Entre la gente que está invitada a una celebración, hay un grupo particular que siempre logra destacarse y no precisamente por su discreción. Si no los has visto antes, prepárate porque es posible que la invitación a esa boda que tienes, sea el pasaporte para conocer algunas de las conductas más interesantes del ser humano. Si ya los has visto, tal ves te rías un poco. Pero sobre todo, prepárate para no convertirte en uno de estos 6 personajes:
1. Esa mamá sentimental
Nadie puede pensar en otra persona, el comentario en los rincones hace alusión a esta pobre mujer. Cuando llegó, las ojeras eran evidentes, durante la boda no paró de llorar, casi no suelta a su hijo cuando salió de la iglesia, en el brindis repitió llanto y durante el banquete no probó bocado. Alguna amiga de esas que se escandalizan por todo se ha sentado a su lado en la mesa y ha compartido con ella la sorpresa que causa ‘el girar del reloj’: “ayer era apenas un niño”, “la vida es así”, “los hijos se van”… Su esposo intentó consolarla, pero ella estaba decidida a que hoy sería su día para estar inconsolable y él se dio por vencido. Si en lugar de ser la mamá es el papá, pues llama todavía más la atención y es peor si su emoción desmedida está acompañada por el alcohol.
2. El maestro improvisado de ceremonias
Novios: por favor no le digan a última hora a algún invitado, por más bueno que parezca ser en el manejo de público, que se encargue de dirigir o de dar algunas palabras al público. ¡Eso no se le hace a los amigos! Ahora, es cierto que hay algunos que tienen un don para esto y saben hacer los comentarios adecuados y consiguen las sonrisas o las lágrimas de los invitados en su justa proporción. Pero hay algunos otros que de verdad creen que están siendo chistosos o que cuentan lo que nunca debió dejar de ser parte de la intimidad y… pues no. No se sabe cuál es el peor, si el que debía encargarse de las palabras y nunca llegó o al amigo que a última hora le pediste que diera unas palabras.
3. La tía que todo lo sabe
Cuando su hija se casó, esto se hizo de tal manera y aquello de alguna otra forma. Y parece que casi nada está bien hecho: la maquilladora se equivocó escogiendo los tonos y el estilista alisó demasiado el cabello “con ese crespito tan lindo que a sumercé se le hace”. El vestido, según ella, tu prima lo consiguió de mejor calidad y más barato por internet y la wedding planner es demasiado seria; hasta el muchacho de la fotografía se le atravesó preciso cuando iba a sacar la foto del beso durante la ceremonia. Todo está mal, pero ella quiere el centro de mesa, porque esas flores sí están bonitas. Si tu boda es en Medellín, conoce la lista de los 10 mejores wedding planner de esa ciudad!
4. La femme fatale
Ella tiene (o no), los atributos necesarios para llamar la atención de los hombres y está muy convencida de eso (aunque no los tenga). Todas las invitadas han intentado dejar de lado el blanco por ser el color de la novia, sin embargo esta invitada ha optado por ese tono y una abertura en la pierna que va hasta donde el muslo empieza. Está empeñada en conseguir que todo lo que tenga que ver con ella sea sensual y de hecho, algunos comentarán que se pasó en el baile. Hay una manada de salvajes detrás de ella y en las mesas aledañas un corrillo de amigas despiadadas riendo un poco gracias a esa invitada.
5. El DJ
Sí. Hay algún amigo que quiere recordar las viejas épocas y que identifica todos los recuerdos con canciones. Por eso no ha dejado en paz durante toda la noche al DJ de verdad, el que tú contrataste, o no ha parado de pedirle a la orquesta que no se olviden de tocar tal canción, aunque ya le dijeron que no se la saben a pesar de que él se haya ofrecido a cantarla. Si estás en Bogotá y conoce un DJ profesional para tu boda.
6. El familiar que se pasa de tragos
Empezó pidiéndole ‘otro vinito’ al mesero y en algún momento, sin que nadie se diera cuenta, le hizo saber que recibiría remuneración por ser fiel a él. Así que el mesero está feliz llevándole más trago y él también, perdiendo lentamente la consciencia. Llegará el momento en que quiera tomar el micrófono y dar los agradecimientos a los invitados, uno por uno, y con los nombres que recuerde, por haber asistido. Llorará porque ‘se nos va la niña consentida de la familia’, aunque él es el primo más lejano a ti.
Viene el gran día de esa persona que tanto quieres o que por lo menos te quiere tanto como para invitarte, y es el momento oportuno para hacer que se sienta amado y bien acompañado, porque de ahora en adelante empezará con una de las más exigentes aventuras de su vida. Enfócate en conseguir que se sienta feliz y que disfrute su momento, porque al fin y al cabo nunca va a repetirlo. Apóyate leyendo: Cómo ser el invitado perfecto: 9 acciones que debes tener en cuenta. O si eres la novia, te puede servir leer: ¿A quién invitar a la boda? 5 preguntas para elaborar la lista de invitados y claro, visitar la guía de proveedores de Zankyou.
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