El amor, el de verdad, saca lo mejor de nosotros. A veces nos fluye y nos resulta espontáneo, en otras ocasiones nos resulta una exigencia que puede resultar difícil, pero siempre tiende a lograr la versión de nosotros mismos que más impresionante resulta. Esto fue evidente en la boda de Checho y Clau.
Se conocieron en medio de canciones: los dos hacían parte del ministerio de alabanza de la iglesia a la que pertenecen. Luego de que el amor creciera y más precisamente el día del cumpleaños de Claudia, Checho llegó a las 6:00 a.m., con una cajita de música y fotografías. Venía a pedirle la mano.
El 14 de noviembre de 2015, en compañía de su familia, en un ambiente campestre, se ponía en marcha una feria; o así fue como ellos atinaron a definir la experiencia del día de su matrimonio.
Clau caminó debajo del techo de banderines con su traje beige y sus zapatos Carolina Cruz, de la mano de su madre llegó hasta el altar. Su belleza resaltaba al contrastar los colores de su piel con la corona de flores que llevaba el mismo arreglo que el ramo. Todo este trabajo de maquillaje fue logrado en una total ejecución estética por la maquilladora María Leyva.
En el altar; de corbatín y tirantas, vestido de Mon & Velarde de pies a cabeza, Checho la esperaba paciente, enamorado. Cada emoción que se vivió en la ceremonia quedó registrada por el mágico lente de Felipe Carranza, parece que las fotos cobraran vida.
Terminada la ceremonia, vino la celebración: y en serio era una feria. Aquí encontrabas un caricaturista, allí un food truck de Big Mama’s, en otro lugar un juego y en la tarima, por supuesto, la música en vivo. ‘Como tú no hay en esta vida, como tú no hay ninguna…’, sería la canción que marcaría el inicio del festejo: La Travesía de Juan Luis Guerra, acompasaría el primer baile de los esposos.
En el video de Labstream quedarían registrados los momentos con la familia, que jugó un papel tan importante en la fiesta: ellos mismos se encargaron de traer las máscaras de súper héroes desde USA para el momento de la hora loca y de los recordatorios para los invitados, aún hasta de la comida y la decoración floral.
Golosinas, entretenimientos, comida, diversión… toda una feria. Las ferias siempre tienen un tema o un propósito y este no es un caso diferente; aquí la causa era recordar la peculiaridad del arte del amor: decidirse por el otro, como es, hasta que la muerte los separe.
Zapatos de la novia: Carolina Cruz | Maquillaje de la novia: María Leyva | Traje del novio: Mon & Velarde | Fotografía: Felipe Carranza Photography | Food Truck: Big Mama’s | Video: Labstream
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