Desde muy jóvenes se enamoraron del arte visual. Ese amor los llevaría al mismo tiempo a encontrar el amor de su vida. Santi y Pao, como les llaman cariñosamente sus amigos, se conocieron inicialmente por un grupo de Facebook, gracias a que ambos tenían intención de estudiar en la misma universidad de Argentina.
Fue así como comenzaron a hablar por primera vez, a hacerse amigos y compartir sus pasiones en común. Luego, Santi se fue un año a estudiar en Argentina, ella terminó su carrera profesional, él volvió a Colombia, y fue allí cuando comenzaron a conocerse más y enamorarse para siempre. Desde entonces, no se han separado nunca.
Siendo él de Medellín y ella de Bogotá, viajaron con una maleta llena de sueños a especializarse en Argentina, ella en la parte de fotografía y él en el vídeo… allá vivirían muchas aventuras, pasiones; fue donde caminarían de la mano hacia sus sueños, donde compartirían un sinnúmero de aventuras.
A su vez, esto les dio la oportunidad de vivir juntos y trabajar en lo que más les apasionaba. Tuvieron la oportunidad de aprender mucho más acerca del arte visual aplicado a las bodas, por lo cual se hicieron muy buenos trabajando juntos y en equipo en Villamaría, Argentina. Gracias a esto, viajaron y recorrieron muchos caminos, se enamoraron más de los viajes juntos y de compartir la vida entera.
Pasó el tiempo, terminaron sus estudio y en 2014 llegó para ambos el momento de volver a su amado país Colombia. Allí, en Sabaneta, Antioquia comenzaron su empresa, Aletheia Studio, la cual se dedica a crear recuerdos memorables para las parejas recién casadas e inmortalizar uno de los momentos más importantes de la vida, su matrimonio.
Así fue la pedida de matrimonio
Desde entonces, cada año, celebran su aniversario viajando a algún lugar… así que planearon el viaje a San Andrés, en donde ella le hizo un lindo libro de fotos que relataba toda su historia. A su vez, él le advirtió que no tocara su maleta… a lo cual ella supuso que se refería a un regalo normal de aniversario.
Así que en aquellas vacaciones Santi la invitó a una cena romántica, en un restaurante a la orilla del mar, en un espacio privado, tocando la arena, bajo un quiosco precioso… justo como a ellos les gustaba, ya ambos prefieren los lugares privados lejos de las multitudes…
Pasó la comida, llegó el postre, ambos estaban tranquilos, ella le entregó su regalo, él lo recibió emocionado… pero él, quizá por los nervios, aún no sacaba su “regalo”, el que había estado planeando hace meses. La razón principal era que aquel regalo representaba mucho lo que él esperaba que fuera el resto de su relación, ella intrigada lo abrió y encontró un objeto hermoso, que jamás se hubiera esperado.
Era un folioscopio, que al girarlo decía “mi destino está a tu lado, ¿te casas conmigo?”. Ella no lo podía creer… Santi recordó que a su novia no le gustaban los anillos de compromiso, así que encontró la manera más creativa y significativa de pedírselo sin usar uno… Y así fue, el hermoso objeto tenía como fondo una escena de Charles Chaplin caminando de la mano de su novia.
El folioscopio lo mandó a hacer en Argentina, a uno de los profesores más queridos, que ambos conocían por la universidad donde estudiaron. Esto emocionó mucho más a su novia, quien por supuesto dijo sí. Fue aún más sorprendente cuando supo con cuánto tiempo de anticipación planeó todo, para que tal regalo fuera elaborado, y volara de Argentina a Colombia justo antes del aniversario.
Fue así como luego se dieron a la tarea ellos mismos de planear su boda. Al contrario de lo que habían visto en su trabajo, querían hacer todo diferente a lo que estaban acostumbrados a ver en las bodas a las que asistían juntos, porque aunque sucedieran cosas hermosas, había detalles con los que no se sentían identificados.
Por esta razón, eligieron una celebración íntima, muy de ellos, que fuera más bien simbólica e incluso alejada de la ciudad. Decidieron que su familia y amigos más cercanos los acompañaran en este momento… al principio sentían que las gestiones no fluían, pero luego que buscaron la fecha, v todo se empezó a dar para el 20 de julio de 2019. Le pidieron a su querido profesor de Yoga Warrior, quien era un gran amigo de los dos, que estuviera a cargo de la ceremonia, junto a su prima, que era como una hermana en España.
Un video como invitación de boda
A Pao le encantan las tareas manuales y los detallitos utilitarios… así que se dio a la misión junto a su prometido, de hacer un vídeo bonito para hacer la invitación especial… cuando viajaron a Panamá por trabajo de bodas, aprovecharon para hacer unas tomas muy bonitas, y junto a éstas, armaron un vídeo muy significativo que los representa como pareja y amantes del arte visual, que cuenta sus viajes y aventuras juntos.
Aunque no querían hacer una invitación de papel convencional, eligieron hacer una “tarjeta”, ya que igual había familiares que no eran de la onda digital. Buscando hacer algo fuera de lo común, encontraron unas lindas chocolatinas, a las cuales Pao hizo el diseño de la invitación, siendo ésta la envoltura del chocolate, gracias a su creatividad, y a la ayuda de Creamos Tarjetas, sus invitados recibieron una ¡deliciosa y original invitación!
Pronto obtuvo su hermoso vestido de novia, el cual fue diseñado por una amiga a quien conoció gracias a trabajar en el medio de las bodas. Por eso, escogió a Vestidos de Novias Claudia Vélez, pues sabía que ella era la indicada para entender lo que quería. Además, complementó su romántico look nupcial con accesorios de Rinconcito de novia.
Pao se preparó, más hermosa aún, luciendo unos zapatos de novia de Fucsia que escogió pensando en volver a lucir más adelante, y un precioso maquillaje realizado por Kris Restrepo, quien no fue sólo una proveedora, sino una amiga que los ayudó a preparar muchos detalles para ese día.
Santi, por su parte, lució un traje de novio diseñado en Estilo Unico que acompañó con unos zapatos Alicia Wonderland. Así que pronto, estuvo todo listo, los invitados hicieron un ritual antes de recibir a los novios, el cual consistió en escribir algo bueno y algo malo que quisieran cambiar en sus vidas, quemándolos en una vasija especial.
Buscando el sitio perfecto
Como Pao y Santi tienen una exigencia visual alta, y a su amor por este arte, muchos lugares de celebración que vieron no se ajustaban a lo que querían visualmente para su boda… esperaban que los recuerdos estuvieran libres de “contaminación visual”, y al mismo tiempo el lugar pudiera recibir y hospedar a sus familias por un fin de semana.
Finalmente, y después de una ardua búsqueda, encontraron una finca al estilo mexicano, que su dueña tiene muy bien conservada en Girardot. Les encantó que todos los lugares eran bellísimos, con una zona verde grande con vista a la ciudad, además de un árbol grande, como se lo imaginaban.
Junto a esto, debieron gestionar el mobiliario completo de su boda y cuidar cada detalla de la misma…
“Al principio fue difícil, pero gracias a la gestión y ayuda de Sara Carrascal de Decoplanner, lograr esta parte se hizo mucho más fácil. Nos encantó el completo trabajo de Sara, quien no sólo nos ayudó con la decoración de la boda, sino a ser la organizadora a cargo cuando el día llegó cargado de tantas cosas”.
Una boda con muchos detalles
El gran día llegó. Desde el día anterior, Santi y Pao debían preparar todos los detalles para recibir a sus invitados y celebrar su gran día. Sara Carrascal de Decoplanner, estuvo a cargo de la decoración de las mesas, y postres, así como las flores, logrando un resultado espectacular.
Gracias a ella, la finca se vio más hermosa para este gran día… fue muy especial tenerla en la boda, ya que Aletheia Studio había participado también en la boda de Sara. 55 invitados llegaron a la finca en Girardot, la cual alquilaron los novios por el fin de semana para recibir a la familia de Pao, que venía de Bogotá.
En la ceremonia, sus familias fueron testigos de tan emotivos momentos, acompañados del ritual de la arena, la cual atesoran hoy en día en un cuadro que decora su hogar. Los acompañó en la ceremonia simbólica su prima con una hermosa voz y un uquelele, así como los oficiantes, quienes dieron lo mejor de sí.
En vez de anillos, Pao y Santi se entregaron manilas que mandaron a diseñar en Joyas Juanita Angel. La manilla de Santi, dice el nombre de Pao, y viceversa, y es la que usan a diario en sus vidas de casados.
Los invitados tiraron pétalos de colores a los recién casados. Luego disfrutaron de la recepción, junto a un brindis con vino que Pao y Santi prepararon con mucho amor, y que por cierto les quedó riquísimo.
En Argentina, Pao y Santi habían hecho un workshop con Mariano Teócrito, a quien admiraban muchísimo por ser un gran artista audiovisual. Gracias a esto, pudieron acordar con él para tener a uno de los videógrafos de bodas más importantes en Latinoamérica. Fue todo un honor para ellos recibirlo en Colombia para su boda.
Elizabeth Carvajal fue la profesional con la que contaron Pao y Santi para que creara fotos memorables que recordarían cada detalle que con tanto amor prepararon para su boda. ¡Y así fue! Estuvo de principio a fin registrando cada emoción.
Una ceremonia ‘desconectada’
El trabajo en bodas les hizo a Santi y Pao tomar una gran decisión al momento de su ceremonia: ¡pedirle a sus invitados que no usaran sus celulares! Gracias a esto, los invitados pudieron conectarse realmente con el acontecimiento, a la vez que los profesionales contratados pudieron lograr un registro hermoso, ¡casi perfecto!
Además, cada invitado recibió un lindo sobre con un pañuelo que decía “para las lagrimitas y lagrimones que causan las emociones”. Y definitivamente que sí lo usaron…
Poco después, llegó el momento del primer baile… Pao y Santi tuvieron varios contratiempos que no les permitieron ensayar todo lo que querían, pero sin embargo improvisaron un lindo baile al ritmo de Juan Luis Guerra.
Los invitados disfrutaron de un rico menú preparado por el chef Javier Gutiérrez, tío de Santiago. Además disfrutaron de los postres que preparó la mamá de Pao y las delicias golosas de Arcoiris, todos estuvieron de maravilla.
Después del primer baile de esposos, nadie se sentó. Con la animación y la sinigual energía de San Alejo, los asistentes bailaron toda la noche hasta que se acabó la fiesta. Se llevaron unos lindos recordatorios que los novios prepararon con cariño: unos frasquitos de vidrio que contenían galletas de Las Caseritas y una foto que evocaba un recuerdo personal de la pareja con cada uno.
A partir de entonces, Santi y Pao siguen caminando juntos sus vidas, apoyándose mutuamente en todo momento, trabajando de la mano por sus sueños, mientras hacen lo que más les gusta… crear arte visual. En Zankyou los felicitamos de corazón, y esperamos que su unión siga trayéndoles felicidad, plenitud y prosperidad.
Decoración y planeación: Decoplanner | Vestido de novia: Claudia Vélez | Accesorios de la novia: Rinconcito de novia |Zapatos de novia: Fucsia Shoes | Maquillaje y peinado: Kris Restrepo | Traje de novio: Sastrería Estilo Unico | Zapatos del novio: Alicia Wonderland | Mesa de Postres: Arcoiris | Catering: Javier Gutiérrez | Ceremonia: Yoga Warrior | Manillas: Joyas Juanita Angel | Impresiones invitaciones: Creamos Tarjetas | Música: San Alejo | Fotografía: Elizabeth Carvajal | Video: Mariano Teócrito
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