Partamos de la primera y única base que soporta todo el proceso de planeación y realización de una boda: el amor de los novios. Este es el mayor acelerador para emprender una aventura de dos, en donde sueños, proyectos e ilusiones se funden y es a partir de su matrimonio donde ese ‘andar’ es guiado por una sola fuerza.
Viviana y Matt, ella colombiana y él, de origen australiano, tenían muy claro que con un amor como el suyo, ni la distancia ni cualquier otra situación, les impediría vivir una boda tan especial en nuestro país, como lo muestran estas bellas imágenes capturadas por el lente profesional de Camilo Amaya, nuestro fotógrafo invitado en esta oportunidad.
“Fue una boda bellísima porque se notaba y respiraba amor en los novios. Y fue gracias al contacto con Zankyou y luego de revisar a todos los profesionales del directorio, me eligieron a mí como el encargado de capturar las emociones y sensaciones de su día”
A través de llamadas y mensajes por el teléfono, puesto que Viviana y Matt se encontraban al otro lado del mundo, fue posible entablar una complicidad con Camilo, para poder definir una línea de trabajo el gran día y que diera como resultado un material de calidad y valor incalculable por su fuerza emocional, que aquí puedes apreciar. La experiencia, no podía ser mejor y Camilo Amaya lo confirma.
“El día de la boda fue genial. La novia estuvo muy tranquila, más desenvuelta en la sesión y para nada se le notaron los nervios. Matt estuvo también tranquilo, un poco tímido al inicio, pero una vez sintió la atmósfera amigable que le proporciona mi trabajo y estilo, pudo disfrutar él y Viviana, como verdaderos niños”
Una hermosa boda, resultado de un trabajo conjunto en el que todos, novios, invitados, proveedores y demás aportaron su granito de arena, para que los protagonistas del día, vivieran momentos inolvidables. Las instalaciones de Casa de Campo Potrerito con su entorno lleno de naturaleza, le dio ese toque rústico chic con aires campestres a la boda.
Y el toque perfecto para definir el estilo de la boda, lo dio Salta La Liebre, que con su equipo de expertos crearon ambientes llenos de magia y romanticismo. Ningún detalle fue pensado al azar por estos profesionales, cada uno llevaba implícito la esencia del amor y la felicidad de los novios.
Hasta en la parte de iluminación y sonido, donde los expertos de TyG Eventos pusieron el alma ese día para que todo fuera perfecto y novios e invitados sólo se preocuparan por disfrutar y ¡celebrar su amor!
Camilo Amaya: la cercanía como pilar de su trabajo
Bajo una técnica fotográfica de reportería con un enfoque más casual, este experto de la imagen entiende la premisa de que una boda es un evento social, y por tanto en la mayoría de los casos, se ciñe a un protocolo. Sin embargo, su dinámica de trabajo comienza por entablar una cercanía especial con los novios, en la que estos expresen, por más inverosímil que parezca, sus gustos y preferencias para la sesión de bodas, así como aquellos que no van con su estilo y personalidad, para de esta forma adaptarlo a su trabajo y que el resultado final ¡los enamore!
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