“El que no tiene celos no está enamorado.” – San Agustín.
“El celoso ama más, pero el que no lo es ama mejor“. – Molière.
La PhD en psicología María Martina Casulloa, ha dedicado toda su vida a la investigación sobre la evolución psicológica del ser humano en el CONICET – Consejo Nacional de Investigación Científica y Técnica. En uno de sus últimos estudios sobre los celos han llegado a la conclusión que “Increíblemente los celos moderados pueden ser el olor del amor, ¡sí!” tal cual lo leen.
Según Casulloa la envidia revela la sabiduría emocional y sirve como un mecanismo de defensa y doble protección. “No hay duda de que los celos en exceso pueden llegar a ser destructivos y patológicos, pero aquellos que son moderados actúan como un signo de compromiso y preocupación por los demás y la protección de la pareja.”
Nada es tan malo para la convivencia de la pareja que la indiferencia a posibles enlaces que el otro puede tener. Pero ¿Dónde está la línea entre la atención y el afecto, y los celos patológicos?
Si se te activa el botón de los celos en situaciones realmente peligrosas (cuando tu esposo/esposa está siendo acosado por otro/a delante tuyo), estás sintiendo y haciendo lo correcto. En estos casos, la Dra. explica que simplemente estás buscando preservar tu relación y mostrando tu sabiduría emocional. Ahora bien, si notas que aparecen de la nada y sin razón aparente y que comienzas a hacer cosas que no deberías, tú podrías estar siendo víctima de los celos patológicos y esto sí puede destruir tu relación.
Para averiguar si eres una posible víctima de este terrible mal, responde a estas 5 preguntas con honestidad:
- ¿Te sientes seguro de ti mismo?
- ¿Crees que tu pareja es superior a ti y que es probable que encuentre otro amor?
- ¿Hay casos de celos patológicos en tu familia?
- ¿Cualquier miembro de tu familia o un amigo cercano fue traicionado?
- ¿Alguna vez has experimentado la infidelidad en alguna de tus relaciones?
Si contestaste sí a estas 5 preguntas, puede que estés sintiendo celos excesivos, sin embargo, para poner remedio a lo que ocurre, y acabar de ser conscientes del problema, a su vez que si es necesario, busque la ayuda de un psicólogo o médico.
Puede sonar de película, pero un comportamiento muy normal de una crisis de celos puede ser: “¿Y si él está teniendo un romance en la oficina con alguien?” o pensamientos aún más irreales: “Ella fue a comprar un helado y habló con el hombre que estaba al lado, ¿será que se conocían de antes?”
Para evitar este tipo de celos, lo primero que debes hacer es dejar de envidearte. Trata de dejar la mente en blanco o buscar alguna distracción que requiera atención, como ver una película, jugar deportes o leer un libro.
Otra gran terapia para contener el cerebro, cuando te empiezas a volver loco de celos, es poner un poco de humor en la situación que estás imaginando. Puedes seguir pensando este tipo de situaciones de tu amor con la posible amenaza hasta que parezca realmente absurda o hasta que se note lo irreal que puede llegar a ser este pensamiento.
Es importante tener claro los puntos fundamentales para ser feliz tanto solos como acompañados. Y pensar que hay muchas cosas que no deberías renunciar en una relación. Debemos recordar, siempre, que nuestra autoestima es responsable de casi todos los sentimientos de inferioridad o superioridad que podamos llegar a sentir, por lo tanto, cuidemos nuestra autoestima, mejorando así nuestra relación.
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