Puede que nadie te haya dicho pero en el período de planeación de la boda se pueden presentar discusiones con tu futuro esposo. Mientras que algunos prefieren dejar carta blanca a la novia para celebrar el gran día; otros quieren participar lo más que puedan en la organización de todos los detalles. Y, es ahí cuando surgen los problemas porque puede que las ideas de tu novio no sean de tu agrado. Pero, ¿cómo hacerle entender que esa idea no te gusta sin ofenderlo? ¡Descubre estas 4 formas de convencerle!
1. Forma más suave: “Acariciarlo y decirle ¿y, si lo hablamos?”
Es la más práctica para las novias que tengan argumentos sólidos. Si tienes respuestas contundentes a las propuestas que realice y que demuestren que sus ideas no son adecuadas para su boda, sería fácil convencerle y demostrarle que no encaja en su matrimonio. No bastará con un simple “no me gusta”.
Tómate el tiempo para sentarse con él y hablar de los problemas que pueden traer estas ideas. Explícale el por qué y cómo lo harías; no dudes en proponer ideas que estén cerca de tus inspiraciones con el fin de hacerle cambiar de opinión por completo. Por ejemplo: “¿Quieres una decoración masculina? Está bien, pero si estás de acuerdo me gustaría añadir mi toque personal a todo esto o tal vez podríamos funcionar mejor de esta manera o…” No olvides las 6 conversaciones serias que deberías tener con tu novio antes de casarte.
Por lo tanto, el método suave toma su tiempo porque necesita discutir cada punto con tu prometido. Debes comprender que él también quiere hacer parte de la organización de su boda. Por lo que realmente se necesita que valoren los deseos de ambos para que el gran día sea de los dos.
2. “Sutilmente”: No apresurarte a decir no
Este método se centra más en tu audacia y astucia para manejar la situación. Tu aceptas sus ideas, sin hacer que él se moleste. Irás en su dirección y en el proceso irás consiguiendo que el considere lo que tu quieres. Es una idea arriesgada, sin embargo, también puede suceder que tú llegues a cambiar de opinión.
Un claro ejemplo sería, si tu prometido quiere que su mamá opine sobre el menú de la boda y tu estás totalmente en desacuerdo. Así que utiliza esta forma de decir no ¡Será muy sutil!. En vez de: no, veo ninguna necesidad de contar con su opinión, ella descartaría cualquier cosa que lleve pescado, así que no estoy de acuerdo”; quedaría mejor “Preferiría que sea una sorpresa para ella, ¿no crees?“. En pocas palabras, se imponen tus ideas con suavidad. Por supuesto, este método no funciona si inicias una discusión; debes intentar hacer las cosas lo más pacíficas.
3. La más difícil: imponerse
Este método sólo debería aplicarse sí tu novio tiene ideas terribles: organizar una partido de fútbol en la celebración, optar por un menú de comidas rápida o querer invitar a toda su familia y descendencia. No se puede usar este método para detalles o ideas que sean viables. Esta forma dejará sin ninguna posibilidad a tu pareja, ya que escuchará un NO rotundo ante sus locuras. Si piensas que esa idea no funcionará de verdad, sé sincera y no le des vueltas. Conoces las 10 acciones que deben quedar fuera de la organización de tu matrimonio.
Por supuesto, este método será en ambas direcciones, si tu novio cree que estás proponiendo alguna idea loca, tiene todo el derecho a decirte que no.
4. El método pasivo: “Manda un mensaje de SOS”
Si ninguno de los métodos anteriores funciona lo mejor es llamar a “un arbitro”, alguien neutral e imparcial. Llama a un amigo en común y pide que expongan todas las ideas sin que se sepa a quién pertenece cada una de ellas, así se mantendrá la objetividad.
Este método no se puede aplicar a lo largo de toda la planeación de la boda, a menos que el amigo sea en realidad el planificador de su boda. Se debe utilizar sólo en casos de extrema urgencia, donde no se ve ninguna salida.
Este método puede ser el más pacífico, sin embargo, ten en cuenta que el desacuerdo puede persistir una vez que la persona imparcial se vaya. Por esto, deberás aprender a manejar la situación y a hablarlo todo con calma y tranquilidad, recuerda que el matrimonio es de los dos.
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