darían ese paso trascendental en sus vidas.
Ellos mismos se pusieron en la tarea de los preparativos de la boda… comenzaron definiendo el lugar de celebración, la fecha, el número de invitados, y cómo lo querían. Estuvieron de acuerdo desde el principio, en que tendrían una fiesta con pocas personas, sólo las que sabían que estarían felices de compartir con ellos aquel día y aquel acontecimiento.
Al principio querían una finca, pero les implicaba demasiados gastos para alojar a sus invitados y hacerla como deseaban. En la búsqueda de otra alternativa no demoraron en encontrar un hermoso lugar en Antioquia, el Hotel Villa del Marqués, ya que querían algo en tierra caliente, acogedor, que tuviera casi todo lo necesario para alojar a sus invitados, darles un par de noches a ellos, y que ofrecieran muchos más servicios para ellos preocuparse por solo el resto de los detalles.
Quedaron felices de su decisión puesto que además el hotel incluyó muchos servicios: las mesas, silletería, mantelería, la música, el Dj, habitaciones, el desayuno y la cena de los invitados, entre otros servicios que les hizo la vida más fácil.
Erika Acevedo de Kiwi Mobiliario, fue para ellos ¡una ayuda estupenda! ya que los asesoró con las cuentas y a tomar mejores decisiones respecto con lo que querían organizar, dónde y cómo. David y Carlos compraron detalles para su decoración de boda y hacerlo realidad tal como se lo imaginaban. Adicional, con la asesoría y experiencia de Diego de Arte Moderno, tuvieron muchas más ideas y una colaboración inigualable para que todo se viera único en su boda.
Cuando el gran día de la boda, ¡la vivieron al máximo! Los felices novios lucieron trajes de novio, elegantes y vanguardistas de ZARA, una edición especial con bordados de lentejuelas, a juego con camisas blancas y corbatines estampados. Complementaron sus atuendos con zapatos de novio dorados y unos corbatines muy lindos.
Tuvieron una ceremonia simbólica con la última luz del día, acompañado de un ritual que incluía a los cuatro elementos del universo: fuego, aire, agua y tierra. Hubo además unas palabras tan conmovedoras que no pudieron evitar sacar algunas lágrimas. Otro momento inolvidable fue cuando lanzaron globos al cielo, lo cual representaba los buenos deseos para su vida y su matrimonio.
A David le encanta el dulce, los postres y todo lo relacionado. Por esta razón tuvieron el cuidado de escoger a Dulce Avellana, de Envigado, ¡para ofrecer los productos más deliciosos que pudieran probar! Eran además muy bonitos, así que los novios complementaron la decoración de la mesa de postres que tenían preparada, para sumarle así un deleite visual.
Su participación en la planificación de la boda, fue con todo el corazón. Gestionaron todo lo necesario para que sus invitados recibieran un cóctel de bienvenida, y tuvieran a disposición una mesa con vino, cervezas, quesos, jamones, sangría y otras bebidas que dejaron a todos encantados. Sin mencionar el gran apoyo que tuvo el Hotel en hacer la estadía confortable para cada uno de los asistentes
El trabajo de las personas del Hotel Villa del Marqués fue lo mejor. Marcela Marín, la encargada de las bodas fue súper colaboradora y siempre atenta a lo que necesitáramos, así como de los invitados, y que cada momento fuera perfecto. Fue muy querida y especial, quien junto a su marido nos hizo sentir muy bien.
Durante la recepción ¡todo el mundo se la gozó! Hubo mucha bebida, que hasta sobró, lo cual fue un alivio para los recién casados, que temían que no fuera a ser suficiente. Siempre se guiaron por la originalidad y por escoger aquello no tan protocolario o típico. Así pues, en la fiesta hubo una hora loca donde los invitados recibieron máscaras con forma de animales que consiguieron en Wonderland, artículos poligonales Medellín.
David y Carlos usaron máscaras de lobo y un oso, eran como el eslogan de la fiesta. Y los invitados usaron antifaces de animales con colores fosforescentes, negras y blancas… ¡se veía muy bonito! Además, a la gente le encantó, ¡y las fotos quedaron espectaculares!
El fotógrafo Juan Arango, especializado en bodas igualitarias, estuvo atento a cada detalle, retratando de una manera incríble para momento de felicidad, alegría, amor, y tantas emociones encontradas. Fue sin duda la mejor elección que pudieron tomar, porque amaron cada una de las fotos que contaban de manera muy especial lo que vivieron con sus seres más queridos.
¡La felicidad de David y Carlos continuaría mucho después! Se fueron de luna de miel a Punta Cana, en República Dominicana, con otros dos amigos que coincidieron con la fecha del viaje y con quienes se divirtieron muchísimo.
Cuando volvieron, se casaron oficialmente y sin mayores dificultades en una notaría de Bogotá, el mismo día que cumplían su aniversario… el 14 de noviembre. Esto fue muy especial para ellos, quienes día a día construyen una relación fructífera al lado de su hijo peludo Otto. Juntos, viven la dicha de compartir la vida al lado de alguien que amas, que te complementa y te hace ser alguien mejor.
En Zankyou nos encanta que sean felices, ¡y deseamos que lo sigan siendo por toda la vida!
Recepción, ceremonia y catering: Hotel Villa del Marqués | Asesoría, mantelería y cubiertería: Kiwi Mobiliario | Decoración de boda: Arte Moderno | Dulces y postres: Dulce Avellana | Fotografía: Juan Arango | Trajes y zapatos de los novios: ZARA | Máscaras: Wonderland, artículos poligonales Medellín.
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