Tal vez haya que culpar a los años y años de lavado de cerebro de las películas de Disney y las comedias románticas por querer una relación perfecta. Y es que siempre que estamos en pareja lo que queremos es estabilidad y solo pensamos en los momentos bonitos, que ponen todo en perspectiva en nuestras vidas.
Sin embargo, no todo es color rosa, pues la vida real nos pone situaciones que se alejan de la magia y la pasión eterna de la ficción. Hoy nos toca hablar de esos momentos desesperantes que hasta podrían costarte tu relación si no sabes cómo manejarlos apropiadamente.
1. Las preguntas sin respuesta
Es aquí cuando cosas mínimas como hacer un plan para salir se pueden ir por la borda y causar una discusión. En esta situación lo que pasa es que la indecisión de uno –o los dos– logra que el otro se desespere al no obtener respuesta sobre una pregunta puntual, sobre todo si siempre pasa igual. “¿Qué quieres comer hoy?” “No sé.” “¿Vamos a ver una película?” “No sé”…. “¿Qué película quieres ver?” “No sé, la que tu escojas”. La única arma: paciencia y buen humor. También puedes leer: 1o cosas que van a pasar en el primer año de casados.
2. Dar el primer regalo
Aquí hay solo dos escenarios posibles: comprarle algo genérico que no dice nada sobre la otra persona o darle algo muy especial que de en el clavo. Con lo primero pasarás por poco detallista y simplón, mientras con lo segundo te llevarás muchos puntos a favor. De ti depende qué clase de persona quieres ser. Échale cabeza y dale algo que se salga de lo convencional, total al empezar una relación siempre es posible darse esas licencias.
3. Cuando la rutina empieza a aparecer
Con el tiempo se pasará de noches apasionadas y planes inesperados a conocer sus hábitos en el baño, saber a qué hora y cómo se lava los dientes… en fin, esas cosas que ya hacen que la convivencia se sienta muy inevitable. Ojo, eso de dejar el cepillo de dientes en la casa de la otra persona tiene su ciencia y momento preciso. Puede que sea muy pronto y termine siendo lo último que hagas. Te puede interesar leer sobre el por qué casarse es mejor que irse a vivir juntos.
4. Perderse juntos
En un centro comercial, en la calle, en un parque… cuando se pierden juntos es cuando realmente las personalidades salen a flor de piel. Parece tonto, pero puede convertirse en una situación difícil en la que se pone a prueba la actitud del otro. Si te ha pasado, ¿eres tipo Indiana Jones o más bien el Carlitos de Aventuras en Pañales?
5. Pelear con unos tragos encima
¿Has escuchado decir que tanto el alcohol como la gasolina solo necesitan una pequeña chispa para armar un gran incendio?. Pues bueno, no hay nada más que decir entonces. Hay situaciones que en sobriedad hasta nos pueden causar risa y pasar a ser una anécdota de lo más chistosa, pero que con unos tragos de más pueden convertirse en el Armagedón. Cuántas peleas no se han formado por una mirada indiscreta o una pregunta inocente. La solución: paciencia y optar por el silencio, para no decir cosas de las que luego te puedas arrepentir.
6. Hacer un viaje largo juntos
El énfasis aquí va en “largo”. Hablamos de esos viajes en los que el aburrimiento está a la orden del día y por más que cambies la emisora de radio, leas un rato, juegues con el celular y converses, llegará el punto en el que sacarás a relucir tu mejor momento de burro de Shrek preguntando “¿Ya llegamos, ya llegamos?”. Ármate de paciencia e intenta disfrutar del paisaje… lleva la música o el podcast que les gusta a ambos y ¡a rodar!.
7. Cuando no conoces a nadie en la fiesta
En algún momento pasará que irás de brazo de la otra persona y no conozcas a nadie en un evento social. Lo peor que puedes hacer en ese caso es depender todo el tiempo de tu pareja. Acércate a otras personas o grupos y seguramente también pasarás un buen rato y hasta conocerás mejor a tu pareja al ver cómo se comporta con otras personas y ni hablar de lo que te puedan contar de él o ella quienes lo conocen de hace tiempo. De pronto hasta puedes impresionar a tu acompañante cuando vea que eres muy social y puedes conocer gente por tu cuenta.
8. Carpintería o cualquier trabajo doméstico
Si eres realmente inútil para cualquier actividad doméstica, no te preocupes en ocultarlo porque será inevitable que llegue la oportunidad de estar bajo el ojo de tu pareja frente a un desafío de este tipo. Una vez más la paciencia es la clave, y no importa qué tan hábil seas si lees las instrucciones, te lo tomas con calma y te pones manos a la obra. Si eres la parte observadora, no armes lío por un clavo mal puesto o una pared mal pintada, pues todo tiene solución. Con una instrucción cariñosa se logra más que con una rabieta.
¿Dimos en el clavo con estas situaciones? De seguro que ya has vivido al menos un par de ellas. Reflexiona sobre cómo fue que pudiste sobrellevarlas y aplica la fórmula mágica de la paciencia para salir de ellas. En la vida en pareja no hay nada escrito, pero siempre hay cosas en las que puedes trabajar para llevarte mejor con él o ella.
También para que evitarse malos momentos de estrés con tu pareja en el mejor día de sus días, te recomendamos despreocuparte por completo con un wedding planner que se encargaría de todo, como: Stephanie Escalante o David Betancur. Por ejemplo, lee sobre nuestras normas de amor para un hogar feliz: 12 secretos para una buena convivencia.
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