Hay trabajos que requieren esa convicción profunda de que los sueños se convierten en realidad y ser diseñadora de vestidos para novias es uno de esos, sin lugar a dudas. Rosiris Miranda Haute tiene autoridad para decirlo porque ella es una de esas mujeres que tomó un sueño y lo hizo realidad: de niña, jugando, diseñó vestidos para algunas de sus muñecas con tanto éxito que terminó vendiéndolos todos a sus compañeritas. Desde esa época empezó a soñar con convertirse en lo que hoy es.
Ya a sus 10 años diseñaba prendas elegantes porque vivía enamorada de la magia, le gustaba la idea de poder hacerla realidad y por eso trabajaba ya en ese tipo de diseños. Pero la explosión de su talento se dio después de que terminó sus estudios en diseño de moda, en la universidad José María Vargas, en su natal Venezuela. Esta nación fue la primera que pudo ver sus diseños de alta costura, sus obras de arte con ese toque de influencia europea. Como los diseños que ves en las fotografías que acompañan esta nota.
Su historia cuenta que alguna vez pasó por el negocio de la ropa casual pero nunca perdió el norte: el sueño de tener su propia marca, especializada en vestidos de novia, nunca desapareció de su corazón. Así, en este negoció aprendió sobre producción, durante otra época aprendió sobre modelos de negocio, y cuando trabajó con el diseñador español Ramiro López, aprendió más de su arte: nuevas formas de diseñar, nuevas tendencias en alta costura… Y eso, ese amor por los sueños, aunque pueda no parecerlo, es fundamental cuando se están diseñando vestidos para el gran día.
“Me convierto en defensora de los derechos de mis niñas, protegiendo su identidad, y no dejo que les cambien su esencia incluso si es su madre”, nos cuenta. Ella sabe lo importante que es defender los sueños y más cuando son tan importantes. Cuando su país, el lugar en que soñaba hacer realidad lo que soñó, empezó a desmembrarse, ella tomó su sueño y se lo trajo a Colombia. Acá, además de sostener con vida el suyo, ha hecho posible que muchas novias hagan realidad los de ellas, con la magia que lleva en las manos y en el corazón.
El proceso con esta diseñadora es muy bonito: “Lo mejor es cuando eres anfitriona de un sueño y la novia es cómplice de ello. Es igual que cuando observas crecer un niño desde el vientre de su madre hasta que se vuelve un hombre. Cada vez hay una prueba es una sorpresa, es fascinante ver llorar de felicidad”, explica. Como dice ella, se calla y te escucha, te observa atentamente hasta haber escaneado tu sueño completamente y, de acuerdo con las características de tu cuerpo, hace realidad lo que siempre has querido para tu gran día.
Luego viene escoger los materiales, mostrarte el book que explica cómo será el proceso de creación del vestido y una vez todo aprobado, empezará la costura, la confección, y al final vendrá el día de la prueba. Nuestra recomendación es que la busques con por lo menos tres meses de anticipación para que tu vestido sea hecho con toda la paciencia que un proceso como este requiere. Sin embargo, no descartes comunicarte con ella si tienes una situación de urgencia. Con su equipo estarán dispuestas a trabajar para que tu sueño se haga realidad.
“Las tendencias en novias no existen porque todas son distintas y hay cortes de falda o tipos de escote que no funcionan para todos los tipos de cuerpos, por eso se transforma la moda: para que todas cumplan su sueño”. Esa es la forma de pensar de Rosiris Miranda Haute, ese es el corazón con el que te va a recibir en su atelier. Si tu boda es en Bogotá, Barranquilla, Medellín o Cartagena, y estás buscando a alguien que tenga la capacidad de hacer realidad ese diseño que solo existe en tu corazón, nuestra recomendación es que te pongas en contacto con ella.
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