¿Cómo se está sintiendo? Seguro ya te lo has preguntado y es probable que la información que te dio no haya sido suficiente. Si te tocó un hombre de esos que son poco expresivos, (que, por cierto, abundan), seguro te va a llamar la atención saber lo que pueda estar pensando otro en su misma situación. Por eso buscamos a un novio que está a dos meses de casarse y el accedió a responder algunas preguntas.
Andrés tiene 23 años, un humor fino y nunca se le escucha una respuesta ligera, uno casi puede percibir la construcción de sus pensamientos mientras va respondiendo. Esa misma inteligencia ha llevado a este ingeniero de sistemas a liderar diversos emprendimientos exitosos con sus socios, uno de estos es Comida en la U, una innovadora idea de negocio que crece con firmeza. Podríamos seguir hablando de los demás papeles que tiene en su iglesia, como músico o como hijo, pero hoy nos ocupa una característica en particular: es el prometido de Paola. Están a dos meses de casarse y esto nos respondió de como se está sintiendo.
—¿Hace cuánto le pidió la mano a Paola?
—En noviembre de 2015.
—¿Y se siente preparado para la boda?
—Sí, feliz. De hecho, a partir de hoy, quedan dos meses exactos —piensa un poco y concluye—, ya, eso es ya.
—¿Ha participado de la organización de la boda?
—Tenemos 2 ceremonias, la civil y la cristiana. Yo me he encargado más de la civil. De la otra se están encargando Pao y la mamá. La idea es que ella disfrute eso, ella lleva la iniciativa y el liderazgo porque es algo que las mujeres disfrutan más, es como su día soñado y todo eso. A mí me preocupa más la parte logística: que la comida esté bien, que los tiempos se cumplan. Si tuviéramos gustos diferentes en esas cosas, yo prefiero que prime el gusto de ella.
—¿Han tenido diferencias?
—Nuestros gustos en general son similares, entonces no.
—Ya que está encargado de la comida, ¿cómo fue la prueba?
—Para la prueba fuimos con nuestros padres y nos dieron a probar los dos platos que pedimos, probamos los postres y las entradas con toda la familia —también nos contó cuál era el menú, pero vamos a dejar esa sorpresa para los invitados.
—¿Quién se hace cargo del catering?
—De todo se encarga el Hotel Sonesta, ellos se encargan de logística, sonido, luces, alimentación, postres. De todo eso se van a encargar ellos.
—¿Por qué escogieron ese hotel?
—Ofrece lo que estamos buscando, tiene la capacidad que requeríamos y tiene un aspecto moderno, no es tan viejo como otros. El paquete que nos ofrecían en relación con el precio, nos pareció justo. Además nos gustó mucho la atención.
—¿Todo es en el hotel? ¿La ceremonia y la recepción?
—Sí. Pero la boda civil la haremos en las instalaciones de la iglesia.
—¿Y la wedding planner?
—Mi suegra está muy emocionada, le está metiendo la ficha a todo, ella está trabajando en eso con los del hotel.
—¿Y la fiesta? ¿Qué van a ofrecer?
—No vamos a ofrecer licor, solo el del brindis y el vino para la comida. Y vamos a tener una pista, no será la super rumba. A Pao le gusta bailar, entonces vamos a tener algo de fiesta.
—¿Y por qué tanto tiempo para organizar la boda?
—La boda iba a ser en diciembre del año pasado pero la aplazamos porque no teníamos todo listo. Inicialmente era un año después, se alargó un poquito y terminó siendo año y medio.
—¿Vive solo o con sus padres?
—Ahora vivo con mis papás.
—¿Y cómo le da la salida de casa?
—Es una mezcla entre la felicidad de poder vivir juntos y a la vez —medita un poco—, soy el último hijo, somos solo Nana y yo, después de mí, ellos arrancarán su vida normal otra vez. También da un poco de guayabo dejarlos, es raro, es raro…
—¿Ha pensado en que, de ahora en adelante, usted es el hombre de la casa?
—Sí, me hace sentir como una mezcla de dos cosas: me genera alegría y expectativa, pero también me produce una sensación de mucha responsabilidad. Por ejemplo, si en este momento me descuadro en dinero, no tengo que pagar un arriendo o algo así. Ahora tengo que volverme más organizado con muchísimas cosas. Es como un sentimiento raro.
—¿Cómo se conocieron con Paola?
—Nos conocimos en la iglesia. Yo tenía un grupo de jóvenes y una de las niñas que iba era amiga de Pao, ella fue el puente para que nosotros habláramos. No fue sino hasta un año después que volvimos a hablar y empezamos a conocernos.
—¿Cómo llegó a la idea de que Paola era la mujer con la que quería casarse?
—Llevábamos cierto tiempo de estar saliendo. Así que yo estuve tanteando el terreno y hablábamos bastante del tema. Estuvimos orando, Dios me confirmó, hablé con los papás de ella, hablé con mis papás. Y sentía que era el momento de comprometernos. Nosotros habíamos cortado por un tiempo que usamos para dejar las cosas en perspectiva con Dios y cuando volvimos, volvimos para casarnos.
—¿Ya tienen preparada la luna de miel?
—Sí, nos vamos para Madrid.
—¿Y lo escogieron entre los dos?
—Pues digamos que más que todo yo. Sabíamos que queríamos ir a Europa pero no estábamos seguros de a qué lugar.
—¿Y por qué escogieron Madrid?
—No sé… Yo tuve la oportunidad de conocer Europa. La que no lo conoce ahora es Pao, me gustaría aprovechar el viaje y que lo conozca.
—¿Y cómo es el plan? Uno siempre tiene la idea de que la luna de miel es ir al mar, ¿qué van a hacer ustedes?
—El plan lo organizamos nosotros. La idea no es hacer un plan de esos en los que uno conoce Europa en dos días. Yo creo que sí vamos a estar en varias ciudades, pero por ahora estamos pensando en estar solo en España, estar relajaditos, descansar, aprovechar el tiempo para estar juntos… Igual vamos a estar en verano. De pronto sí bajamos hasta el mar, pero bueno, vamos a ver.
—¿Qué va a llevar puesto ese día?
—Tengo un traje de Zara que es como azul brillante tirando a oscuro y camisa blanca. Los zapatos los quiero color como amarillo quemado y básicamente ya me dijeron que me tocaba irme con corbatín.
—¿Cómo así? ¿Quién le dijo?
—Pues… la mujer —dice entre risas.
—¿Pero el traje sí lo escogió usted?
—Digamos que a ella también le gustó. Ella me acompañó a elegirlo… Sí, lo elegimos básicamente entre los dos.
—¿Y usted también la acompañó para la elección del vestido de novia?
—No y a veces le dan ganas de decirme cómo es, de mostrármelo, pero yo le digo “no, no, no, quiero que sea sorpresa”.
—¿Por qué escogieron esa etiqueta para las parejas?
—Mi traje es como menos elegante que el de ella. Por eso le bajamos un poco la etiqueta. La idea es que hubiese sido más formal. Yo de eso no sé mucho, pero yo creo que eso te lo respondería muchísimo mejor Pao.
—¿Tendrán corte de honor?
—No, lo pensamos, pero al fin no.
—¿Cómo escogieron invitados?
—Hicimos la boda civil para poder invitar a la mayoría de amigos. Nuestras familias suman más o menos 100 personas. Vamos a tener algunos amigos, pero otros se quedarían por fuera sin la civil. Al hotel van los más cercanos. Tenemos creo que 160 invitados. Unos 70 por parte de Pao, unos 30 de mi parte y los amigos, más o menos. También van invitados de mis papás.
—¿Los gastos de la boda cómo los solventaron?
—Nuestros papás nos están ayudando en la mayoría de los gastos. Básicamente cada uno se está encargando de un matrimonio, del civil se encarga la familia del novio y de la ceremonia cristiana se encarga la familia de la novia.
—¿Qué es lo más importante de la boda para usted?
—A nivel espiritual, que Dios tenga su lugar, que la ceremonia realmente sirva para honrar a Dios. Y a nivel logístico que todo salga bien, que todos los gastos estén cubiertos, que todo esté sincronizado y se cumplan los tiempos.
—¿Algunas palabras para su novia?
—Hoy estoy lleno de agradecimiento y emoción por estar a las puertas de la mejor etapa de mi vida: Un futuro contigo. Poder verte, disfrutarte, amarte y compartir todo lo que soy con todo lo que eres, me llena el corazón. ¡Te amo y te amaré cada día en toda circunstancia! ¡Con mi corazón y mi decisión! Que siempre estemos Dios, tú y yo.
¿Se parece en algo a lo que piensa tu novio? Aquí tenemos solamente una parte de la historia, pero si quieres decir que conoces una situación, debes estar enterado de las dos versiones y si quieres tener detalles, tienes que preguntarle a la novia. ¡Y a ella también la entrevistamos! Si quieres una sesión pre-boda como esta que hizo Josué Bonilla Wedding Photographer, tal vez te interese conocer estos lugares románticos y a uno de estos grandes fotógrafos bogotanos de bodas.
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