Marie Curie y las 11 mejores frases de la mujer que revolucionó la ciencia

Existen muchas mujeres que han marcado la diferencia en diversos ámbitos de nuestras sociedades. Una de ellas ha sido, sin ninguna duda, Marie Curie, una pionera en el campo de la radiactividad, cuyas valiosas investigaciones le permitieron ser la primera persona en la historia en obtener dos Premios Nobel (Física y Química), destacados reconocimientos que la llevaron a ser contratada por al prestigiosa Universidad de París, convirtiéndose además en la primera profesora mujer de dicha institución.

Gracias a Curie, el papel de la mujer cobró protagonismo a inicios del siglo XX. Con sus significativos aportes, logró que las mujeres fueran tomadas en cuenta en diversos campos a los que hasta por ese entonces les era muy difícil acceder, como el de las ciencias. Sus estudios constituyeron grandes aportes para la época e inspiraron a miles de mujeres a seguir sus pasos. A continuación, extrajimos algunas de sus frases más memorables. Te recomendamos 10 normas que las mujeres seguían para casarse en el siglo XIX: ¡Increíble!

1. La mejor vida no es la más larga, sino la más rica en buenas acciones.

2. No hay que temer a nada en la vida, sólo tratar de comprender.

3. La vida no merece que uno se preocupe tanto.

4. La vida no es fácil, para ninguno de nosotros. Pero… ¡Qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo. Hay que sentirse dotado para realizar alguna cosa y alcanzarla, cueste lo que cueste.

5. En la ciencia hemos de interesarnos por las cosas, no por las personas.

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Marie Curie

6. Un científico en su laboratorio no es sólo un técnico: es también un niño colocado ante fenómenos naturales que le impresionan como un cuento de hadas.

7. Siento menos curiosidad por la gente y más curiosidad por las ideas.

8. El camino del progreso no es ni rápido ni fácil.

9. Usted no puede esperar construir un mundo mejor sin mejorar a las personas. Cada uno de nosotros debe trabajar para su propia mejora.

10. La humanidad necesita hombres prácticos, que saquen el mayor provecho de su trabajo, y, sin olvidar el interés general, salvaguarden sus propios intereses. Pero la humanidad también necesita soñadores, para quienes el desarrollo de una tarea sea tan cautivante que les resulte imposible dedicar su atención a su propio beneficio.

11. Las mentiras son muy difíciles de matar, pero una mentira que atribuye a un hombre lo que en realidad era el trabajo de una mujer tiene más vidas que un gato.

A muchas mujeres les debemos aportes significativos en diversas áreas, como las artes o las letras por citar algunas. Marie Curie fue una de las más destacadas mentes en el campo de la ciencia, protagonista de un trabajo formidable que perdurará en los anales de la historia.