En esta época del año, el color es uno de los grandes protagonistas en algunos países gracias a la llegada de la primavera. El buen tiempo, la intensidad de la luz y el nacimiento de las flores, salir en busca de aventuras parece casi obligatorio después del gris invierno. Por este motivo, te mostramos los mejores escenarios naturales para apreciar de la mano de tu pareja. ¡Disfruta de esta época de renovación! Te puede interesar conocer los pueblos más lindos de Colombia para ir con tu pareja.
Keukenhof y el campo holandés (Países Bajos)
A menos de una hora de Ámsterdam, en el colorido municipio de Lisse, el parque floral más grande del mundo homenajea con todos los honores a la flor holandesa por excelencia: el tulipán. Abre sus puertas a finales de marzo para mostrar toda su paleta de colores, tan variada y llamativa como un cuadro impresionista de gigantescas proporciones. Allí crecen millones de tulipanes, gracias a la plantación de más de siete millones de bulbos de innumerables colores, y lo hacen de manera espectacular y radiante. Además, los campos holandeses que rodean muchos de sus pueblos (Haarlem, Lisse, Zaanse Schans, Volendam…) disfrutan de la magia del tulipán y de otras flores, convirtiendo el paisaje en un arcoíris puro y extraordinariamente bello.
Valle del Jerte (España)
En la provincia española de Cáceres, los cerezos en flor alcanzan una nueva dimensión en el Valle del Jerte. Gracias al blanco y rosa pasteles de sus flores, se forma un espectacular escenario de vida silvestre que nace de su más de millón y medio de cerezos en flor. Además, la cultura, gastronomía, tradiciones y forma de vida de la zona son un aliciente para completar cualquier excursión en este paraíso de color.
Seryang-ri (Corea del Sur)
En los países asiáticos, la primavera sirve para dilatar el componente místico que caracteriza su filosofía y naturaleza. En el condado surcoreano de Hwasun, el verde y el marrón de sus diferentes árboles y arbustos se mezcla con las flores que empiezan a despertar en sus ramas, ofreciendo un espectáculo bello y espiritual. Con un panorama tan evocador, reforzado por el poder del agua de sus ríos, todo adquiere un sentido sagrado y puro, casi extraterrenal.
Parque Nacional de Yorkshire Dales (Reino Unido)
Los montes y valles fluviales que habitan en su seno son un hervidero de fuentes de colores primaverales. El amarillo y el verde se extienden a través de sus inmensos campos, compartiendo espacio con las granjas y espacios conquistados por el hombre que solo suman encanto al conjunto. La elegancia del campo inglés no tiene parangón en el mundo.
El Valle Sagrado de los Incas (Perú)
Campos verdes que surcan valles, ríos y tierras fértiles. La primavera es la responsable de rescatar la mayor intensidad de estas tierras, convirtiendo esta zona de la provincia de Cuzco en un escenario místico, donde la naturaleza habla por sí sola. No obstante, los vestigios de pueblos indígenas y alguna reliquia arqueológica comparten espacio con esta bella tierra peruana.
Provenza (Francia)
Aunque la Provenza es de sobra conocida por su gastronomía, vinos, paisaje y encanto, en primavera se convierte en un espectáculo con el protagonismo indiscutible de la lavanda. La inmersión en sus campos incluye excursiones y experiencias con secretos sobre cosecha, destilación, productos, museos, exposiciones, gastronomía y las fiestas de la lavanda mundialmente conocidas.
Baja California (México)
Impresionante manto de flores que alcanza un gran esplendor en primavera, con la efervescencia de sus especies más llamativas. En este estado mexicano, inscrito en su propia península, las lluvias insuflan vida al terreno reseco y desértico de esta zona. Tras su incidencia, el resultado es una maravilla que puede observarse en lugares como el Valle del Guadalupe, el Cañón de Guadalupe y la Laguna Hanson en Sierra San Pedro Mártir.
Parque Nacional de Jasper (Canadá)
Aunque las flores suelen protagonizar las mejores estampas de la primavera, algunos árboles son capaces de igualarlos en belleza. En el Parque Nacional de Jasper, un sinfín de coníferas se desatan en maravillosas explosiones de verde en todas sus tonalidades posibles. Oscuro y brillante, este color se vacía de intensidad en esta maravillosa extensión natural, reforzado por la incidencia de la inigualable luz primaveral.
Los Alpes (Suiza)
Los Alpes extienden su territorio montañoso a través de ocho países, pero Suiza es una de sus zonas con más fuerza vegetal. Concretamente, en el pueblo de Seewis, la Fiesta de los Narcisos es solo un ejemplo de la importancia que esta bella flor tiene en sus verdes campos. En un entorno idílico que recuerda a los paisajes de Heidi, las montañas, las flores y la quietud son las notas que componen esta melodía dedicada a la naturaleza.
Carrizo Plain y La Bahía de San Francisco (Estados Unidos)
El Monumento Nacional de Carrizo Plain combina los morados, verdes y amarillos de la primavera a lo largo de sus montañas y valles. Además, en el mismo estado, la primavera de San Francisco aviva sus parques y zonas verdes. Aunque la vista es el sentido que disfruta ante este festival de múltiples colores, el olfato también se da un festín. En San Francisco, el aroma de las flores viaja por toda la ciudad y destaca en zonas como en el Parque Natural de la isla de Alcatraz, donde los jardines de la famosa prisión son un maravilloso espectáculo.
La Toscana (Italia)
Extraordinaria representación de la cultura mediterránea gracias al color, la luz y el buen ambiente. En primavera, las fértiles tierras de la Toscana se riegan de rojo, verde y amarillo. Como responsables, la amapola, el ciprés y el girasol, tres estrellas de la vegetación mediterránea que llenan de vida una de las regiones más bonitas del mundo. Tras una visita, tres verbos: comer, beber y disfrutar. Todo ello con calidad, como saben en Italia.
Valle de las Rosas (Marruecos)
Es una de las grandes del mundo y tanto sus ciudades como paisajes naturales son bellas obras de arte. Entre abril y mayo, con el alto Atlas y el Valle del Dades como referencias, el Valle de las Rosas aparece con un carnaval de rosales damascenos, la flor que inunda su tierra y que encaja con el color terracota de sus espacios naturales y edificios típicos. Además, esta flor tiene varias utilidades cosméticas.
Cotopaxi (Ecuador)
En las inmediaciones del volcán Cotopaxi, el color de las flores que despiertan tras la llegada de las nieves convierte la zona en una delicada estampa silvestre. Con los Andes como telón de fondo, y a escasa distancia de Quito, este destino es obligatorio en primavera, momento de conexión total con la naturaleza.
La primavera es un buen momento para descubrir los lugares más encantadores y pintorescos de nuestra naturaleza. Te puede interesar conocer los destinos más románticos para visitar con tu pareja.
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