En muchas ocasiones los amigos son los mejores embajadores del amor, y para el caso de Diana y Andrés esto no fue la excepción, ellos se conocieron gracias a una amiga en común y desde ahí formaron una amistad que poco a poco fue convirtiéndose en un noviazgo de ocho años. Ahora, ellos han dado su “sí” ante el altar, para estar juntos por el resto de sus vidas. Te contamos su historia.


Una pedida de mano muy creativa
Dicen que las relaciones largas no llegan al matrimonio y que las cortas sí o viceversa, pero entre Diana y Andrés el tema de unir sus vidas para siempre no dejó de estar presente y hablaron del asunto durante más de seis meses. A pesar de eso, la pedida de mano se hizo esperar.
Aún teniendo claro lo que querían los dos, Diana notaba que no sucedía nada, que Andrés no se manifestaba de ninguna forma, por lo que ella muy insistente se refería al tema y él le sacaba una que otra excusa, para que no se diera cuenta que ya venía preparándolo todo, con el propósito de comprometerse con ella como debía ser.


Un día cualquiera, él tuvo que viajar a Cartagena por lo que fueron y la invitó a comer al restaurante El Muelle del Chef, allí a la vista de una exquisita champaña y un delicioso menú, Diana se imaginó que en ese momento Andrés le iba a pedir matrimonio. ¡Pero no! Él pagó la cuenta y tomaron rumbo para regresar a Barranquilla, su ciudad natal.
Durante el viaje de regreso el carro comenzó a fallar, por lo que Andrés se bajó del carro para revisarlo y llamó a Diana para pedirle ayuda y le dió una linterna para alumbrar la batería. Y ahí, ¡por fin!, ella muy sorprendida ve el tan esperado anillo, una preciosa joya. Definitivamente, una manera muy creativa de pedir la mano, ¿no crees?

“Por siempre”
Esa fue la frase que quedó marcada en las argollas que simbolizaron la unión eterna entre Diana y Andrés. Para este gran momento, ella lució un lindo vestido color ivory, corte sirena en encaje, con falda voluminosa y escote corazón, acompañado de un abundante velo bordado con encaje. Todo exclusivo de la tienda Bridal Reflections NYC.





Ella contrastó perfectamente su look con unos aretes de oro blanco y amarillo, zapatos en tela de marca Badgley Mischka, del mismo color del vestido y con una imponente flor en sus costados. Wildflowers Bahamas hizo el ramo y este llevó hortensias con rosas en tonos pasteles, peonies y cristales.



El afortunado esposo, optó por el color blanco y los visos negros en su traje de Hugo Boss, color que también se notó en sus zapatos Bally. Como complementos, él llevo un espectacular reloj Rolex.


Un sueño cumplido en Bahamas
Los novios no solo cumplieron su sueño de casarse, sino que también consiguieron pasar un tiempo muy merecido con todos sus invitados en Bahamas. La encantadora ciudad de Nassau fue el escenario testigo de esta maravillosa boda, con una ceremonia y un coctel en el centro de eventos Ocean’s Edge.


Luego, la celebración pasó a ser en el Hotel Atlantis, un lugar mágico que Wildflowers Bahamas embelleció aún más, con una delicada decoración en tonos blancos y toques dorados, adornado con velas, varios arreglos florales y manteles color ivory con lentejuelas en forma de corazón.


La hora loca estuvo completamente “Afuera del planeta”, como se titula la canción de Manuel Medrano, que fue la que bailaron Diana y Andrés, como antesala al tradicional Carnaval de Bahamas recreado por la agrupación Junkanoo con muchos pitos, campanas, tambores, colores y bailarines, además de los elementos al estilo “glow in the dark” que los novios quisieron incluir para que su fiesta fuera inigualable.



Ante tanto baile, Diana también pensó en sus invitadas y les obsequió unas zapatillas de ballet, dentro una bolsita que llevaba la frase “recuerdo de todo lo que bailaste”. A su vez les entregó pashminas para el frío y un kit con un termo, un abanico y una carta de agradecimiento. Estos últimos detalles fueron creación de la novia.


Ahora los novios y sus invitados cuentan con los mejores recuerdos de la celebración de este matrimonio, gracias al excelente trabajo fotográfico de Christian Goenaga que superó todas las expectativas de Diana y Andrés. Esperamos que tú también los disfrutes y te inspires al 100 por ciento para tu boda soñada. Y si el tiempo se está haciendo corto, ¡no te angusties!, conoce la historia de Carolina y Eduardo, ellos organizaron su matrimonio en tan solo dos meses.
Créditos:
Pedida de mano: Restaurante El Muelle del Chef | Ceremonia y coctel: Ocean’s Edge | Recepción y catering: Hotel Atlantis | Vestido de novia: Bridal Reflections NYC | Zapatos novia: Badgley Mischka | Traje del novio: Hugo Boss | Reloj novio: Rolex | Zapatos novio: Bally | Decoración y ramo de la novia: Wildflowers Bahamas | Fotógrafo: Christian Goenaga | Hora loca: Junkanoo
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