La música ha sido protagonista de muchas historias. En ella se encuentran las mejores palabras para decir, cautivar y ser cómplice del amor. Pero hay algo más que hace cada melodía sea tan especial y mágica. ¿Qué es? No lo sabemos, solo que fue la responsable de la relación de Ana María y Alejandro.
Se conocían de toda la vida, se encontraban en el colegio y más tarde en la universidad (parecía que el destino les indicaba estar juntos), ambos estudiaron medicina. Pero tan solo decidieron empezar a salir cuando hicieron parte de la Orquesta Son del Fuego, en donde sus integrantes los vieron crecer como pareja. Entre ensayos y presentaciones su amor se fue fortaleciendo, y después de 5 años de noviazgo tomaron las decisión de dar el sí, acepto delante de sus familiares y amigos.
El 25 de julio Ana María caminó al altar con la canción All you need is love, The Beatles, nuevamente la música fue protagonista, mientras lucía un vestido de Marcela de López en escote de corazón, y una silueta que se desvanecía en las piernas. Cada paso que dio, tanto en la Iglesia como en la celebración, fue sobre unos delicados tacones de Fiorella Foresti. Y la encargada del rostro y el peinado de la novia fue la estilista Silvia Sanabria, quién le dio un aspecto fresco gracias a la sutileza del maquillaje y el tocado con diseño de flores que portaba en un lado de su cabello.
Alejandro eligió llevar un traje negro de Prestigio, que contrastaba con el diseño de la corbata gris y la flor de solapa, que se convirtieron en el foco de atención de su atuendo. Su amor lo sellaron con un anillo de Kevin’s Joyeros que cada uno lucía en su mano, y que representa el mejor día de sus vidas, tal y como ellos mismos lo describen.
El lugar elegido para celebrar fue el Club Hatogrande, en donde cada detalle, la organización y el buen gusto se vieron reflejados gracias a la asesoría de su wedding planner Ángela Silva para Día Adorado, esposa de Diego Tamayo -director de la orquesta y el padrino de la boda-. Así que la confianza y cercanía con la pareja no fue un problema.
Aquella vibra de amor aumentaba a cada segundo, así es como lo sintieron cuando se vieron por primera vez para tomarse las fotos; en definitiva fue uno de los momentos más especiales y emocionantes para Ana María y Alejandro. Un recuerdo que quedó plasmado en sus mentes y reflejó lo mejor de aquel inolvidable día gracias a la química que hubo entre Lagus Media y los novios.
Las flores jugaron un papel principal en todo momento, tonos suaves en la Iglesia y colores más fuertes predominaron en la recepción. Pero el blanco fue sin duda el protagonista, incluso en el ramo de la novia que lograron darle un toque sobrio y encantador, junto al ponqué de 4 pisos con delicados toques dorados de Éclat Pastelería.
De la mano con tu mano, Lucio Feuillet, fue el primer baile que hicieron como marido y mujer. Sin duda alguna, la celebración fue amenizada por la Orquesta Son del fuego, encargada de animar a los invitados y así lograr que sacaran su lado más divertido.
No hubo mayor y mejor regalo por parte de los novios que el momento en que Ana María con su voz y Alejandro con su estilo para tocar la guitarra, cautivaron a sus familiares y amigos. En absoluto fue el toque especial de toda la celebración.
Una boda en la que no solo brotó nuevamente el amor, también su conexión musical, que logró fuera una fecha inolvidable. Especialmente, -en palabras de Ana María y Alejandro- “el sentir el cariño de tanta gente que nos acompañó a celebrar nuestro matrimonio”.
Wedding Planner: Ángela Silva| Locación & Catering: Club Hatogrande Decoración: Día Adorado | Música: Orquesta Son del Fuego | Ponqué: Éclat Pastelería| Vestido de la novia: Marcela de López | Zapatos de la novia: Fiorella Foresti | Peinado y maquillaje: Silvia Sanabria | Vestido del novio: Prestigio | Anillos: Kevin’s Joyeros | Fotografía: Lagus Media | Licores: Wine and Beer.
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