“Viajando por Japón y todo el mundo, el resto de la vida” fue el significativo mensaje que la Joyería Afrolinda marcó para siempre en las argollas que simbolizaron la unión entre Maria Elisa y Diego. Así lo decidieron en homenaje a que la vida los puso en Japón para conocerse y porque anhelan seguir descubriendo más lugares del mundo juntos.
Detalles auténticos
Maria Elisa lució un vestido de novia, diseñado por ella misma, con cuello redondo y cinturón terminado en una imponente flor, que conjugó perfectamente con el ramo que hizo junto a su madre.
En cuanto a su arreglo llevo un tocado para su peinado semi recogido y un sobrio maquillaje a cargo de Juan Carlos Trujillo. Para momentos de frío, ella usó un chal tejido de color verde oscuro.
Diego eligió el color gris para su traje y lo iluminó con una corbata verde oscura y un boutonniere con visos del mismo tono, combinado con amarillo.
La lluvia un toque muy especial
Para convertirse en marido y mujer, esta linda pareja eligió la Finca “El Fulgor” en el municipio de Cogua (Cundinamarca) para realizar su boda con un estilo personalizado, colorido y campestre. Fue así como prepararon todo para efectuar la ceremonia civil al aire libre, seguros de que la lluvia no iba llegar como invitada y descartando cualquier necesidad de alquilar carpas, para que su decoración con sillas en tonos amarillos y cintas y pétalos de colores luciera de manera excepcional.
Sin embargo, las inclemencias del clima insistieron en asistir a este matrimonio y les regaló a los novios unas imparables gotas de agua, pero no con el ánimo de arruinarlo todo, sino de agregarle el toque que lo hizo aún más especial. Incluso más cercano porque los invitados se fueron agrupando con sombrillas bajo los árboles de la finca para huir y cada uno se apropió de su silla, hasta llegar a la cabaña preparada para la recepción, que recibió a los asistentes antes de tiempo para realizar la ceremonia.
La entrada de la cabaña estaba decorada con un corazón de luces led que tenía las iniciales de los novios, este fue construido entre Diego y su papá con cartón, piedra y alambres. Indudablemente, la creatividad y el trabajo en equipo hicieron que todo resultara perfecto. Conoce otras seis maneras para sobrevivir a una lluvia repentina el día de la boda.
A pesar de lo inesperado, ningún detalle de la boda dejó de ser auténtico, la lluvia cesó lo suficiente para que los invitados pudieran disfrutar del catering elaborado por Natalia Ramírez, así como de los postres receta de la mamá y las tías de la novia. Todo esto en medio de mesas con floreros de gérberas en varios colores dentro de botellas vacías, techo de paja simulado y manteles mexicanos. Fue un mobiliario alquilado en Manteles y Linos y decorado por la empresa Solo Gloria.
Amor, familia y amistad
Desde su inicio, este matrimonio estaba destinado a identificarse con palabras como estas, la unión que se vivió ante la lluvia y el apoyo para producir varios detalles de la boda lo evidenciaron. Por ello, los novios manifestaron su agradecimiento con un camino enmarcado con banderines que ilustraban la caricatura de cada invitado, su nombre y la palabra gracias.
Además, con una mini botella llena de “píldoras de amor” simuladas con chocolates de colores y acompañadas de tarjetas de agradecimiento personalizadas, que cada asistente debía regresar con un mensaje para colgar en el stand de los deseos.
Fiesta con Monsieur Periné
Entrada la noche, el hermano de Diego como integrante de esta talentosa banda de Monsieur Periné no pudo darle mejor regalo a los novios que un concierto privado, para empezar la gran fiesta en la cabaña al son de “Love, love, love” de los Beatles. Instantes que al igual que los demás, Diana Hernández Fotografía no dejó de capturar con su lente.
Finalmente, el éxito de su matrimonio le permitieron entender a Maria Elisa y a Diego que la naturaleza quiso darles una alegría extra con la lluvia, para hacer aún más especial el ambiente cálido, amoroso y muy íntimo de su celebración. Te inspiramos con más estilos como la boda de Andrea y Mauricio que estuvo llena de dulces detalles.
Ceremonia y recepción: Finca “El Fulgor”| Catering: Natalia Ramírez | Maquillaje y Peinado: Juan Carlos Trujillo| Decoración: Solo Gloria| Fotografía: Diana Hernández| Mobiliario: Manteles y Linos
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