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'El que se casa quiere casa': reflexiones a los recién casados para adquirir (o no) vivienda

Comprar vivienda puede no ser la primera prioridad durante la preparación de la boda, pero tarde o temprano pasa a ser una en la que la pareja fija su atención. Conoce las maneras de empezar a trabajar de manera pasiva en esta meta.

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Tan solo tres o cuatro décadas atrás, el primer gran objetivo de las parejas que contraían matrimonio era tener casa propia, pues el hecho de no tener un techo donde vivir era la principal limitante para la llegada de hijos. Y no era opción quedarse sin hijos, por supuesto. Así que la vida de pareja iniciaba con el peso de una gran deuda de vivienda y un bolsillo algo apretado.

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Pero las cosas están cambiando y ahora, las parejas que toman la decisión de empezar una vida juntos saben que no es un pre-requisito tener “casa, carro y beca” para dar el “Si, acepto”. Por el contrario, estas son metas que, si bien son relevantes, se van planeando y construyendo en equipo, según las necesidades y prioridades que van surgiendo. Estas son las cosas que sí o sí pasarán en tu primer año de casados. Sin embargo, el objetivo de vivienda propia sigue vigente y por eso hemos recopilado una serie de recomendaciones de Aequam, muy útiles frente al tema de adquirir vivienda para quienes ya iniciaron o están a punto de iniciar una vida en pareja.

1. La primera vivienda no es la definitiva

Es habitual que muchas personas que están iniciando una vida en pareja elijan viviendas de tamaño reducido o moderado porque es lo que necesitan al instante. Pueden pasar un par de años o quizás más y no sentir la necesidad de mayor espacio. Sin embargo, como por arte de magia las cosas cambian y de un día para otro, el tamaño de la vivienda empieza a cobrar importancia.

Tal vez, como resultado de esa primera etapa de alineación de objetivos, gustos y prioridades, surjan nuevas necesidades y metas, entre ellas, la intención de cambiar de vivienda buscando mayor cercanía a los lugares de trabajo, un cambio de zona en la ciudad, tener más espacio o simplemente porque hay mayor capacidad económica y eso les permite mejorar su calidad de vida.

Así mismo, a muchas parejas les cambia la dinámica en estos años por la llegada de los hijos y en la gran mayoría de casos, resulta necesario buscar un espacio más amplio y cómodo dado el crecimiento de la familia. Por esto, lo más conveniente es que la elección de la primera vivienda se tome teniendo en cuenta que, con alta probabilidad, no será la vivienda familiar definitiva. Así que, no vale la pena gastar una fortuna ni incurrir en gastos significativamente altos ya sea en el precio de compra, en el mobiliario e incluso, en decoración.

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2. El crédito de vivienda puede ser una “jugada estratégica”

Tener la posibilidad de adquirir vivienda propia pagándola de contado no es algo que le ocurra a la mayoría de las personas. Por esta razón, son muchos hogares los que recurren a opciones de financiación como los créditos bancarios. Y no hay por qué tenerle miedo a esa deuda, se trata de una herramienta que, bien manejada, puede permitir el logro de objetivos de gran envergadura como lo es la compra de vivienda. Por supuesto, vale la pena tener en cuenta varios factores a la hora de tomar de decisión de contraer ese compromiso, como, por ejemplo: el plazo, su costo y la capacidad de pago familiar.

Vale la pena mencionar que en Colombia hay subsidios de vivienda para varios estratos económicos, es cuestión de asesorarse adecuadamente. Así mismo, los créditos bancarios para vivienda y el ahorro para vivienda (en cuentas de ahorro específicas, cesantías y fondos de pensiones) generan beneficios tributarios, es decir, pueden aliviar la carga de impuestos que pagan las personas naturales.

3. Evitar que la boda agote hasta el último centavo

Si bien la boda es un acontecimiento grandioso, es el comienzo de un largo camino y vale la pena pensar en lo que está por venir. Caer en la tentación de financiar con deuda parte del matrimonio es fácil, y muchos ceden ante su encanto, pero con toda seguridad, endeudarse para pagarlo prolongará, no solo los planes de comprar vivienda sino cualquier otro objetivo que requiera dinero, porque una parte de los recursos económicos de la pareja estará comprometida en esa obligación.

Así que mi invitación a todas las parejas que están comenzando su vida de pareja es que tengan consciencia que el recorrido recién empieza y eviten arrancar con los saldos del banco en rojo. Seguro te interesará ¿Wedding planner financiero? Consejos profesionales para que boda y dinero no se peleen.

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4. Proyectos de vivienda: una buena opción de compra

Es habitual que después de la boda, muchas parejas necesiten trabajar en su estabilidad y prosperidad financiera. Así pues, dadas sus pocas posibilidades económicas reales y las limitadas opciones de financiación a las que pueden acceder, una buena alternativa para comprar vivienda es hacerlo a través de proyectos inmobiliarios que tienen previsto hacer la entrega de los inmuebles más adelante en el tiempo. Precisamente, una de las grandes ventajas de esos proyectos es el plazo que otorgan para que los compradores reúnan la cuota inicial y de paso, aseguren el precio de compra de su inmueble.

Por supuesto habrá muchas parejas pagando el arrendamiento de la vivienda actual y seguro pensarán que es remotamente difícil abonar a la cuota inicial y, al mismo tiempo, cumplir oportunamente con el pago de la renta. Pero en Aequam sabemos que en la mayoría de los casos hay soluciones, es cuestión de hacer cuentas, organizarse y recurrir a la recursividad. Por ejemplo, revisar qué gastos innecesarios se pueden recortar del presupuesto familiar. “Recuerda que cada peso cuenta”. Otra opción puede ser el ajuste del valor de la renta actual, ya sea buscando una negociación con el arrendador o cambiando de vivienda. “Es una medida temporal en pro del logro de un gran objetivo”.

5. “Alquiler, juntos hasta que la muerte nos separe”

Hoy en día existen miles de familias que han vivido toda la vida en una vivienda alquilada. Con toda seguridad, al menos una tercera parte de ellas ha tenido la posibilidad en algún momento de tener vivienda propia, pero ha sido más grande el temor de asumir una deuda hipotecaria que sus posibilidades reales de hacerse cargo de ella o las creencias limitantes famosas como “yo no puedo”, “yo no tengo” o “¿y de dónde?”.

Inclusive, el cánon de arrendamiento que pagan mes a mes puede igualar y hasta superar la cuota de la deuda que necesitan para esa vivienda anhelada. Así que, siempre está la opción de evitar que esa historia se siga repitiendo. Basta con educarse, informarse y prepararse adecuadamente para lograr el cumplimiento de ese objetivo financiero; pues en últimas, es uno de tantos objetivos que surgen a lo largo del camino de la vida. ¿Comprar o arrendar vivienda? Estos tips te ayudarán.

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Así pues, tener en mente el objetivo de comprar vivienda puede no ser la primera prioridad durante la época de preparativos para la boda, pero tarde o temprano pasa a ser uno de los objetivos en los que la pareja fija su atención. En todo caso, hay muchas maneras de abonar el terreno y empezar a trabajar de manera pasiva en esta meta, para que luego de un tiempo, trabajo y dedicación, se haga realidad.

Fuente: Aequam

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