Fueron a la misma universidad juntos, pero allí nunca tuvieron la oportunidad de cruzarse en el camino. Pero como el destino es caprichoso, sólo hasta octavo semestre de sus carreras y en un viaje de intercambio a España pudieron conocerse. Así comenzó esta historia de amor con nuestros novios protagonistas: Laura y Diego.
En ese intercambio, no fuimos a la misma ciudad en España. Diego se fue a Madrid y yo a Barcelona. Fue en una escapada mía de fin de semana a Madrid, donde coincidimos al tener amigos en común. Y así empezó nuestra historia.
El momento de la pedida de matrimonio no podía ser más especial por la época y el lugar donde sucedió. Fue el día de las velitas en la intimidad de su casa en New York. Decorada con velas encendidas y muchas luces de Navidad, Diego o ‘Rana’ (como lo llaman sus amigos más cercanos) tenía muy claro que Laura sería la mujer con quien quería pasar el resto de su vida. La emoción del momento, tan íntima y romántica quedaría grabada en los corazones de los dos.
Idealizando la boda perfecta
Empezaron los preparativos de la boda, para lo cual lo novios tenían pensado realizar una ceremonia espiritual y continuar con una gran celebración, inolvidable no sólo para ellos sino también para sus familias y amigos. El lugar elegido para la boda fue Restaurante El Pórtico, un lugar perfecto en el que sellaron su amor de la forma más especial y con la complicidad de un ambiente campestre y natural.
Y por supuesto, todo saldría perfecto gracias al compromiso y pasión de la wedding planner María Clara Carreño, de Maracata Eventos desde el momento cero. ¡Ningún detalle quedó por fuera! Desde el save the date, las invitaciones de matrimonio y toda la papelería diseñadas por Arcal Studio hasta el contacto con cada uno de los proveedores.
Así se prepararon los novios
Laura para su gran día, lució un hermoso vestido de novia de corte recto y escote de hombro a hombro de la reconocida diseñadora Amelia Toro. Acompañó su estilismo nupcial con unos aretes muy especiales que pertenecieron a su abuela; una delicada corona de flores y un romántico bouquet a juego, ambos elaborados por Flowerland.
El maquillaje de la novia, natural y romántico, estuvo a cargo de Katerina Martina, ideal para el momento y estilo de la boda. Los anillos los adquirieron en la joyería especializada para novios, James Allen.
Por su parte, Diego eligió un traje de novio de la firma Suit Supply en tono azul marino que combinó con una corbata estampada y un boutonnière de flores naturales. Para los zapatos, eligió unos en color negro brillante, estilo blucher. El arreglo del novio y los amigos quedó en manos de los expertos de Barbería Lords.
Y llegó el gran momento
Laura y Diego vivieron una ceremonia de boda en la que el agua fue protagonista. Rodeado de sus seres queridos le dijeron Sí a una vida juntos, con metas y sueños por cumplir. Cada instante y cada emoción fueron captados por el lente profesional de Diana Hernández.
Y en la parte audiovisual, los profesionales de We Love Memories fueron los encargados de grabar el minuto a minuto de lo que ha sido el día más romántico de ‘Lauris’ y ‘Rana’.
El Pórtico destilaba magia con la decoración floral a cargo de Flowerland, tanto en el lugar donde se realizó la ceremonia, así como en el salón de celebración, en el que destacaban los centros de mesa y pequeñas tiras de luces que desprendían del techo, aportando calidez y romanticismo al lugar.
Una ambientación campestre en la que el amor inundaba cada rincón. Y para hacer aún más inolvidable la boda, Strange Fruit Band amenizó con su música, además de la ceremonia, el momento de la comida.
El primer baile
Para el primer baile, los novios bailaron Amor Eterno de Carlos Vives, pero según las palabras de los novios, “la canción que mejor nos definió fue con la que hicimos nuestra entrada al salón: Las Flores de Café Tacvba“
Finalizado el primer baile, invitados y recién casados se dejaron seducir por la gastronomía del restaurante El Pórtico, experto en sorprender con una amplia variedad de platos, gracias a su contraste entre lo nuevo y la cocina tradicional. En materia de bebidas, los novios sorprendieron a sus invitados con exquisitos vinos del proveedor Ru&Da.
Para el momento dulce, los sentidos no pudieron resistirse a los postres y la torta de boba, de decoración rústica en crema, todo elaborado por Eclat Pastelería.
Un ‘fiestón’ para jamás olvidar
El cierre del gran día superó las expectativas, tanto de los ahora nuevos esposos como de todos los invitados. El Dj Philippe Bonnet, con su particular y absolutamente original estilo, no dejó que nadie se quedara sentado, cautivando a todos con su selección y calidad musical.
Sin duda alguna esta fue la ¡boda perfecta! para Laura y Diego. Y nos encanta ver cómo ese momento tan romántico de sus vidas vino cargado de alegría, nervios, expectativa y sobre todo mucho AMOR, un amor que seguirá siendo el motor principal en esta nueva aventura.
Lugar de ceremonia y celebración: El Pórtico | Wedding planner: María Clara Carreño, Maracata Eventos | Invitaciones y papelería: Arcal Studio | Vestido de novia: Amelia Toro | Ramo de novia y decoración floral: Flowerland | Maquillaje y peinado: Katerina Martina | Traje de novio: Suit Supply | Arreglo del novio y amigos: Barbería Lords | Torta de boda y mesa de postres: Éclat Pastelería | Catering: El Pórtico | Anillos: James Allen | Dj: Philippe Bonnet | Grupo musical: Strange Fruit Band | Fotografía de boda: Diana Hernández | Video: We Love Memories
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