A solo unos meses de su regreso a Colombia hablamos con Sergio y Lina, el fotógrafo y la videógrafa detrás de loop studios. Nos contaron sobre sus vivencias, los retos que han afrontado y los nuevos desafíos en los que ansían embarcarse.
¿Por qué decidieron viajar tan lejos?
Siempre tuvimos en mente vivir fuera de Colombia un tiempo para abrir nuestra mente a otras culturas y perspectivas de la vida, y Sidney nos parecía una ciudad increíble con tantos sitios emblemáticos y muy diferente a lo que estábamos acostumbrados. Además, amamos las ciudades grandes, llenas de vida, y no nos imaginamos nunca en una ciudad pequeña y tranquila, el caos tiene encanto.
Pero además le estamos apostando a este sueño de loop de contar historias de amor en varios idiomas, con diferentes cultos, aromas, vestidos, colores. El amor es uno solo, pero hay miles de formas de expresarlo y vivirlo, y llegamos al mejor lugar que pudimos porque aquí confluyen diversas culturas y nacionalidades, que están abiertas a compartir lo mejor de sí.
¿Cuál ha sido el mayor desafío con el que se han enfrentado en Sidney?
Nos ha exigido mucho, nos ha desafiado desde el primer día sacándonos de nuestra zona de confort. Queríamos ese sacudón, queríamos saber de qué estábamos hechos y nos ha mostrado que empezar de ceros es difícil, pero vale la pena en la medida que te obliga a sacar lo mejor de ti, a tomar riesgos, a creer en ti mismo y a repetirte que tú sabes que puedes superar lo que venga; aunque en tu cabeza haya una voz que te recuerda todos tus miedos, porque es muy cierto eso de que los límites solo están en uno mismo.
Llegamos a Sidney sin tantas pretensiones, con una visa que nos permitía estudiar y trabajar, y veníamos dispuestos a trabajar en lo que fuera porque de algo había que vivir, pero a la fecha loop ha sido nuestro único trabajo, de eso nos sentimos muy contentos. Hemos encontrado más razones para enamorarnos de nuestro trabajo, el que nos trajo hasta acá y no solo nos ha dado todo para vivir, sino que además nos ha permitido conocer gente maravillosa que nos ha dado la mano.
¿Qué pueden aplicar a su profesión de lo que les ha enseñado este viaje?
Aquí vinimos a aprender empíricamente una lección que en el fondo ya nos sabíamos, la de no rendirse. Hay que trabajar todos los días por ese sueño que desvela, creerse que uno puede, que uno es suficientemente bueno (lo que más nos cuesta a nosotros), y seguir trabajando hasta lograrlo. Lo único que lo separa a uno de lograr sus sueños es rendirse y todo, todo, es posible, así suene muy cursi.
¿Qué retos se vienen ahora para loop studios?
Todos, seguir creciendo en la calidad y personalidad de nuestro trabajo, seguir construyendo y creyendo en la forma en la que contamos historias para llegar a las parejas que se identifican con nuestra forma única de ver el mundo y el amor, y abrir las puertas de muchos destinos nuevos. Colombia es nuestra casa, nunca va a dejar de ser así, la raíz de todo lo bonito que tenemos en nuestras vidas y a donde siempre volveremos, pero sin duda Sidney es el primero de muchos destinos en mente.
Viajamos muy lejos con muchos miedos que el trabajo duro y la vida han ido acallando, y estamos listos para ir por más y hacer que ese sueño llamado loop cruce todas las fronteras que se proponga. Estamos cerca de cumplir diez años trabajando en matrimonios y definitivamente estamos ansiosos por hacer de éste un punto de inflexión en nuestro trabajo. Reinventarse es solo algo natural cuando se trata de una industria creativa que supone nuevos desafíos y nuevas formas de expresarnos cada día.
¿Cómo ven la industria de los matrimonios en Colombia?
Precisamente eso nos emociona mucho de estar de regreso pronto, vemos que la nuestra es una industria capaz de recoger ideas de afuera sin que lo que nos hace genuinos desaparezca. Por el contrario, los creativos detrás de los matrimonios se esfuerzan no solo por reflejar la personalidad de cada pareja, sino que además acogen las texturas y los colores, las frutas y los sabores que nos hacen únicos y que a la final se convierten en la razón por la que Colombia se ha convertido en un destino de bodas, a donde muchos extranjeros están llegando.
Esta es una recopilación de algunas historias contadas afuera que ofrecieron a los lentes de Sergio y Lina otras perspectivas y ángulos de la fuerza más grande que mueve al planeta y que planean seguir ampliando a su regreso.
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