Los sueños sobre las bodas, ¿cómo se nos ocurren? Nada tienen que ver nuestras creencias, todos estamos detrás de esa experiencia bonita que nos nació en el corazón y no queremos que algún formato nos la niegue: aunque acostumbren a entrar caminando con su pareja tras ser entregadas por los padres, hay novias cristianas que quieren llegar en carruaje; aunque no haya protocolo, hay novias que en su boda civil quieren caminar hasta el ‘altar’; aunque deba ser en un templo consagrado, hay novias católicas que quieren una boda campestre. Y todo se puede, solo hay que intentarlo. Hoy te presentamos un lugar dispuesto para ese propósito.
Hacienda Posada La Victoria es un lugar soñado: en el centro hay una fuente de la que parece que surgiera toda la hacienda alrededor, como si desde este punto se hubiese regado toda su belleza hasta donde la vista se estrella con las montañas. Pero la calidad de lugar de los sueños no se la da solo la belleza natural que la rodea sino la forma en que evidentemente la hacienda fue pensada. Cada detalle parece estar diseñado cuidadosamente para que cualquier novia pueda hacer realidad su sueño en esta locación, cualquiera que sea.
Si el sueño necesita un carruaje, en esta casa lo tienen. De hecho tienen dos: uno tipo belga, de un carácter más rústico, amaderado, con cubierta y para novias más boho o vintage, y otro tipo victoriano -que son los más populares- como los que se suelen ver en las películas o en Cartagena. Y para las novias de sueños más boho o para las sesiones fotográficas, están estos hermosos caballos que no te vamos a describir porque con las fotos vas a amarlos.
Si ese es tu sueño, así puedes llegar a la capilla para casarte. Sabemos que al usar el término “capilla”, instantáneamente te remites al rito católico y en el caso de la Hacienda Posada La Victoria, encuentras una consagrada y autorizada por la arquidiócesis para tu boda católica: sencilla, cálida y acogedora. La foto a continuación te muestra cómo se ve por dentro. La sorpresa de esta casa es que tiene dos capillas y la segunda no es católica.
Pero en el caso particular de esta hacienda, decir capilla también puede representar el espacio diseñado para las bodas de otro estilo de ceremonias: cristianas, judías, civiles, simbólicas, etc. Se trata de otra construcción amplia y minimalista, quizá el toque más bonito de la misma sean sus amplios ventanales que dejan a la vista la belleza de toda la naturaleza que rodea a la hacienda, e iluminan naturalmente el lugar mientras rescatan lo campestre a tu vista, venciendo el frío y previendo cualquier posible cambio climático.
Las fotografías de tu sesión de boda van a quedarte de lujo en este magnífico lugar. Mientras tú y tu pareja se dedican a elaborar ese recuerdo del mejor día de sus vidas, sus invitados pueden esperar en un espacio llamado La Terraza: un techo se levanta sobre algunas columnas y no hay paredes. Sin perder el contacto con la naturaleza -idea fundamental en el diseño de esta hacienda-, tus invitados podrán compartir en un ambiente elegante mientras tú terminas de hacer la sesión de tu gran día.
Cuando ustedes vuelvan, todos ingresarán al salón Victoria. Un espacio con capacidad hasta para 180 personas, una zona de bar, el detalle de una chimenea -que funciona- y al que sería un crimen ponerle cortinas: a través de las ventanas el paisaje alrededor de la casa se convierte en parte de la decoración y las montañas se prestan como escenario para la cena y la fiesta de la boda. No hemos conocido otro salón con una vista así.
Llegada la noche, tú y tu pareja pueden pasar allí mismo la noche de bodas: les van a poner una decoración romántica, les dejarán una botella de champaña y les prepararán el desayuno. O si quieres que tu familia se quede, la Hacienda Posada La Victoria les ofrece tres casas con capacidades desde 8 hasta 15 huéspedes que, incluyendo el desayuno, tienen un muy buen precio. Una característica ideal si tienes invitados que vienen del extranjero.
Fue el escritor irlandés George Bernard Shaw el que acuñó esta frase: «Ves cosas y dices,”¿Por qué?”. Pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, “¿Por qué no?”». Si existen lugares como Hacienda Posada La Victoria, no existe ninguna excusa para que puedas hacer realidad tu sueño de boda. Haz que sea un gran día, ¿por qué no?
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