Cada relación es única, pero algo evidente es que uno de los dos tiende a mandar más que el otro. Algunos investigadores afirman que encontrar el equilibrio perfecto es un mito porque siempre hay uno de los dos que, voluntaria o involuntariamente tiende a dominar más. ¿Te asusta perder el control?
En una relación de pareja los problemas acerca del poder son variados. Como dice el dicho: “para pelear se necesitan dos” y así es también para la toma de decisiones en el matrimonio. Ésto quiere decir que se hace necesario aprender a tomar la opinión del que está a tu lado y comparte contigo el día a día. Hay cosas en las que seguramente tú tendrás toda la razón o viceversa, pero ésto no te quita ni credibilidad ni autonomía. Lo importante es aprender a escucharse mutuamente y no vivir como en una competencia, porque ésto no es el matrimonio, casarse significa compartir con alguien tu vida, no someterla a sólo lo que a ti te beneficia. Si quieres ser feliz con tu pareja, evita hacer estas cosas.
Son muchas las parejas que tienen problemas, donde es imposible encontrar ese equilibrio y felicidad esperada. Una de las principales causas es cuando uno quiere mandar sobre el otro, buscando sólo su propio interés y beneficio, cuando realmente el matrimonio es buscar la felicidad de tu pareja pero sin olvidarse de sí mismo.
Psicólogos han manifestado que no es viable la idea de un matrimonio donde haya igualdad absoluta; realmente existen muchos mitos y realidades sobre la vida de pareja. Si bien hoy en día la mujer ha logrado un poder individual, debido a nuestra cultura muchas tienden más al dominio masculino. ¿Cuál es la clave entonces? La clave está en la negociación con tu pareja: ¡Toma atenta nota!
La negociación en la pareja es necesaria para que los acuerdos sean respetados y se eviten los conflictos donde cada individuo tiende a dominar al otro o sencillamente teme perder el poder. Formas de negociación hay muchas, pero con tu esposo lo ideal es que ambos puedan manifestar sus deseos hasta el momento donde puedan llegar a una decisión aceptada y valorada por ambos.
Un tipo de negociación es la llamada: “quid pro quo”, “esto por lo otro”. Por ejemplo: quieres ir a ver tu película favorita y él no, entonces pueden negociar esa ida al cine por otra actividad que le guste a él pero a ti no tanto; así hay un equilibrio y ambos han sentido que se les ha apoyado en sus gustos.
La negociación combinada es aquella donde se pueden incluir los deseos de ambos y así llegar a una gran conclusión. Por ejemplo, si quieren cocinar juntos pero a uno le gustan unos ingredientes y al otro no, entonces pueden buscar la forma de combinar armónicamente los estilos y preferencias de ambos y lograr un buen resultado.
En un matrimonio no debería existir un dominio absoluto sobre el otro, ni tampoco el amenazar o chantajear emocionalmente a aquel que no hace lo que tú quieres. Lo importante es aprender el uno del otro y aplicar la negociación “gana gana” donde no se trata de competir, sino de ganar juntos. ¡Si quieres ser amado, ama!
Si bien, hay muchas realidades que las parejas descubren cuando se van a vivir juntos, no olvides nunca que en el momento en que perdemos el control de nuestra vida y se lo damos a otra persona, perdemos todo. La relación de pareja no es un juego de fuerza ni un campo de batalla. Es una búsqueda de felicidad donde ambos la construyen, donde ambos tienen el control.
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