Siempre he creído algo y es que quiénes encuentran al amor de su vida son realmente afortunados. Ver a una persona, que se detenga el mundo, el tiempo, que no exista nada más importante a su alrededor, que todo se paralice, que ya no veas la vida de la misma forma, que entiendas que tu mundo no será igual sino está contigo, que cada segundo que no estás a su lado tu único deseo es estar con la otra persona, eso es amor, amor verdadero, al que no le importa nada más que ser feliz junto a la otra persona. Pues así sucedió con Victoria y Juan Pablo. Ellos se encontraron el uno al otro y ya no se pudieron volver a separar jamás. Para mí, cada boda es un cuento de hadas, cada boda es única y la de ellos no es la excepción, hoy te contamos su historia, de como se unieron para siempre.
Se cruzaron las miradas, se sonrieron con complicidad y supieron que se habían gustado. Todo comenzó en una fiesta mexicana en la que se encontraron por primera vez y ¿quién lo iba a imaginar?, desde ese momento no se han vuelto a separar nunca más. Fue tal vez un amor a primera vista, fue Dios que los había destinado a compartir su vida juntos y un año después, Juan Pablo tomó la decisión más importante de su vida, le pediría a Victoria que se uniera a él para siempre, no quería estar separado ni un segundo más de ella. Adivinen ¿qué pasó?, pues ella contestó con un enérgico ¡Sí, acepto! El camino hacia el altar estaba por comenzar y lo harían juntos, para toda la vida.
El lugar donde se sellarían su unión fue en la Hacienda Los Nogales de Subachoque. Preparada especialmente para que los novios disfrutaran como nunca de esta fecha tan importante. Victoria estaba y se sentía radiante, se vía espectacular con su elección de atuendo para el día más importante de su vida, un vestido de Gala y Novias, con encaje vintage, espalda profunda y mantilla española, acompañó de la mejor forma su maquillaje y peinado. Elegante y natural, eran las palabras que mejor la describían. Su look fue obra de Esperanza Rojas, que supo plasmar en Victoria la esencia de una novia delicada y muy femenina. La elección para acompañar el vestido fue un peinado recogido con un complemento floral muy sutil. El resultado: ¡la novia perfecta!
Pero Juan Pablo no se quedaba atrás. Estaba a la altura de su esposa con un diseño de Carlos Nieto. Un traje azul con rayas y un corbatín morado que le daba un toque elegante pero distintivo, esto sumado a su Boutonniere completaban su look de la mejor forma. Cada instante, momento, lágrima, sonrisa, beso, fue capturado por el siempre experto lente de Diana Hernández, que no dejó escapar ninguna mirada cómplice, entre la feliz pareja. El resultado: recuerdos imborrables.
La decoración de la capilla estaba ambientada con gipsofilias, chirosa morada, hortensia blanca, lirio blanco, rosa rosada pálida, hojas de dracena, rusco y helecho, juntas hacían la combinación perfecta de un lugar que fue testigo, no de una unión más, sino de un momento mágico, especial, único, lleno de felicidad, el momento que juntos estaban esperando desde hacía mucho tiempo. El anillo de compromiso de Victoria y las argollas de matrimonio escogidas por los novios tenían diamantes de dos colores que los identifican: el blanco y el azul. Estas piezas fueron obra de Galo Joyeros.
Mientras tanto, el bouquet que llevaba la novia hacía juego perfecto con su vestido y todo su look. La decoración floral estuvo a cargo de Mundo Creativo Eventos, un toque vanguardista, romántico y colorido adornaba cada rincón de la Hacienda Los Nogales de Subachoque donde además del acto religioso, también se llevó a cabo la recepción. Sin duda, uno de los momentos más emotivos del día fue al finalizar la ceremonia, en honor a los novios y celebrando su unión ante los ojos de Dios, todos lanzaron globos de diferentes colores al cielo, que se iluminaron con la luz del sol, todo brillaba en ese momento, el amor había triunfado, era hora de celebrar.
Luego de este acto simbólico de amor hacia la pareja. Todo estaba listo para celebrar. El lugar de recepción, cuidadosamente decorado en tonos blancos y violetas, con flores en agua, velas y toques delicados, daban la sensación de un ambiente elegante y muy bien pensado, como por ejemplo el mensaje que cada invitado le escribió a los recién casados en un papel en forma de corazón, sin duda, el símbolo de su amor.
Los novios disfrutaron junto a sus familiares y amigos de cada detalle, la comida, la fiesta, el baile de inauguración. Todo fue tal y como lo imaginaron siempre, su gran día fue mágico y especial de principio a fin, ahora ya eran marido y mujer, y este momento fue solo el inicio de muchas historias compartidas, que vivirían el uno junto a el otro, por esto, siempre digo, ¡qué viva el amor!
Y el desenlace de este día no podía ser diferente. Magia y mucho amor, Victoria y Juan Pablo son la prueba de que encontrar el amor verdadero es una bendición, que cuando llega a tu vida la persona adecuada nunca más te quieres separar de ella, que tu vida no tiene sentido si no estás a su lado y que, como le sucedió a ellos, no queda ningún otro camino, unir sus vidas para siempre es la respuesta. Hasta que la muerte los separe.
Fotografía: Diana Hernández | Anillo de compromiso y argollas: Galo Joyeros| Arreglos florales: Mundo Creativo Eventos | La ceremonia y recepción se realizó en: Hacienda Los Nogales de Subachoque| Vestido del novio: Carlos Nieto | Maquillaje y peinado de la novia: Esperanza Rojas| Vestido de la novia: Gala y Novias|
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