Desde que sólo tenían quince años, los caminos de Maria Camila y Daniel comenzaron a unirse. Sus papás asistían a la misma iglesia, donde por primera vez los presentaron. Faltarían unos años para darse cuenta que querrían pasar el resto de su vida juntos, pues no se hicieron amigos desde entonces. Sin embargo, un tiempo después se encontraron casualmente en un transporte público, donde por primera vez entablaron conversación.
Ese día, Dani la acompañó a la puerta de su casa. Casi pudo presentir desde esa época, que ella era el amor de su vida. Sólo tenía 18, pero la sospecha era tan grande, que buscó la manera de “volverla a encontrar”, pasando a diario frente a su casa cuando volvía de la universidad.
Sin embargo, no se encontraba con ella de ninguna manera casual… El universo se confabularía de otras maneras para que se descubrieran mutuamente: la familia de Daniel debía mudarse, y justo la nueva casa quedaba frente a la de Camila. Fue desde entonces que comenzaron a conocerse mucho más, a ser amigos de verdad. Y aunque ya se atraían, eran sólo muy buenos amigos.
Dani por fin la invitó a cine, él le llevó un detalle que justo a ella no le gustaba: el arequipe. Y luego, la película no estuvo tan buena, así que se salieron de la peli... parecía que la cita no iba nada bien, pero ninguno de esos detalles interrumpiría el amor que comenzó a crecer y crecer.
Luego de esta cita siguieron saliendo, él cuidaba y recordaba cada una de las cosas que ella le contaba. Una de esas cosas fue que ella soñaba que la persona con quien se casara fuera su mejor amigo. Así que un día él le propuso a ella ser su mejor amigo… ella le preguntó para qué lo quería… él le contestó algo que la derritió… que soñaba con que fuera su novia y más adelante su esposa.
Como novios oficialmente salieron sólo unos tres meses antes de la hermosa pedida de mano de Dani. Él tenía planeado pedirle la mano en un lugar donde ella siempre había querido cenar con él. Pero estaba más que decidido a planearlo sin que sospechara nada… oró con su corazón para que todo le saliera bien.
Sintió cómo sus oraciones fueran perfectamente escuchadas, pues unos días antes de lo planeado, Cami lo invitó a comer a dicho restaurante. Era la ocasión perfecta… una semana antes, Dani había hablado con los papás de Cami, sus suegros, a pedirles la mano y bendición. Así que cuando el día llegó, ya la familia sabía lo que pasaría.
Cuando llegaron al restaurante Restaurante Casa San Isidro en la cima del Cerro de Monserrate, Dani no se sospechaba lo mínimo. Incluso su jefe sabía lo que pasaría, ya que “casualmente” le habían dado permiso adicional para de salir esa tarde…
Le pareció que todo iba muy normal, hasta que de pronto su novio enamorado comenzó a decirle cuánto la amaba y anhelaba estar con ella el resto de su vida… se arrodilló y le pidió que se casara con ella, con un piano de fondo que comenzó a sonar en el restaurante, tocando la canción favorita de Cami, La Vie en Rose.
Fue un momento muy emotivo, no cabían de la felicidad. Cuando volvieron a casa, sus padres los recibieron con una fiesta sorpresa, con sushi y bebidas para celebrar el compromiso. Al ser los padres de ambos tan amigos, tuvieron una gran reunión.
Los padres de Daniel tienen una joyería, y esta fue la oportunidad perfecta para él mismo entrar al taller para crear el anillo de su futura esposa. Fue un momento muy especial para él sabiendo que con sus manos estaba haciendo un regalo tan importante. Los anillos de matrimonio los escogieron juntos, también en dicha joyería; una corona de piedras en oro, con un tallado que dice “siempre” y la fecha de su boda “15 de diciembre”.
Comenzaron los preparativos para casarse desde abril, el mes de su aniversario de novios. Cami y Dani fueron muy creativos y encontraron ideas que ellos mismos llevaron a cabo para realizar su matrimonio. Encontraron en la bella finca Sion el lugar para realizar su boda, con un estilo campestre y las características que se ajustaban a lo que soñaban para ese día trascendental.
Su wedding planner, Emma González de Passion Bodas fue clave para que Dani y Cami pudieran encontrar a los mejores proveedores para lograr la boda que ellos querían y soñaban. A su vez, los de la Finca Sion, fueron muy colaboradores, en todos los sentidos para gestionar las adecuaciones del lugar para recibir a los invitados especiales. Ellos se ganaron el aprecio de los novios quienes quedaron enamorados de esta locación preciosa, con estilo rústico, con montañas alrededor.
La novia se alistó en su gran día, con un vestido de novia de Lorena Martínez Novias, a quien conoció gracias a la gestión de Emma, su wedding planner de Passion Bodas. Fue Lorena quien entendió perfectamente el concepto que Camila quería, pues ella es muy sencilla.
Teniendo esto en cuenta, Cami finalmente decidió maquillarse ella misma… ya que sentía que si lo hacía alguien más se vería muy distinta a como quería reflejarse. Fue así como se compró un hermoso maquillaje para ese día, logrando quedar con un maquillaje exactamente como quería reflejarse en su día.
Los zapatos se los hicieron a medida. Como Cami no usa tacones, le quedaron perfectos para que no le lastimaran los pies; quedó muy contenta con el resultado de Felicia Brides, con quienes también consiguieron los accesorios que completarían el hermoso atuendo de la novia.
Daniel vistió un elegante traje de novio elaborado por Jaiver Zaraza,quien confeccionó un trabajo justo como él lo deseaba, con detalles que lo hacían sentir muy identificado. Dani le compuso a su novia, una canción que le cantó unos momentos antes de la boda, cuando ésta se estaba arreglando. De espaldas, para no verla antes de la ceremonia, le cantó “y me besas”, una hermosa poesía que al ritmo de la guitarra sacó lágrimas a la feliz novia. Así fue el comienzo de la canción:
Recuerda cuando nos conocimos, cuando fue todo una casualidad
Es lo que yo jamás he creído, pues éramos parte de su voluntad Nuestros caminos nos llevaron al mismo lugar, donde tu sonrisa y tu mirada me hicieron especial
Luego Dios me llevó tan cerca tan cerca de ti, sin conocerte ya sabía que eras para mí.
Algo muy lindo, fue que el pañuelo que usó Daniel junto al traje de novio, fue el mismo que su papá usó en su boda, y espera que sea el mismo que usen sus hijos cuando se casen.
El ramo de la novia y los demás detalles de los papás, fueron creados por el equipo de Haus Weddings,unos arreglos bellísimos que sorprendieron a todos. Tuvieron a dos fotógrafos talentosos en su boda. Su mejor amigo, Pablo Muñoz, fue el fotógrafo que estuvo en todo momento atento para guardar cada detalle y cada recuerdo de manera excepcional.
También tuvieron un talento en fotografía análoga, Jhon Cortés. Ambos entregaron un resultado espectacular que les fascinó. En vídeo, Lohen Films se hizo cargo creando tomas preciosas que revelaron las sublimes emociones de los novios y sus familias.
La abuela de Daniel fue campeona de peinados a nivel nacional, por lo cual estuvo feliz de hacerle un bello tocado a la esposa de su nieto. Camila quedó fascinada con el resultado.
El momento más especial llegó… y con él, el momento de la llegada de Camila al altar. “Cuando ella entró fue quizá el momento más emocionante de toda mi vida”, su sueño ya estaba sucediendo, después de tantos momentos, allí estaban, ante sus seres queridos demostrando el gran amor al que habían estado destinados desde siempre.
Las personas que estuvieron presentes vieron el gran amor que ahora se unía ante Dios en una ceremonia cristiana, en una boda con mucho follaje y flores que dieron ese toque romántico y de ensueño a su gran día. Luego salieron de la boda con una lluvia de burbujas… fue un precioso momento.
Después, los invitados disfrutaron de una especie de “feria”, en donde podían tomar tiquetes para comer lo que quisieran: bebidas de todo tipo, palomitas de maíz, hamburguesas, arepas, café, bomboneras, dulces, donuts y muchos otros agasajos que dejaron felices a los asistentes para bailar toda la noche.
Además recibieron un detalle con alusión a la navidad. Ya que Dani y Cami adoran esta época, se dieron a la tarea de crear unos lindos adornos para el árbol de navidad de sus invitados, quienes lo recibieron con alegría.
La hora loca llegó a cargo de Daniel Hernández, quien se encargó de animar a los invitados en todo momento, mantuvo el ambiente, incluso se disfrazó de diferentes personajes y cada una de las canciones que colocó fue perfecta para una boda, como ellos la esperaban.
Ellos resumirían su boda en una frase: “Dios cumple los sueños en nuestros corazones”. Nos encantan estas historias tan bonitas… por esto con cariño esperamos que Dani y Cami sigan siendo muy unidos, felices, y que su matrimonio los lleve juntos a hacer realidad todos sus sueños.
Pedida de mano: Restaurante Casa San Isidro en la cima del Cerro de Monserrate | Wedding planner: Emma González, Passion Bodas | Vestido de novia: Lorena Martínez Novias | Ceremonia y recepción: Finca Sion | Accesorios y zapatos de novia: Felicia Brides | Traje de novio: Jaiver Zaraza | Ramo de novia y azahar del novio: Haus Weddings. | Fotografía: Pablo Muñoz | Tarjetas, letras de los carteles de bienvenida: Letras Rompe Huesos
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