Tal vez un día lluvioso y estar invitado a una celebración, no te hace pensar a simple vista que esa será la ocasión que te abrirá el camino hacia el amor para toda la vida, pero también es cierto que cuando menos esperas todo puede suceder, y justo esto fue lo que protagonizaron Catherine y Henry, al conocerse en el cumpleaños de una amiga y descubrir que no solo tenían esa amistad en común, sino también otros detalles que sustentaron una conversación por toda una noche, que luego dieron paso a algunas invitaciones de Henry, que Catherine tomó su tiempo para aceptar y al final se convirtió en un amor para toda la vida. ¡Te contamos su historia!
Fue hasta un mes de Enero en el que ella decidió salir con él, poco a poco fue acercándose marzo para iniciar un dulce noviazgo y hacia Mayo decidieron dar un definitivo “sí, acepto” ante el altar. Así, coincidencialmente, ellos vivieron la misma cronología que narra Carlos Vives en su canción “Ella es mi fiesta”, por eso es un referente muy especial que hace parte de su historia.
Un tour que se desvió hacia la más bonita petición
En el marco de su noviazgo, uno de sus destinos de viaje elegidos fue Nueva York, con motivo de la visita a uno de sus amigos y por supuesto, con el fin de conocer la ciudad, para lo que decidieron viajar. Sin embargo, Henry escondía la verdadera razón de este viaje y la reveló, mientras caminaban en medio del tour, diciéndole a Catherine querer entrar a la emblemática Catedral de San Patricio, algo que ella no podía entender debido a lo que significaba desviar el tour e intentaba convencerlo sobre ello, pero pudo más que los dos se acercaran al centro de deseos de esta Catedral, para que cada uno dijera uno. A su turno, Henry sacó un anillo pidiéndole a Catherine que se casara con él, al tiempo, muchos espectadores miraban y aplaudían, ella solo lloraba y no decía ni sí ni no.
Una pareja de contrastes perfectos
La respuesta no pudo ser más clara desde el momento en el que Catherine eligió un vestido de la diseñadora Goretty Medina, en corte sirena con tela en encaje y piedras acompañado de un gran velo, que embellecía aún más junto a un tocado, su peinado recogido y el maquillaje hecho para ella por Victor Gutiérrez de Swiss Salón.
Y como por si fuera poco, Jardín Americano hizo sencillamente épico este look, acompañándolo no con un bouquet, sino con un ramo en forma de caída en lágrima. Entre este bello conjunto de detalles, también contrastó perfectamente la combinación de color negro y palo de rosa propuesta por el diseñador Jon Sonen para vestir a Henry.
Unos novios con logotipo propio
Con su imagen propia y única, estos novios enviaron su amor hacia la eternidad en la Iglesia San Pedro Claver de Cartagena y lo celebraron dentro de la ciudad amurallada en el reconocido Baluarte San Francisco Javier, un lugar que además de juegos pirotécnicos, fue iluminado con las letras del logotipo que identifica la unión entre Catherine y Henry: HKT, el cual también hizo parte como marca de sus argollas y de abanicos entregados a los invitados. También la pareja les obsequió dijes de plata en forma de ángel, adquiridos como aporte a una bonita causa social, la de una Fundación en Medellín dedicada a salvar las vidas de bebés que nacen con problemas pulmonares.
A su vez, este fue un escenario nupcial que se caracterizó por sus tonos pastel, los cuales permitieron respirar un aire muy fresco y sutil entre mesas redondas, decapé rectangulares con top en espejos, manteles en lentejuelas y muchas flores a cargo de la misma empresa productora del ramo de la novia, sin dejar de mencionar la conquistadora mesa de postres creada por Nacho’s Desserts y un catering de delicioso ofrecido por el lugar en el que transcurrió la celebración.
“Ella es mi fiesta”, el referente más especial
Como bien lo mencionamos al inicio del relato de esta historia, esta canción de Carlos Vives representa de manera muy especial los pasos que Catherine y Henry han dado juntos, y por eso, fue perfecta para motivar los movimientos de su baile de novios.
Y no solo con este éxito la música generó algunos de los momentos más emocionantes en esta boda, pues en la voz del tenor cartagenero Isaac Ricardo, Henry le hizo dedicaciones a Catherine y además, se unieron a dueto para cantar como pareja, dejando en alta evidencia no solo su amor entre los dos, sino también por la música. A su vez, la fiesta no pudo faltar con Bazurto All Stars, al sabor de los especialistas en cócteles de Pierre Bartenders.
Y lo mejor de todo, es que la magia de cada detalle, rincón y emoción de esta historia, quedó detenida para siempre con la naturalidad y expresión que caracterizan las fotografías de boda producidas por Valeria Quintero Fotografía, quien también ha documentado matrimonios como el de Susana y Tom o el de Fadia y Hernando, así como muchos más que hacen parte de su experiencia.
Recepción y catering: Baluarte San Francisco Javier | Mesa de postres: Nacho’s Desserts | Vestido de novia: Goretty Medina | Maquillaje y peinado: Victor Gutiérrez de Swiss Salón | Ramo y decoración floral: Jardín Americano | Traje y zapatos novio: Jon Sonen | Música ceremonia y dedicación de novio: Isaac Ricardo | Animación: Bazurto All Stars| Cócteles: Pierre Bartenders| Fotografía: Valeria Quintero Fotografía
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