Sí hay algo cierto sobre las bodas es que están llenas de decisiones. Las listas de preparativos muchas veces parecen interminables y la llegada del estrés durante la organización parece inevitable.
Elegir a quién es conveniente invitar y a quién no, engrosar el presupuesto o apretarse el bolsillo, llegar a un acuerdo sobre el tipo de ceremonia que se prefiere e incluso hasta seleccionar el cronograma para hacer todo lo que falta puede ser un punto de desencuentro con la pareja.
Resolver uno por uno cada inconveniente, disfrutar de cada momento y recordar que amamos a la persona que nos acompaña en este proceso de elecciones puede también ayudarnos a tener paciencia y ser más tolerantes respecto a la posible postura desigual del otro.
En todo caso, aquí les presentamos algunas de esas discusiones que probablemente tendrán que afrontar antes de decir: “Sí, acepto”.
1. El dilema: ¿Ceremonia civil o religiosa?
Este suele ser uno de los temas que pueden prestarse para una delicada discusión porque implica los valores y creencias personales de los novios. Por eso es fundamental aceptar las diferencias, pero también elegir lo que sea la mejor opción para ambos, así que te sería útil leer estos 8 consejos para tener una ceremonia laica a tu media.
2. Dinero, más dinero…
Aunque hay bodas para todos los presupuestos, decidir casarse es aceptar que habrá un gasto grande. Y sí, el dinero es un factor determinante, aún más si los novios costearán la mayor parte, pero no hay que olvidar que el gran día se convertirá en un recuerdo para el resto de sus vidas y vale la pena invertir…¡Claro, con sensatez! De todas formas, te invitamos a leer estos valiosos 7 tips para hablar sobre el presupuesto de la boda con tu pareja sin que se convierta en un dolor de cabeza.
3. A ti te quiero en mi fiesta…
Más allá del presupuesto, el número de invitados de una boda debe ser una decisión regida por los intereses personales de la pareja. Es necesario tener en mente que durante la ceremonia y la reunión estén los más allegados, ¡aquellos familiares y amigos infaltables cuya ausencia se sentiría!, porque muchas veces los novios invitan a una gran cantidad de personas con las cuales solo alcanzan a compartir el saludo.
Vamos, no hay que tener reparos en acortar la lista, en especial si se trata de ese primo lejano con el que hace siglos no te hablas o la hermana del compañero de trabajo que no conoces. Siéntate con tu pareja a proponer los nombres de los posibles asistentes y luego, entre los dos, revalúen uno por uno hasta sentirse satisfechos. No te pierdas las 5 preguntas clave para elaborar la lista de invitados, ni las 8 personas que no tienes porqué invitar a tu boda.
4. La elección de los testigos
Esta es una decisión en la que los dos también deben estar involucrados, al igual que en el tema de la lista de invitados. Por lo regular y para evitar choques, cada uno de los novios le expone al otro dos o tres nombres de quiénes quiere elegir como testigos y menciona el por qué. Y vale, es importante la opinión de la pareja, pero es mejor no interferir en esta selección y, por el contrario, apoyarse.
Lo bueno es que tanto él como ella suelen estar de acuerdo sobre el veredicto y si no es así, acá les dejamos 5 recomendaciones para los testigos de la boda. Sólo unos cuantos consejitos a los elegidos para que cumplan bien su papel aunque no tengan el dedo pulgar de aprobación de alguno de los miembros de la pareja.
5. ¿Por qué todo yo?
Bueno sí, aceptémoslo, las mujeres tenemos más afinidad con muchos de los aspectos relacionados con una boda… por ejemplo, la decoración. Seguro a tu novio le gustará decirte qué colores le gustan o si prefiere accesorios minimalistas, pero ¡no exijas demasiado! El pobre no quiere recargar todas las tareas en ti, solo que no es muy dado a estos temas por eso es una gran idea hacer frente a la organización, delegando funciones a un wedding planner.
En un matrimonio existen ciertas variables que pueden generar discusiones, algunas las tratamos aquí, sin embargo, hay muchas otras que pueden ser un foco para que nazcan peleas: como la familia, por ejemplo. Recuerden que la boda es de ustedes, así que solo ustedes saben lo que realmente quieren, ¡no agreguen más tensión, intentando satisfacer los gustos de todos!
Fotos: Novios disgustados de PathDoc, vía Shutterstock. Pareja cariñosa al aire libre de Norma Grau junto con foto de Abrazo de Félix Faura, tomada vía Flickr.
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