Cada vez más historias demuestran que el trabajo no solo te da una experiencia profesional, sino también puede regalarte el amor de tu vida, y esta es una de ellas, la vida llevó a Diana y a Jairo a conocerse mientras trabajaban en la misma compañía, así entablaron una bonita relación y hoy en día son marido y mujer. Por eso, hoy te contamos tu historia: La decisión más especial de sus vidas, tuvo como antesala una épica propuesta de matrimonio alrededor de las Cataratas del Niágara en Canadá. Allí, una cena romántica con fuegos artificiales, en un hotel ubicado frente a esta maravilla del mundo, bastó para jurar amor eterno.
Un gran look nupcial
Poco a poco fue llegando el día real, el momento para formalizarlo todo ante el altar y festejarlo como nunca. Diana, lo hizo con un hermoso vestido exclusivo de Pronovias, corte princesa, con espalda al aire, acompañado de un largo velo en encaje y tacones diseñados por Alberto G. con abertura en su punta y de color plateado mate.
Con la asesoría de Ferney Castillo, ella llevó su cabello semi recogido, lo adornó con un tocado plateado y lució un maquillaje muy sutil, pero que realzó perfectamente su rostro. Un look que hizo aún más increíble un ramo de rosas blanco con una cinta de piedras en sus tallos.
Jairo vistió un elegante traje diseñado por Helí Vargas color café claro, tono que el novio decidió resaltar mucho más con los accesorios que complementaron su atuendo, como sus zapatos marca Hugo Boss. Aún, frente al estilo de cada uno, el oro blanco fue el material común en esta pareja, pues hizo parte de las argollas con las que para siempre sellaron su enamoramiento y del anillo de compromiso que el afortunado entregó a su prometida en Canadá.
Una boda de cristal
Al ser él de Barranquilla y ella de Riohacha, la elegida para la celebración de este dulce enlace fue la ciudad natal de Diana, la ceremonia tuvo lugar en la Iglesia Nuestra Señora de Los Remedios y el sitio de la recepción fue el Centro de Convenciones Anas Mai.
Durante la ocasión fueron protagonistas los letreros cómicos, el color blanco, el plateado y los cristales que se hicieron evidentes en detalles como la decoración floral, la mantelería, los centros de mesa y el mobiliario.
Este fue un gran conjunto producido por la especialista venezolana Adriana Chistoffer, la novia lo describe como hermoso y se refiere a el, como uno de los aspectos más emocionantes de su gran día, al igual que el discurso de su esposo y la primera canción que bailó junto a él: “Tengo Tu Amor” del cantautor colombiano Gusi.
El ramo se quiso escapar
Esta fue una boda en la que el ramo estuvo a punto de escaparse de las manos de alguna de las solteras asistentes, pues al momento de ser lanzado por la novia, se quedó enredado en las luces que iluminaban la tarima. No obstante, el hecho anecdótico se superó entre los invitados con la fiesta motivada por los éxitos de Gusi y los obsequios que los novios prepararon para ellos. A los asistentes les entregaron abanicos y mochilas wayúu decoradas con piedras.
Su entrada hacia al altar como comprometidos y su salida como casados, en medio de sus acompañantes más queridos, será una ocasión que seguro Diana y Jairo jamás olvidarán, gracias a los registros de Valeria Quintero Fotografía y en los que quedaron reflejadas más de mil sonrisas. Sin duda, son recuerdos que provocarán que el amor florezca cada día más.
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Ceremonia: Iglesia Nuestra Señora de los Remedios | Recepción: Centro de Convenciones Anas Mai | Vestido de novia: Pronovias| Zapatos novia: Alfredo G. | Maquillaje y peinado: Ferney Castillo | Traje novio: Helí Vargas | Zapatos novio: Hugo Boss | Decoración: Adriana Chistoffer | Fotografía: Valeria Quintero Fotografía
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