¿Escuchaste hablar alguna vez del cajón de la nada? Sí, me refiero a ese momento en el que le preguntas a tu novio en qué está pensando y luego de un silencio meditado, de esos en los que parece que está pensando qué decir, responde: ‘en nada’. Es imposible, piensan las más perspicaces, nadie puede pensar en nada… pero eso no es tan cierto. Nosotros somos capaces de hacerlo, en eso radica el secreto de pasar canales como si estuvieras viendo, pero sin ver. Por eso algunas piensan que cuando enfrentan a un hombre, enfrentan a un ente simple, sencillo, sin mayor complicación. Pero nosotros también tenemos nuestros asuntos, cosas de muchachos, algunas te van a sorprender y otras preferirías no haberlas escuchado, ¿estás lista?
1. Nos dan duro los 30
Y ahí está la explicación de tu amigo el de la adolescencia tardía. Sí, nosotros también sufrimos con el reloj biológico, nos preocupan las canas, el crecimiento incontenible de la barriga, nos hiere el orgullo ver como un niño (sí, así, con tono despectivo), de 16 años es más ágil o veloz que nosotros en una cancha y con el balón. Así que cuando te encuentres con el amigo que busca la ropa de adolescentes y propone los planes que se hacían hace 15 años, cuando tú lo único que quieres es dormir porque fue una semana pesada, paciencia y comprensión.
2. Nos cuesta mantener la atención
Es culpa de las pantallas o del volumen, todavía no he logrado descifrarlo bien. Si tu novio juega fútbol y quieres hablar mientras transmiten un partido importante, no eres tú, no es él, es el partido. Y, hay que decirlo, hay quién dice que tiene base científica: que se descubrió que la voz de la mujer (sobre todo cuando está de mal genio), cansa al cerebro masculino. Así que si notas que se desconectó y ya no te está escuchando, no es falta de cariño, simplemente nos pasa. ¿Ya conoces las 7 preguntas que debe responder el hombre de tu vida antes del matrimonio?
3. También soñamos con casarnos
Claro que sí, si lo dijimos en el punto anterior, entonces también tenemos que decirlo ahora; hay estudios científicos que dicen que el cerebro masculino está privilegiado para pensar en el sexo. Pero intenta pensar que se trata de un instinto para conservar la existencia de la raza humana. Es cierto que algunos consideran la vida como la oportunidad para conocer cuanto cuerpo le sea posible, pero lo cierto es que todos buscamos a esa mujer de la que podamos enamorarnos y en la que podamos concentrar nuestros ojos exclusivamente. Un consejo, si notas que resulta muy forzado, que te damos largas, que no perseveramos… entonces es muy seguro que se trate de que no eres tú, en serio, no insistas. Si has tenido un pretendiente intenso, sabes que aburre. ¡Descubre el tipo de esposa que serás!
4. Queremos ser El Hombre
Los conceptos de masculinidad y feminidad se hacen cada vez más difusos o por lo menos toman nuevas perspectivas, el logo de la mujer mostrando la fuerza de su brazo se ha vuelto muy popular en la actualidad y los hombres hablan de nuevas masculinidades. Ya es normal hablar de amigos que se alisan el pelo, se depilan las cejas, buscan ropa que les combine con el color de la piel y siguen páginas de moda para hombres en sus redes. Eso no quita que tanto ustedes, como nosotros, dejemos de buscar a El Hombre.
Nosotros lo buscamos en nosotros mismos y ustedes también. Pero, por favor, sin tanta presión. No todos podemos abrir una botella de gaseosa de esas que resultan imposibles de abrir, no todos sabemos arreglar cosas eléctricas, hay algunos que ni saben poner un cuadro y eso no nos hace menos hombres. Aún así, vamos a querer hacerlo, solo porque sepas que podemos intentarlo, solo porque por dentro hay una cosa que nos fascina y es que nos admiren. Así que si lo intentamos y fallamos en el intento, recuerda que lo hacemos un poquito por esa satisfacción para nosotros, pero sobre todo, recuerda también que lo hacemos por ti.
5. Esperamos el viento
Aquí hay varias cosas a reconocer. En primer lugar, por ejemplo, que nosotros somos más dados a hablar de este tema… mucho más. La segunda vendría a ser que todos tenemos intestino delgado y la tercera, para no ir más lejos, que ustedes tienen poderes sobrenaturales. ¿Cómo es posible que si comemos lo mismo en una cita, su intestino no se resienta igual que el nuestro? Sufrimos mucho esperando el momento: una multitud, un viento fuerte, un espacio muy abierto que nos dé la esperanza de que el olor se difumine… Y ya estoy casi convencido de que ninguno de los métodos funcionan: siempre terminan notándolo, ¿es verdad? Aquí el secreto es suyo y es necesario que nos respondan la pregunta, por el bien de las relaciones de pareja: ¿cómo es que hacen?
6. Vamos a lo que vamos
‘Es como si intentara explicarme, lo sé. Oye, eres encantador, ¡pero no entiendo lo que dices!’, esas son las palabras de Marlin al hijo de Crush (la tortuga), en Buscando a Nemo y describen perfectamente lo que nos sucede cuando empezamos a notar que esta característica de algunas mujeres se ha puesto en funcionamiento: una conversación circular y difícil ha empezado y para nosotros es imposible descifrar el propósito o el norte del asunto. Mientras tu cerebro está diseñado para reproducir al menos unas 20.000 palabras al día, el nuestro apenas produce 7.000, tu habilidad comunicativa es superior, cierto. Así que no te molestes si no entendemos el subtexto que está debajo del subtexto que sabes que pronunciaste en el texto pero nosotros no notamos. En serio, tienes que ser clara, concreta, concisa, específica, así como nosotros respondemos… y tampoco te sientas desatendida si la respuesta a un ‘¿me amas?’ es un ‘sí’, porque lo que hacemos en ese momento, exactamente, es decir ‘te amo’. Tenlo presente: ‘Oye, eres encantadora, ¡pero no entiendo lo que dices!’
La foto arriba, de Daniel Villegas, lo dice bien claro, lo sabemos y no nos preocupa: hay que aceptar que muchas de ustedes ya tenían muy claros los puntos que acabo de mencionar. Pero no cantes victoria, hay cosas que simplemente nunca dejaremos al descubierto, porque está bien dejarle algo a la imaginación y porque realmente no nos gusta andar contando nuestras cosas, no nos hace falta. A nosotros si nos basta, la mayoría de las veces, con que nosotros mismos nos entendamos. A ver que te dicen tu novio o tu mejor amigo de todo lo que te cuento… ¿Ya conoces las mejores 7 tiendas para trajes de novio en Bogotá?
Selecciona a los proveedores que quieres contactar
Entérate antes que nadie de lo último en tendecias para bodas
Suscríbete a nuestra newsletter
Escribir un comentario