Levantas el rostro, la mirada y la voz. Tienes un orgullo grande por dentro, la mejor descripción para esta emoción se encuentra en la palabra “alegría”, y quieres compartirla con todas esas personas por la que guardas afecto. Por eso buscas las palabras exactas, quizá una parte de la letra de una canción, tal vez un versículo de la Biblia o la frase de algún texto que te recuerda el milagro que estás viviendo con tu pareja: entre ustedes dos se ha dado la maravilla del amor y lo han confirmado con un compromiso. Estás pensando en las invitaciones.
Si le preguntas a Carolina González – Event Design, te va a responder que hay que tomárselo con esa seriedad, que las invitaciones para la boda son la carta de presentación de tu gran día y con ese compromiso se va a sentar a diseñar. Pero no estará diseñando una tarjeta, cuando te pongas en contacto con ella, te darás cuenta de que lo que está buscando es poner en un concepto lo que la boda significa para ti y buscará lo que sea necesario: flores, cuerdas, frases, tipografías, texturas… lo que haga falta para que la invitación suene a ti y no a tarjeta de producción industrial.
Por supuesto, y sobre todo en el caso de las novias que tienen más claro el sentido de totalidad en la decoración de su boda, su trabajo se extenderá al diseño del menú, de los marcadores de puestos, de cualquier impreso que necesites para la decoración: la idea es que todo tenga un rastro de ti y de tu pareja. Si ya estás pensando en esas personas a las que quieres el día de tu boda y si quieres que además de tener claro absolutamente todo lo que necesitan saber para tu gran día, se lleven una bonita sorpresa al recibir tu invitación, confía en esta profesional.
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