La historia entre Laura y Alfonso fue de aquellas como muy pocas, casi como salida de un cuento; se conocieron en junio de 2014, cuando ambos trabajaban en un crucero, el Rhapsody of the Seas de Royal Caribbean que zarpaba de Seattle hacía Alaska.
‘Poncho’ como le dicen sus amigos a Alfonso, llevaba casi un año trabajando para barcos; no obstante Laura era nueva en el mismo; y se vieron por primera vez en el comedor de empleados. Una amiga de él los presentó y allí comenzaron a ‘charlar’ mientras almorzaban; pronto comenzó su primera etapa que fue de amistad, y poco a poco se fueron conociendo más. Iban a rumbas, salían en los puertos a conocer nuevos lugares y vivían experiencias inolvidables.
“Ese contrato en el Rhapsody para ella y para mi ha sido uno de los mejores, porque no sólo tuvimos la oportunidad de conocernos, sino que conocimos lugares increíbles como los glaciares en Alaska, las islas de Hawaii, las playas vírgenes del Pacífico sur y la parte este de Australia” Poncho.
Pasaron juntos más de 8 meses en aquel barco, hasta que llegó el momento de desembarcar e irse de vacaciones; pasaron casi 30 horas juntos cuando volaron de vuelta de Sydney a Hong Kong y después a Los Angeles, sin saber si se volverían a ver…
Sin embargo al despedirse, ambos sabían que entre los dos podía haber algo más que una amistad; pero de igual manera, debían decir adiós… así que “casi como de película nos despedimos en la terminal, ella con destino a Bogotá y yo a Ciudad de México”.
Pero esto no fue un impedimento para que siguieran en contacto… ya para ese entonces había nacido esa chispa que los mantuvo atraídos y conectados: “no dejamos de estar en contacto por redes sociales y mensajes, todo el día nos escribíamos hasta altas horas de la noche y cuando menos lo esperábamos nos llegó una noticia que nos entristeció”: para cuando terminaran las vacaciones, iban a tener que trabajar en barcos diferentes.
Pero Poncho hizo un viaje de trabajo a Bogotá. Allí no perdería la oportunidad de volver a ver a Laura. Efectivamente así fue… estuvo solo dos semanas en Colombia, y cada uno de los días la pasó con ella…
Sabíamos que el tiempo se nos agotaba, que las vacaciones terminarían pronto y no podríamos seguir viéndonos por muchos meses, fue así que la invité a México por dos semanas. Poncho
Y adivinen qué pasó: ¡ella sin dudarlo aceptó! Así fue que volaron juntos a México donde conocieron muchos lugares, comidas y pasaron más tiempo juntos… fue durante la segunda semana en México, que se hicieron novios en la mágica ciudad de San Miguel de Allende; “ambos sabíamos que regresar a nuestro trabajo iba a ser un reto, pero decidimos aceptarlo”.
Cuando las vacaciones terminaron, los novios emprendieron un nuevo viaje de trabajo. Laura voló a Alemania para inaugurar un barco nuevo que estaría en Europa y Poncho volaría a Miami para estar unas semanas en el Caribe y después cruzar el mar Atlántico y llegar a Europa. Pasaron varios meses y la única forma de comunicarse era por emails, el chat del trabajo y algunos mensajes, puesto que el Internet en un barco suele ser muy costoso.
Nunca perdimos la esperanza de cambiarnos de barco hasta que a Laura le confirmaron que se trasladaría al barco en el que yo me encontraba, así que nuevamente pudimos estar juntos y pasar un largo tiempo sin ningún contratiempo.
Y un 9 de mayo, Poncho ideó un plan para pedirle matrimonio a Laura. Le dijo que por trabajo debía ir a tomar unas fotos en la Isla de la Pasión, así logró que ella lo acompañara. Tomaron un bote hasta la isla, donde los esperaba la encargada del lugar, con quien el novio ya se había puesto de acuerdo para darle una sorpresa a Laura. Cuando llegaron, Poncho, a pesar de sus nervios, comenzó a llevar a cabo el plan…
“Laura seguía sin sospechar; saqué mi cámara de fotos, el trípode e hice que se colocara en un extremo para ayudarme a enfocar; yo corrí al otro lado y le dije que caminara lentamente hacia mí, ella sin saber que era lo qué pasaba, dio un par de pasos y después le dije que continuara caminando y volteara a ver unos letreros y los leyera; los letreros decían uno por uno “Laura te quiere casar conmigo?”, agregó Poncho.
Por si fuera poco, al llegar al último letrero, el novio enamorado la esperaba sobre un corazón de arena relleno de pétalos de rosa, arrodillado y con el anillo de compromiso para hacerle la pregunta personalmente. Por supuesto, Laura sorprendidísima, sin caber de la alegría y la emoción dio el gran Sí, que los dejó con una sonrisa todo el día, disfrutando un día en la playa como nuevos prometidos.
Entonces comenzaron a planear el gran día de su matrimonio. Como trabajaban en cruceros, sabían que iba a ser todo un reto, ya que les tocaría elegir todo de manera remota; entonces comenzaron eligiendo el país. Colombia fue su elección, y a partir de ahí, el resto les tocó contratarlo mediante fotografías y vídeos de todos los lugares.
Foto: Christian Cardona – Xpress Books
“La mayor parte de la planeación fue a través de nuestro wedding planner Andrés Espitia quien siempre estuvo a nuestra disposición, a pesar de la distancia y cualquier cosa que necesitábamos nos la solucionó inmediatamente, igualmente el día del matrimonio me sentí cero preocupado ya que sabía que estaba en buenas manos“, comentaron los felices esposos.
Y así fue: cuando llegó el gran día de la boda, todo salió de maravilla. Laura lució un vestido de Orlando Florez, completado con un maquillaje especialmente para ella a cargo de Rafael Mora, lo cual dejó a su prometido deslumbrado y más enamorado al verla salir de una carroza traída de Hacienda Sumatambo. Él no se quedó atrás, vistiendo un elegante traje diseñado por Carlos Nieto y Verónica Restrepo.
En la Hacienda La Martina, se realizó la bellísima ceremonia que fue aún más emotiva gracias al Grupo Musical Konzert, sin dejar de lado la sorprendente decoración floral a cargo de Angela López Eventos.
Laura y Poncho leyeron mutuamente unos votos matrimoniales, muy personales, que quedaron registrados gracias al trabajo profesional del equipo de Roble Morado Films, quien entregó un vídeo inolvidable a los nuevos esposos.
Con la ayuda del talentoso wedding planner Andrés Espitia, los novios pudieron realizar una boda en la que dos culturas, colombiana y mexicana, se unieran, con un toque de cada país; cocteles y bebidas mexicanas para los invitados, además de un ambiente al mejor estilo de feria mexicana: Y por el lado de Colombia, gozaron de la parranda de un conjunto de Vallenato, con la cual los invitados bailaron y disfrutaron si parar.
Cerraron la boda con una sorpresa fenomenal: un mariachi mexicano que todos los asistentes cantaron y disfrutaron hasta el final. El talentoso y experimentado fotógrafo Christian Cardona, fue quien estuvo pendiente de cada detalle y momento de los preparativos, la ceremonia y la fiesta, y por tanto quien dio a los novios el mayor tesoro: unas fotografías espectaculares que reflejaron maravillosamente todo lo que vivieron los novios en su primer día de casados.
Durante la fiesta, Juan Javier Hernández, con su equipo de DJ Staff Colombia, logró que la celebración tuviera un elevado ambiente de fiesta y rumba, por lo que los invitados gozaron con cada tema musical,disfrutando al tiempo las delicias gastronómicas creadas por Camilo Escobar Eventos, quien preparó con su equipo, platos exquisitos que enamoraron a cada uno de los asistentes.
Para Laura y Poncho, lo más increíble e inolvidable de su boda, fue el haber podido compartir con tantos seres queridos en este día, y que a pesar de la distancia, los invitados se dieron cita para llegar al lugar, haciendo que los recién casados tuvieran una noche que quedará grabada en sus memorias.
Organización y wedding planner: Andrés Espitia Event Planner | Ceremonia y Recepción: Hacienda La Martina | Vestido de la novia: Orlando Florez | Maquillaje novia: Rafael Mora | Traje del novio: Carlos Nieto y Verónica Restrepo | Fotografía: Christian Cardona – Xpress Books | Vídeo: Roble Morado Films | Transporte en carroza: Hacienda Sumatambo | Música capilla: Grupo Musical Konzert | DJ, luces y sonido: DJ Staff Colombia (Juan Javier Hernández – DJ) | Catering: Camilo Escobar Eventos | Flores y decoración: Angela López Eventos |
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