Si un momento exige cabeza fría en la preparación del matrimonio es hacer la lista de invitados. Tal vez la gente importante para ti no parece serlo para él o viceversa. A partir de la lista, se conocerá el número de los invitados y ello determinará el espacio escogido, la gastronomía elegida y, en definitiva, un sinfín de detalles relacionados con la organización y el presupuesto de tu boda.
Por esta razón, hemos organizado este paso a paso que tú y tu novio deberían seguir para hacer la lista de invitados:
1. Considerar una cifra aproximada
No tienes por qué cerrar la lista definitiva un año antes de la celebración, pero sí estaría bien que tuvieras una idea aproximada del número de invitados con tiempo suficiente para empezar a manejar los diferentes temas que implica tu boda.
En primer lugar, esa cifra aproximada puedes determinarla en números redondos con múltiplos de 50. De esta forma, sabrás qué tipo de celebración será, si íntima o multitudinaria y qué espacios son los más idóneos en logística. Ya sabes que algunos lugares de celebración tienen un mínimo o un máximo de personas permitido, el cual los novios deberán respetar.
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2. Elegir los invitados
¿Está en primer lugar la gente que vas a invitar o el momento que vas a vivir? Eso va a definir la cantidad de gente que está en tu lista. Una vez con el número aproximado, el paso a seguir es escoger los invitados, uno de los momentos más divertidos y desesperantes en la elaboración de la lista.
Para afrontar esta complicada decisión, crea una serie de grupos por categorías donde incluyas a los invitados, es decir, familiares inmediatos, resto de familia, amigos cercanos, compañeros de trabajo o colegas y amigos del pasado. A partir de aquí, empieza a decidir. No está de más decirte que los familiares más inmediatos deben aparecer en la lista, al igual que los miembros de tu grupo íntimo de amigos.
A partir de aquí, cada pareja decide quién es más o menos necesario en su lista de invitados. Analiza el tema del presupuesto o también si realmente les interesa la presencia de familiares desconocidos, quizá ese tío o primo lejano. El compromiso es uno de los principales ítems para alcanzar los objetivos, y normalmente el principal motivo que alarga la elaboración de la lista de invitados.
Primero, un listado borrador
La forma más sencilla de empezar es que el novio y la novia, respectivamente, escriban una lista de invitados de sus familias. Luego los invitados ‘de compromiso’ (luego se evalúa si se descartan o no), un grupo que no se puede acortar demasiado y debe mantenerse fijo en lo posible; después vienen los amigos y, finalmente, los compañeros de trabajo. Una vez hecho esto se eliminan los invitados comunes para evitar duplicarlos y obtenemos un primer total. De acuerdo con el presupuesto que tenemos comprobamos si es posible invitarlos a todos al matrimonio.
Para establecer límites, en el caso de los familiares que asistirán a la boda, puedes recurrir a varios criterios: según el grado de consanguinidad (solo hermanos, tíos y primos); según la edad (estableciendo un mínimo, por ejemplo, a partir de 18 o 20 años); solo convidar a los familiares que vivan en la misma ciudad. Es muy importante que la regla que escoja la pareja sea aplicada ‘a rajatabla’ para evitar disgustos por parte de aquellos a los que no hemos invitado a la boda. Los invitados por compromiso y los amigos de los padres, por lo general, son fijos, pero siempre podemos aplicar nuestra regla general para limitar la asistencia: excluir los hijos menores de edad y a los que no vivan en la ciudad.
Para filtrar a los amigos pueden comenzar por eliminar de la lista a aquellos con los que tienen menos confianza o contacto, pero en todo caso, y si están muy limitados por el presupuesto, la norma puede ser, simplemente, invitar solo a familiares y enviar una participación al resto de personas. En el caso de los compañeros de trabajo, elegir solo a los de la misma oficina y al jefe (aunque hay casos en los que se justifica excluirlo, sobre todo si no existe una buena relación con los empleados).
Desde Zankyou, hemos repetido muchas veces la máxima de huir del compromiso, pero también sabemos que hay excepciones que merecen una consideración. Así, ten en cuenta el tipo de celebración (íntima y multitudinaria) y escribe una lista de compromisos según la elección final. ¡Aprende como tener tu propia web personalizada y gratuita en Zankyou!
3. Establecer un presupuesto
La boda no debería ser el primer problema económico del matrimonio. Muchos quedan endeudados en su matrimonio. Y los gastos, una vez definidos los sueños, se deben ajustar a los presupuestos. No hagan gastos innecesarios, si la idea es tener un gesto de simpatía, para eso existen las participaciones.
El lugar escogido, muchas veces influido por el número de invitados, implica un rubro que varía en función de si son más o menos flexibles con la lista. También influye en el coctel, el menú, los regalos y la barra libre. Todo ello incide sobremanera en el presupuesto, así que piénsalo todo con cabeza fría y bájale un poco a la emoción y que prime la razón.
4. Hagan dos listas
“Los imprescindibles” y “Los que podrían no estar”, empiecen a mencionar nombres, hablen entre los dos y procuren desde el principio poner a la gente imprescindible en la lista que le corresponde. Si después de eso sobra gente en esa lista, entonces van a tener que seleccionar algunos de ahí que puedan encajar en la lista de los que podrían no estar o al revés.
La segunda lista suele ser un quebradero de cabeza, así que lo recomendable es ordenarla por preferencias, con suplentes que pueden ser de dos tipos: personas que quieres invitar pero que no son ni familia ni amigos íntimos; y aquellos compromisos por los que seguramente tendrás discusiones con tus padres o tu pareja, como familiares lejanos, jefes y exjefes, amigos de tu pareja y apenas conocidos para ti, entre otros.
5. Den un tiempo a la lista
Una o dos semanas a lo máximo. Hablen con sus amigos, familiares y allegados, publiquen su web de matrimonio de Zankyou en todas sus redes sociales. Es casi seguro que aparecerán nuevas personas y ustedes tendrán que redefinir el listado. Decidan un momento definitivo, uno de cierre. Inamovible.
Y para cerrar… Unos consejos Zankyou
- Si la invitación va dirigida a un familiar con su propia familia, la invitación suele incluir el nombre de dicha persona acompañada de la palabras “y familia”.
- Si el invitado no es de tu familia y tiene pareja confirmada, lo más lógico es incluir el nombre de ambos en el sobre de la invitación.
- La familia central debe ser invitada completamente, pero en el caso de que quieras incluir a algún miembro de la denominada familia extendida, no debes establecer preferencias.
Es importante que hagan esto con mucha anticipación. Las invitaciones deberían entregarlas uno o dos meses antes para que las personas puedan organizar sus calendarios y agendar este evento. Te puede interesar: tipos de invitados que conocerás en tu boda, ¿reconoces alguno?
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