Una noche de copas como invitación de un amigo en común fue el momento en el que la vida le presentó el amor a Andrea, al conocer a Mauricio, el hombre que ella amará por siempre y con el que está segura de pasar el resto de su existencia para formar una familia. Unas increíbles sensaciones que se confirmaron como realidad con la bella frase “claro que sí, me quiero casar contigo y hacerte feliz el resto de la vida”, la respuesta de Andrea luego de que Mauricio le preguntara ¿quieres ser mi esposa? alrededor del imponente nevado Aconcagua, al norte de Argentina.
Una fría pedida de mano
En medio de un viaje de novios para recibir el año nuevo, Argentina le regaló a Mauricio un lugar perfecto e inesperado para comprometerse con su amada. Todo inició con la recomendación de una familia argentina acerca del nevado Aconcagua, y al que a pesar del cansancio como turistas y la falta del atuendo ideal para combatir el frío, esta pareja decidió ir a conocerlo. Las bajas temperaturas se apoderaban de Andrea, ella muy desesperada y tratando de huir, todo lo termina sintiendo diferente cuando de repente escucha a Mauricio pedirle matrimonio. Un momento que sencillamente ella dice no puede describir con palabras.
El smoking del abuelo
Este compromiso fue un motivo para que la abuela de la novia le pidiera a Mauricio casarse con un traje muy especial usado por su esposo. A lo cual, el novio accedió sintiéndose muy orgulloso y más aún, al ponerle un toque altamente alegre y moderno, vistiendo medias de colores, junto a sus amigos más especiales. Él además brilló luciendo mancornas de plata con diseño de nudo.
Pronovias fue la marca que engalanó a Andrea en el día de su matrimonio, con un vestido de encaje, en corte sirena, con escote corazón y un velo largo y delicado, que descendió de un tocado plateado, como adorno de su peinado recogido en trenza de lado hecho por el estilista Edwin Beltrán, junto con el maquillaje. Este conjunto terminó siendo fantástico al complementarse con unos zapatos Nine West de aplique con piedras en la parte superior y unos aretes de oro blanco con diamantes.
Los novios decidieron dejar de lado cualquier tipo de suspicacia y solo creer en su verdadero amor, por eso, iluminados por el atardecer, tuvieron un encuentro previo para admirarse, verse vestidos con sus trajes de boda y con sus miradas convencerse aún más que son almas gemelas. Un momento que Sombrero Encintado y Puro Love aprovecharon para lograr parte de su gran trabajo fotográfico que solo emite complicidad, emoción y mucha luz.
El reconocido Country Club de Bogotá fue el lugar elegido por estos novios para realizar tanto la ceremonia civil como la recepción de su feliz unión, que se selló para siempre con anillos exclusivos de la Joyería Jorge A. Liévano. El de él en oro amarillo caña flecha y el de ella de oro blanco tipo Cartier, juntos marcados con sus nombres y la inolvidable fecha.
Orquídeas protagonistas
Las flores más representativas del país fueron las protagonistas en esta boda, que se hicieron presentes con varios colores en el ramo de novia, así como en la decoración de la ceremonia.
A su vez, las orquídeas acompañaron las notas personalizadas de agradecimiento para los invitados en tonos rosados. ¡Un detalle súper especial para cada uno de ellos!
El color rosado se conservó en los centros de mesa diseñados por José Brandwayn, y en los que se mezclaron orquídeas y rosas, dentro de un balde blanco en el que se leía love, una palabra muy destacada de distintas formas en la celebración y que enmarcó el mejor de los escenarios para que en las redes sociales también se viviera la boda de #andreaymauricio.
El matrimonio más dulce
La dulzura que inspiran Andrea y Mauricio como marido y mujer fue evidente en cada detalle de su boda, que la misma novia conceptualizó con su experiencia como wedding planner y con apoyo de Cristina Beltrán de Puro Love.
Primero lo dulce de esta alianza se notó irresistiblemente en los centros de mesa rodeados de muchos chocolates, gomitas y más dulces, al rodar carros de los deliciosos helados Crem Helado y con un majestuoso ponqué de Santa Elena, que fue adornado con un cake topper de los recién casados, demostrando su afición por el fútbol, una de las pasiones que los convenció de ser el uno para el otro pues los dos son fanáticos de este deporte y por eso hicieron su entrada nupcial al salón de recepciones con la canción de la Champions League de fondo.
Por otro lado, Mauricio no solo se conformó con una pedida de mano en Argentina, sino que quiso derretir aún más a su esposa con otras bondades latinoamericanas. Para esta oportunidad su elección fue México, llevándole una serenata de mariachis sorpresa a media noche para cantarle.
El detalle más dulce por parte de la familia tampoco se hizo esperar, el papá de Andrea se encargó de dar un discurso muy divertido y conmovedor. Ella recuerda este momento como uno de los más especiales de su gran día. Un discurso divertido es una manera muy original de prender la fiesta en la boda, conoce cómo lo puedes hacer.
Finalmente, los novios y sus invitados disfrutaron de una fiesta animada por el DJ Carlos Rozo e iluminada con muchas fotos de Andrea y Mauricio juntos. Fue un instante en el que la feliz novia no paró de bailar con sus Converse blancos en plataforma.
Si te quedaste con ganas de suspirar mucho más, disfruta El sueño y el viaje de la vida en Bahamas: La boda de Diana y Andrés.
Ceremonia, recepción y catering: Country Club de Bogotá| Vestido de novia: Pronovias | Zapatos novia: Nine West y Converse| Maquillaje y Peinado: Edwin Beltrán| Anillos, aretes novia y mancornas: Joyería Lievano |Decoración: Puro Love| Fotografía: Sombrero Encintado y Puro Love | Flores: José Brandwayn | Música: DJ Carlos Rozo | Ponqué: Santa Elena | Helados: Crem Helado
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