‘¿Por qué todo el mundo me dice lo que tengo que hacer? Este es mi sueño y yo decidiré cómo continúa’, es una de las frases más recordadas por los fans de la obra cumbre de Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas y que representa además una de las ideas que marcan tendencia en el mundo de las bodas en la actualidad: hacer una boda por medio de la cual la pareja se exprese a sí misma. Alexa y Manuel habían entrado por el ‘curiorífico’ túnel del amor y habían llegado hasta el fondo, decidieron continuar por ese camino con una celebración que tuvo todas las características de una boda temática.
Esta pareja se conoció en la universidad y antes de llegar a la decisión del matrimonio se conocieron conviviendo por el lapso de 3 años. Decidieron, como el sombrerero, que harían las cosas a su manera: ‘¡no estoy loco!, mi realidad es simplemente diferente a la tuya’, parece haber sido su lema para decidirse por una ceremonia no religiosa pero cargada de significado para esta pareja que, a pesar de no seguir ningún convencionalismo, quería consolidar su unión.
Ambiente
Lograr el ambiente para una boda que se ajuste a esta historia no es tan complicado. No es necesario lograr el ambiente exacto, basta con unas pequeñas pinceladas para recrearlo; los novios se decidieron por la Hacienda San Carlos Subachoque que dispuso todos sus espacios para tal propósito y se encargaron de todo: desde la decoración hasta el catering. El ambiente campestre que se acompañó de elementos propios del picnic, recordando el inicio de la fabulosa historia y el salón con baldosas a cuadros blancos y negros, como un ajedrez, también traía a la memoria las escenas de la secuela de esta historia: Alicia en el espejo.
Dress code
Los novios escogieron la opción con más gusto en este sentido: habrían podido decantarse por una fiesta de disfraces, pero tenían claro que lo que querían era una celebración matrimonial. Así que los invitados fueron en traje formal. Los novios tampoco iban disfrazados, eran algunos elementos los que permitían reconocer el carácter temático de su boda en sus elecciones para vestido: en la novia el ramo con trazos de papel periódico y en el novio las medias a franjas, traían al recuerdo elementos propios de la historia que los inspiraba.
Las damas de honor, si las veías juntas, parecían haberse organizado con trajes tipo años 50, de diferentes colores, pero con ese corte característico. Si se separaban y estaban cada una en su mesa o con su pareja, la elección no se notaba. La más representativa fue la pajecita, una niña vestida como la Alicia de la versión de Walt Disney en 1951: el vestido azul y blanco, los ojos claros, el cabello rubio y la cinta negra en la cabeza, extraían el dibujo de la memoria y lo traían al mundo real.
Celebración
La fiesta, como debe ser, no se restringió a la temática de la boda. La música fue la que se debe usar en cualquier celebración para que los invitados pasen un buen momento. Sin embargo, sí hubo elementos de la obra de Lewis Carroll en la celebración: caballos de madera, máscaras de animales, una cola de gato a franjas de colores que la novia usara en algún momento, servirían para animar los momentos más divertidos de la celebración.
Recordatorios
Si bien es regular optar porque hayan algunos elementos en las mesas que puedan ser usados durante toda la boda para darle su carácter temático sin que los invitados tengan que disfrazarse, estos novios optaron por una opción mucho más sencilla y personalizada: se trató de fotografías personalizadas con la indiscutible calidad de Aica Films Weddings, quienes se encargaron del registro de toda la boda.
‘Solo es imposible si lo crees’, es otra de las frases más resonantes de esta historia y que nos invita a recordar que no hay alguna regla que pueda detener los sueños que tienes para el día de tu boda. Se trata de la celebración de tu amor, del recuerdo de uno de los momentos más importantes de la historia de tu vida. No vas a volver a vivir este matrimonio, así que tienes que disfrutarlo al máximo, para que se quede como un momento mágico en tu memoria o como diría Lewis Carroll: ‘¿Cuánto es para siempre? A veces, solo un segundo’.
Locación de la boda: Hacienda San Carlos Subachoque | Fotografía y recordatorios: Aica Films Weddings |
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