Esta es la historia de un chico indio llamado Akbar y una bella colombiana llamada Katherine, que dio lugar a un amor verdadero, y con ello, a una boda sin precendentes, donde hubo espacio para el ritual del sangeet, una boda hindú, y una ceremonia católica. En Zankyou nos encantan estas historias, por lo cual hoy te contaremos los bellos detalles de una historia de amor que trajo consigo una boda como ninguna otra.
Una noche, el entrenador del gimnasio de Katherine le informó que compartiría su rutina con un chico indio. Ella, un poco descontenta, aceptó cordialmente. A la mañana siguiente, Katherine conoció a Akbar; la pasión de los dos por el entrenamiento físico inició una amistad, que muy pronto se convirtió en una primera cita para subir el Cerro de Monserrate, un domingo por la mañana.
Comenzaron a conocerse… en el camino, nunca creyeron tener tantas cosas en común, cosas más allá de las superficiales; sobre aquellos asuntos en las cuales dos futuros esposos deberían estar de acuerdo, ellos ya lo estaban naturalmente y sin planearlo. Compartir tiempo juntos se convirtió en aquello que más les gustaba.
Ambos, siendo empresarios, apasionados por su negocio y sus proyectos personales; ambos, fieles a su familia y sus amigos; ambos, atentos, amigueros, inteligentes y, sobre todo, muy centrados en sus metas. No hubo razón para que no se enamoraran. Un mes después, el 23 de mayo, Katherine recibió una nota dentro de un postre que le dio Akbar, que decía: “¿Quieres ser mi novia?”. Ella con sorpresa y alegría, aceptó el sí que cambiaría sus vidas para siempre.
Dos años después de una relación de noviazgo que conmovía a todos sus amigos y familares, Akbar dio el paso definitivo: le pidió a Katherine que fuera su esposa. Ella dijo nuevamente SÍ, lo que dio comienzo una de las grandes hazañas de sus vidas… la organización de su matrimonio hindú-católico.
Comenzaron por hacer una invitación muy original. Mediante un increíble video Save The Date realizado por Roble Morado Films en seis diferentes locaciones, recrearon la historia de cómo se conocieron, su vida de noviazgo, y cómo se comprometieron para ser esposos.
Y entonces llegó no el gran día, ¡sino el gran fin de semana! Primero fue el Sangeet, una fiesta que generalmente se realiza unos días antes de la boda y se toma como un momento para que las familias se conozcan.
Debido a la gran cantidad de gente que se reúne, es costumbre hacerlo en el salón de un hotel, el más lujoso posible; ellos lo hicieron en el hermoso Hotel Restaurante Indian Palace, en Bogotá. Antaño era una ceremonia solo para mujeres, pero en los tiempos modernos, es una alegre celebración de hombres, mujeres y de ambas familias que se unirán en matrimonio.
La organización y bellísima decoración de ambos días, estuvo cargo de The Blue Print Events, todo un éxito gracias a Satori, la wedding planner especializada en bodas hindúes, árabes e interculturales, quien puso todo su profesionalismo y experiencia para darles a los novios e invitados, un fin de semana espectacular e inolvidable, justo como ellos lo desearon.
El arreglo de la novia a cargo de la maquilladora Marcela Suárez, fue simplemente fabuloso. Luciendo un vestido confeccionado especialmente para ella, salió en un carro muy original hasta la capilla donde sería su boda católica. El novio se vistió con trajes exclusivos de la India y como era de esperarse, lució como un príncipe para su princesa.
Salieron de la ceremonia católica, con mucha lluvia (“lluvia de bendiciones”, como suelen decir en Colombia). No te pierdas los tips para escoger el sacerdote de tu boda; luego les esperaba un coctel hour en el Castillo Marroquín, mientras los novios se cambiaban para lucir sus trajes y atuendos traídos de la India, especialmente para su gran noche.
Poco después, los invitados pudieron ser partícipes de una hermosa Boda India, en la cual se enciende un fuego en un contenedor al interior del mandapa, frente al cual los novios hacen sus promesas.
Así lo hicieron Kathe y Akbar, quienes acorde a la tradición india, cumplieron juntos siete pasos alrededor del fuego a lo largo de un recorrido, cuya etapas estuvieron marcadas con flores y con otros símbolos de prosperidad, que corresponden cada uno a un rezo y a una promesa mutua.
Al final de este ritual, los novios se convirtieron en marido y mujer frente a toda su familia y amigos.
Y entonces, como lo dicta la tradición india, comenzó el banquete, los bailes y la música. Las dos familias se unieron para hacer una coreografía espectacular que ensayaron con mucho cariño, para lucirse ante todos los invitados que venían de la India y de diferentes partes del mundo.
Los novios dieron un hermoso discurso que hizo llorar a muchos. Kathe recuerda la manera cómo se conocieron y Akbar dedica unas hermosas palabras. De manera sublime, los videógrafos de Bodas de Roble Morado Films revelan la emoción incomparable de los novios y de todos sus queridos invitados.
Luego vino la fiesta, la cual estuvo muy divertida y prendida. Los invitados lo disfrutaron aún más cuando llegaron los chicos de La Vitrola, con toda su alegría, su música colombiana y sus bailes geniales al mejor estilo Daft Punk.
Tantos momentos irrepetibles, fueron registrados por el ojo del talentoso fotógrafo Christian Cardona y por el equipo de Roble Morado Films en video, quienes vivieron con sus lentes y profesionalismo, los dos días que conformaron esta increíble celebración, capturando fotografías y vídeos que dejaron a los novios sin palabras. Este es el vídeo de la fiesta que tuvo a los invitados disfrutando y bailando toda la noche.
En Zankyou felicitamos de corazón a esta hermosa y multicultural pareja y a esta gran familia que se unió para celebrar un gran amor. Porque para el amor todos manejamos el mismo sentimiento y el mismo lenguaje.
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