Nunca se ha visto un recibimiento más emotivo. Es verdad que todos nos emocionamos cuando los recién casados entran al lugar de la celebración, nos alegra que estén felices por empezar una vida juntos, así que algunos hasta nos ponemos de pie y los aplaudimos; es una forma de felicitarlos por haber tomado la valiente decisión de amar. Pero en la historia de la celebración de la boda de Lina Sofía y Carlos Andrés, este momento tiene mucha fuerza: su entrada fue marcada por una bienvenida muy sentida. Es que no venían de la ceremonia sino de la clínica.
¿Por qué estaban en la clínica? Con toda seguridad estaban tan emocionados como lo está cualquiera que ha tenido la dicha de encontrar por quién decidirse para siempre. Esa tensión se sintió desde que Lina cruzó la puerta de la Iglesia La Merced: Carlos la esperaba en el altar con un diseño de Dos Leones, un traje en tono azul sin corbata, lo que aportó cierta frescura. Lina entró del brazo de su padre con un vestido de tono crudo, con velo, de Amell Novias, zapatos de María Llena de Gracia y con un sutil maquillaje de Juan Antonio Taborda.
De fondo sonaba Somebody to love de Queen, otro de esos increíbles arreglos que logra el grupo de cámara de Ensamble Lírico Colombia. “Cuando cruzamos por primera vez nuestras miradas… ese es un momento que nunca vamos a olvidar”, recuerda Lina. ¿Por qué resultaría tan impactante? ¿Recordaría mientras avanzaba, la vez en que Carlos la llevó por un velero en las cercanías de Barcelona y tras el bonito recorrido le propuso hacer juegos con las manos, de esos románticos, que solo juegas con tu pareja, y entonces le pidió la mano? Lo cierto es que empezaba un momento vibrante.
Luego dio inicio a una ceremonia que seguro resultó muy emotiva, porque después de ponerse las argollas elaboradas por Adriana Yanguas, prometerse amor eterno y de que los declararan marido y mujer, Lina se desmayó. Por eso no salieron directamente a la locación en que celebrarían y tardarían una hora en reunirse de nuevo con los invitados, quienes trataron la situación con mucho cariño: “El recibimiento que nos hicieron todos nuestros invitados cuando llegamos a la fiesta, después de haber estado una hora en el hospital, ¡fue maravilloso!“, nos cuenta Lina.
Según la logística planeada por Catalina Zuluaga, el siguiente paso era dirigirse a una de las más bellas locaciones para bodas en el Valle del Cauca, la Casa Merced. Siguiendo los mismos lineamientos que había manejado para la ceremonia, Adriana Narváez, la reconocida decoradora vallecaucana, la embelleció con un toque muy particular: flores de tonos pastel, platos con colores en armonía y sobre bases de yute, cartelitos alusivos a la belleza de Cali con frases como “si huele a caña, tabaco y brea”, daban una sensación de frescura y de una boda muy caleña.
Hay que decir que los postres de Zuka Shop encajaban maravillosamente con la decoración y por supuesto, complementaban a la perfección los platos ofrecidos por el Chef Francisco Prado; y quizá esa experiencia gastronómica tuvo que ver con que los invitados disfrutaran de la celebración con la alegría que tan especialmente recuerdan Lina y Carlos, “una celebración muy alegre y relajada, en un ambiente íntimo acompañados por nuestros familiares y amigos”, así la recuerdan ellos y las fotos llenas de vida de Lagus Media que ves a los largo de este artículo, lo confirman.
El grupo Kravat acompañó los momentos musicales del inicio de la celebración, pero luego de la cena Lina y Carlos se encargaron de abrir la fiesta con La Tierra del Olvido de Carlos Vives. De ese punto en adelante, fue Cuba Libre Son Band la agrupación que se hizo cargo de que ningún invitado se sentara. La alegría que ves en los rostros nos cuenta que fue una celebración épica, algo que va a quedar para siempre en la memoria de esta pareja y la gente que los quiere.
Nos alegra que hayan contado con Zankyou para elegir los proveedores para su boda, estamos seguros de que no fallaron con ninguno. Esperamos que este viaje a su luna de miel en Italia sea apenas el primero de muchos recorridos juntos y que puedan disfrutar la bendición de acompañarse en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, como el día en que se casaron y la gente ovacionó a una pareja que ya demostraba tener el talante para acompañarse en todos los escenarios que la vida les proponga.
Ceremonia: Iglesia La Merced | Lugar Recepción: Casa Merced | Organizadora de boda: Catalina Zuluaga | Decoración: Adriana Narváez Decoradora | Catering: Chef Francisco Prado | Postres: Zuka Shop | Música Ceremonia: Ensamble Lírico Colombia | Banda Son cubano: Cuba Libre Son Band | Grupo de Rock: Kravat | Vestido: Amell Novias | Zapatos: María Llena de Gracia | Vestido del novio: Dos Leones | Peluquería: Juan Antonio Taborda | Fotografía: Lagus Media | Anillos: Adriana Yanguas |
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