Estamos en la tiranía de la apariencia: la gente es calificada en razón de la forma de su cuerpo o de su vestido. Han querido convencernos de que las personas no son eso que sucede por dentro y de que el amor no sucede ahí mismo, en el interior, sino que es un conjunto de contactos físicos que se da en la cubierta de lo que somos. Pero tú sabes, tal vez por experiencia propia, que el amor se burla de los estereotipos y que va más allá de lo que los ojos pueden ver. Seguro, una de estas cualidades, fueron las que robaron tu corazón o serán las que lo convenzan:
1. Confianza
El amor es, en muy buena medida, confiar. Y nos resulta verdaderamente difícil confiar en alguien que no confía en sí mismo. No estamos hablando del ‘Narciso’ que vive para contemplarse y deleitarse en sí mismo. Ese tipo de personas están demasiado concentradas en su ego como para poder percibir el amor y poder darlo. Te hablamos del que sabe quién es, que conoce sus límites y sus capacidades. Los que se conocen en sus esplendores y profundas oscuridades, y a pesar de eso, se aman. Y claro, eso nos da el indicio de que también nosotros podemos amarlos.
2. Buen humor
“La risa es una expresión de triunfo del cerebro. Si te ríes por un chiste, es porque lo entendiste”, tuiteó alguna vez el famoso comediante latinoamericano Roberto Gómez Bolaños, el querido ‘Chespirito’. Cuando tratas con una persona que tiene esa chispa, que es capaz de reconocer el momento oportuno para comentarios sagaces o que es capaz de reírse de sí misma, es casi seguro que estás tratando con alguien que es muy inteligente. Entramos en relaciones porque hay disfrute en las mismas, porque nos divertimos. Puede que no tenga la mejor sonrisa, pero si sabe conseguir la tuya, acompañada de risas, entonces seguro conseguirá hacerse a un lugar en tu corazón.
3. Singularidad
Una persona que está conectada con su esencia, lo que le diferencia de los demás. El ‘no sé qué’ lo dominan a la perfección, saben expresarlo y casi ni saben como lo hacen. Simplemente dejan que su naturaleza fluya, a algunos les choca tanta espontaneidad, pero a otros les encanta, generan esa sensación de curiosidad, ese anhelo de conocer a profundidad todo lo que se mueve en su materia gris: ¿cómo fue que llegó a pensar de esa manera? ¿Por qué se comporta así? Resolviendo esas preguntas se te puede ir una relación entera y estarías dispuesta a invertirla en ese estudio.
4. No dependientes
Quieres una pareja, no un esclavo. Si quisieras un perrito faldero te comprarías uno, pero cuando quieres alguien con quien compartir sea una novedad en cada situación, entonces esperas encontrar a una persona que no le tenga miedo a que cada uno tenga sus propios espacios, alguien que sepa tener buenas relaciones de amistad y no las pierda porque ahora tiene novia, una compañía que no le tenga miedo a la soledad sino que comprenda el valor que tiene hasta para llevar una buena relación y que, aunque quiera tenerte para siempre, nunca tenga miedo de perderte. Los que saben que son el uno del otro, no por obligación sino por decisión, no tienen preocupaciones y se enfocan en disfrutarse y en vivir sus vidas.
5. Convicciones
Es innegable el atractivo que poseen las personas de convicciones firmes. “No como carne de animales por esto”, “Solo escucho música clásica por aquello”, es genial cuando alguien cree en algo y sostiene su convicción con argumentos: desde una devoción religiosa hasta el amor por los gatos, (que viene siendo como lo mismo), ver que pide que no le den pitillo o que nunca come un plato con carne, que no gasta de más y no porque el dinero le falte, que nunca levanta la voz porque no le gusta que lo traten así jamás. Las personas que son consecuentes con sus convicciones, son geniales. Y por supuesto, esto no está completo si no tiene la disposición de escuchar otros puntos de vista, pero generalmente lo hacen.
6. Diversión
Estás caminando por la tienda de ropa, buscando ropa y de pronto suena esa canción. Y sin que sea nada ajeno a su conducta normal, se pone a bailar, al frente tuyo, como invitándote. Qué piensen los demás lo tiene absolutamente sin cuidado, solo quiere sacarle jugo al momento. Si hay un karaoke y tiene la peor de las voces, no le importa, canta; si hay que bailar y es el más ‘tronco’, lo intenta. Entiende que las relaciones son tan cortas como la vida del otro dure y quiere disfrutarlas al máximo, llenarlas de alegría. Todos queremos a alguien así en nuestra vida.
7. Sabe entablar conversación
Tus temas y los suyos no tienen que ser necesariamente los mismos, pero cuando se ponen a hablar se entienden absolutamente: le interesa lo que dices y te pregunta más acerca de aquello de lo que tanto sabes. Cuando habla, tu interés también se despierta, esos temas que le obsesionan y de los que tanto sabe, te llaman inevitablemente la atención. Un plan entre ustedes puede consistir en una tarde entera devorando un tema, en un parque, en la cama… El viaje hacia cualquier lugar empieza bien porque disfrutan la conversación desde el principio del trayecto.
8. Es expresiva
Ya sabrás tú si te gusta la gente empalagosa, entre gustos no hay disgustos, pero aquí nos referimos a esas personas que son capaces de demostrar sus sentimientos. No una ‘flor del campo que se mece con el viento’, sino alguien que sabe lo importante que es comunicar lo que va por dentro, que encuentra tu lenguaje para amar y lo utiliza para expresarte lo que despiertas en él. No solamente cuando todo está perfecto sino cuando algo tiene que ser solucionado. Las personas con esta capacidad comunicativa suelen lograr construir relaciones bien hechas.
9. Se nota que sabe amar
Su amor está más allá de las palabras, de los mensajes, de los saludos, de los detalles, de las llamadas. En el tiempo que ha sido amigo, ha sabido ser amigo, sin fingimientos. Cuando lo has visto tratar con la gente de sus círculos más íntimos, te das cuenta de que pone de su parte para llevar la mejor relación posible con ellos. Esos otros escenarios te dan la certeza de que cuando pase el tiempo del enamoramiento, cuando el ímpetu del inicio desaparezca, va a saber amarte, aún cuando los años pasen.
Sin decirnos mentiras, sí nos fijamos en el físico de la gente y eso hace que nos gusten o no. Pero no nos enamoramos sino de lo que las personas son en su esencia, nadie se enamora de un cuerpo, sino de lo que lleva por dentro un corazón. Y estas características pueden ser las que algún día te lleven a decir con alegría y en la tranquilidad de las relaciones que han pasado por muchos descubrimientos de cada uno, un sentido “Te amo”.
Es muy posible que ya sepas esto y, de hecho, que te hayan pasado las cosas que suceden cuando estás enamorada. Si conocer estas características los ha llevado como pareja al punto del compromiso decisivo, es bueno que tengas en cuenta estas características que debería tener el hombre al que le des tu sí. ¿No te parecería genial tener una sesión pre-boda como las de algunas fotografías en este artículo? ¡En nuestra guía de proveedores encontrarás todo lo que necesites para tu gran día!
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