Anna y Monika se conocieron un día de enero de 2017. Y están contando los días para dar el ‘Sí acepto’ en su boda en agosto de este año. El día de su primera cita, Anna estaba muy nerviosa y algo desilusionada del amor, luego de haber terminado una larga relación.
Pero mejor dejemos que las imágenes de la sesión preboda, realizadas por Andrés Torres Photographer, en Chía, cerca al Parque del Neusa, acompañadas del propio testimonio de Anna, nos permitan vislumbrar esta historia en la que el amor traspasó todas las miradas, recorrió sus cuerpos y se alojó de manera definitiva en sus corazones.
“No tenía mucha fe en el amor. Mónica es instructora de kung fu y yo soy bailarina, somos polos opuestos en tantos sentidos, que nos complementamos de manera perfecta. Yo nací en otra ciudad, y a los 4 meses de habernos conocido, viajé con ella para presentarle a mis papás, mi hermano y mis amigos. Fue una conexión instantánea y en mi corazón, existía una certeza que no había sentido nunca antes”.
Un día, camino a vernos, llamé a mi hermano y le dije: quiero casarme con ella. Llevábamos menos de un año juntas y aunque nunca había soñado con mi boda, era algo que ya no podía sacar de mi cabeza; quería tener una celebración del amor que sentía por ella y que me había salvado la vida.
Durante meses estuve planeando la propuesta perfecto. Moni es aficionada a la astronomía, así que decidí crear unos mapas celestes, que nos mostraban la posición de las estrellas en cada día que había significado algo en nuestra relación. Desde el día en que nos hicimos novias, nuestros viajes, y hasta el mismo día de la propuesta estaba allí. Nunca había estado tan asustada en mi vida, y para colmo, a Monika se le ocurrió llegar tarde a nuestra cita por primera vez en su vida. ¡2 horas tarde!
Desde ese primer sí, nuestro viaje de planeación de la boda ha sido increíble. Nuestra celebración será pequeña, en una casa con un lago a las afueras de Bogotá. Cada persona invitada ha cumplido un papel fundamental en nuestra historia juntas y en la vida de cada una. Ella salvó mi vida.
Antes de conocerla era un desastre, ahora despertar a su lado todos los días es mi motor para querer ser mejor cada día, y convertirme en la mejor versión de mi misma. Mi única meta es hacerla feliz.
La intención del fotógrafo:
Estas imágenes, dignas de los paraísos naturales que ofrece Cundinamarca para sesiones preboda o pedidas de matrimonio, le permitieron al profesional de la imagen, Andrés Torres Photographer, brillar una vez más, y en esta oportunidad con Anna y Monika, siguiendo su esencia artística: jugar con las tonalidades hacia una estética clásica y alternarlas con el blanco y el negro para aportar carácter a la sesión.
“Para mí, prescindir de los colores en algunas de las imágenes, dejándolas en blanco y negro, representa además de la elegancia y ese matiz de antaño, una fuerza y la agrupación de todas las emociones que un sentimiento real como el amor, genera en dos personas.” Andrés Torres
La escenografía la impuso una estación de tren, donde fluyó esta sesión de fotos auténtica y natural, en medio de espacios de cierta rudeza, que se impregnaban con la atmósfera romántica que desprendían Anna y Monika, las protagonistas. Esperamos con inmensas ganas, poder contar cómo fue la boda…. Así que nos unimos a ellas para empezar a contar los días hasta el gran día de agosto.
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