La pelota de letras. Tienes que ser de mi generación para que esa sea la primera idea que se te venga a la cabeza cuando te encuentras una mención a las generaciones X, Y y Z. Ese show de stand-up comedy, permanece en la memoria de los integrantes de la gente de mi edad, con la escena de desaprobación de algunas mamás que abandonaron el video que se reproducía en el DVD, justo antes de que empezara a hablar (burlarse) de los que entonces podíamos ser definidos como adolescentes. La risa provenía del hecho de que identificaba muy bien los rasgos específicos de cada generación.
Los hijos directos de los baby boomers son los primeros que mencionaremos hoy, la Generación X, que nació entre 1965 y 1981 y que probablemente sean los papás de la siguiente; la Generación Y, mejor conocidos como Millenials y que resultan ser los adultos, la gente madura de esta época. Muchos de estos últimos ya son los padres, (otros, o lo anhelan desesperadamente o se acogieron a su condición de ‘Bon Bril’), de la Generación Z o nativos digitales, nacidos cerca de la mitad de los 90, son los adolescentes y niños del presente. ¿Cómo se casó la Generación X? ¿Cómo lo hace la Generación Y? ¿Cómo lo hará la generación Z? El mundo de las bodas cambió con los años y lo seguirá haciendo, como sucede con todo, ¡hasta con los bikinis! aquí veremos cómo se transforman las celebraciones nupciales:
Generación X
La generación que se ha enfrentando a más cambios veía difícil librarse del protocolo, aunque ya algunas parejas dejaban ver que algún día desaparecería de la escena. Y elementos como los vestidos que portaban tanto hombres como mujeres, lo reflejaban. Los hombres permanecían pegados al chaqué, frac o smoking y la informalidad era mal vista, mientras que las mujeres apostaban por vestidos de novias que no fueran tan pomposos como en las bodas ochenteras, la apuesta era minimalista y la moda nupcial daba sus primeros pasos con el surgimiento de la primera tienda de Rosa Clará.
En cuánto a decoración, asistir a una boda podía ser lo mismo que ir a unos 15 años o a una primera comunión lujosa. Nada personalizado, nada de estilos de decoración o tendencias. Lo único verdaderamente importante era que cada cosa estuviera en el lugar que le correspondía y que tuviera la elegancia necesaria. Los manteles, por mucho, serían el único elemento verdaderamente cambiante. Ir a una boda podía ser lo mismo que ir a otra: te tenías que vestir igual y probablemente se diera el mismo orden. Nada que ver con las bodas de hoy en día.
Conoce más sobre “Ilusiones Organización y Protocolo” “Sr. y Sra… e hijos E. S. M.”, sería casi que con total seguridad el texto del sobre de la invitación. Por dentro estaba el texto escrito como en un dictado, las diferencias los datos y los nombres de los padres y los novios, en un papel de tonalidades claras: gris, perla, blanco, beige… Dentro de la lista de invitados se incluían personas que no necesariamente hacían parte de aquellos a los que los novios más querían, a muchos se les invitaba por compromiso. La comida no había pasado por el boom de la fusión que ha invadido la cocina actual, así que los platos, además de ser refinados y debidamente servidos, no representaban una mayor innovación. Los verdaderos cambios, la transformación evidente, serían vistos por la siguiente generación, los que ahora nos casamos.
Generación Y
Aquí es donde se ve un cambio verdadero. Los últimos vestigios de protocolo se esfuerzan por sobrevivir en momentos que todavía persisten a pesar de las innovaciones de esta generación que se ha decidido por bodas a su manera. No importa si lo dejan todo en las manos de una wedding planner (que aparecen para esta época) o si prefieren hacerlo ellos mismos, lo importante es que sea personalizada. Menos influenciables y mayores ya, los millenials al casarse optan por la informalidad y rompen con todos los pre-conceptos acerca de cómo se debía hacer una boda.
El ejemplo claro está en las locaciones o la decoración, si antes una boda representaba ir de la parroquia o la notaría al suntuoso salón, en la actualidad puede significar que vas a asistir a la ceremonia que se le ocurrió al hermano de la novia, en la playa de Cartagena o en un ambiente campestre de montaña paisa, para luego quedarse ahí mismo o hasta ir a una empresa abandonada… lo que a los novios se les ocurra o hayan visto en internet, plataforma que además de darles ideas, les sirve como medio de comunicación acerca de todos los aspectos de su boda y que es el primer medio por el que todos se enterarán, cuando la novia cambie su situación sentimental a: ‘está comprometida’.
Aunque el presente año y el que vienen nos permiten asistir a un regreso a lo suntuoso, elegante y glamuroso, la marca fundamental de los matrimonios de esta época es lo personalizado, las bodas vintage, rústicas y boho-chic, se han apropiado de la escena y esa propuesta no se ha visto reflejada solamente en la decoración sino que además ha alcanzado los vestidos del novio y de la novia: mientras él podría llegar con colores vivos y corbatín, ella seguro se vería sensual y algo hippie o bohemia. Además de presencia la aparición de los food trucks y las mesas de dulces, hemos visto los cup cakes, naked cakes y todas las propuestas culinarias fusión y de la onda sana, siempre teniendo que pensar en algún invitado vegano. Las invitaciones te dejan suponer que será así, llenas de colores y tipografías, descomplicadas y atractivas, están hechas más para seducir que para informar.
Generación Z
Todavía son un misterio para nosotros. ¿Viste alguna vez el meme en el que la abuela se casó muy joven, la mamá estando un poco mayor y la nieta a la edad de alguien de la generación Y? Bueno, pues parece que la tendencia sigue en aumento. Por ahora sabemos que se trata de personas más responsables, con más actitud crítica y más posibilidades que gente de otra época. Los nativos digitales son esos niños de los que dijimos que nacían con chip incorporado y seguramente la tecnología y los nuevos valores: conocimiento, cultura, tolerancia, tengan mucho que ver en la forma en que se desarrollen las bodas del futuro cercano.
Conoce más sobre “Josué Bonilla Wedding Photographer” Los abuelos acuñaron la frase que decía que todo tiempo pasado fue mejor. Y es posible que haya una época en la que te hayas sentido más feliz, pero todo lo que vas a tener, siempre, será el presente. Así que la mejor idea será seguir enfocada en que hoy sea tu mejor tiempo. En Zankyou, queremos que tu boda sea tu mejor día, por eso ponemos a tu disposición esta lista ¡con los mejores proveedores en tu ciudad!
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