La fantástica ciudad de Cartagena le brindó a Nina la casualidad más bonita de la vida: encontrar a Leo. Desde ahí empezó a surgir una completa historia de amor, se dieron la oportunidad de conocerse y vivieron un noviazgo de nueve meses, en el que descubrieron que no podían existir el uno sin el otro.
Pero… ¿Y el anillo?
El matrimonio empezó a rondar sus mentes y cada vez más hacia parte de sus conversaciones cotidianas. Sin embargo, la definitiva sucedió alrededor de una cena en Villa de Leyva, donde Leo le confirmó a Nina su compromiso sincero y su deseo de casarse con ella en cualquier momento, pero que su único problema era que no tenía el anillo. Conoce el significado de las piedras preciosas del anillo de compromiso.
No era algo que le importara a Nina y simplemente salió junto a él a comprarlo en una de las tiendas típicas del conquistador municipio. Pasada la noche, el novio acudió a la artesanía y formalmente le pidió la mano a su amada, los dos lloraron emocionados y ella muy segura le dijo que ¡siii! Pero ¡oh sorpresa! no todo acabó ahí, minutos después Leo terminó de cautivar a Nina con el anillo real del compromiso, una joya en oro blanco y diamantes, que en días pasados habían visto. Ella a pesar de ser siempre muy insistente con el tema del matrimonio, nunca se imaginó algo así, tan inesperado e inolvidable.
Un adorable look
El caribe colombiano volvió a ser parte del camino de esta linda pareja, al casarse en la ciudad de Valledupar, llevando a cabo una ceremonia católica en la Iglesia Inmaculada Concepción. Allí todo lo finiquitó una argolla en oro blanco y diamantes fabricada por la Joyería Liévano.
Para ese momento soñado, Nina vistió un traje de novia con escote redondo y corte sirena de Mori Lee Bridal y unos zapatos de color rosa bañados en piedras. Además de su vestido, un peinado semirecogido realizado por Néstor Peláez, su tocado plateado, un velo no muy largo bordado en encaje y un maquillaje natural, a cargo del mismo estilista, le dieron a la novia un adorable look, que tuvo como detrás de cámaras instantes de esparcimiento con sabor a champaña en compañía de sus damas de honor.
Leo por su parte, estaba listo para recibir a su futura esposa en el altar, vistiendo un smoking tropical y zapatos negros en charol de Carlos Nieto. Nina al verlo esperando por ella se llenó de emoción y recuerda ese instante como uno de los más especiales de su boda.
Un verdadero cuento de hadas
Admirables detalles como unas mesas decoradas con hermosos arreglos florales altos, manteles color hueso con flores grabadas en alto relieve, iluminación tenue, tonos pasteles, cajas en filigrana con chocolates dorados y accesorios para photo booth, esperaban por los invitados y los novios, como gran escenario para la recepción en el Hotel Sonesta.
El vallenato como género musical representativo de la capital del Cesar no pudo faltar, Nina y Leo no se cansaron de bailar “10 razones para amarte” de Martín Elías. Una particularidad que junto al atuendo de los novios, su historia y los elementos de la decoración, hizo de esta boda, a cargo de la wedding planner Patricia Baute, un verdadero cuento de hadas que para siempre podrá ser narrado con las imágenes de Valeria Quintero Fotografía.
Si te gustó esta boda, no dejes escapar la inspiración y auméntala disfrutando también la historia de Pablo y María Teresa: ¡una unión eterna!
Ceremonia: Iglesia Inmaculada Concepción | Recepción: Hotel Sonesta | Vestido de novia: Mori Lee Bridal | Maquillaje y Peinado: Néstor Peláez | Anillo: Joyería Liévano | Traje y zapatos novio: Carlos Nieto | Decoración: Patricia Baute | Fotografía: Valeria Quintero Fotografía
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