Ya suficiente tenemos de la idea de que el matrimonio es un estorbo para el desarrollo de la vida profesional. Sí, siempre hay alguien diciendo que primero hay que sacar tiempo para vivir (como si casado no se viviera) y que nadie debería haberse casado sin terminar PhD o haber cumplido con una lista de cosas que al parecer resultan imposibles de realizar cuando eres parte de un matrimonio.
Aunque no podemos negar que los celos y la competencia siguen siendo una dificultad que a un gran porcentaje de hombres le cuesta afrontar, debemos aceptar que el tipo de mentalidad con que las nuevas parejas enfrentan las realidades laborales va evolucionando hacia la idea de una responsabilidad compartida. Y esto debería ser así desde la boda, ¡con la ayuda de un Wedding Planner pueden hacer de sus ideas una sola!
Al menos así lo vive Jess, ingeniera industrial y entrenadora certificada, quién considera que la compañía de su esposo ha sido fundamental para que ella se lanzara hacia sus sueños: ‘Ahora soy mejor, estoy más tranquila y me siento muy apoyada por mi esposo. De hecho, él me impulsó a que estudiara lo que quería’.
Luisa, comunicadora gráfica y madre de dos hijos ya adolescentes, explica que se trata de casarte con una persona que te complemente y te respete: ‘te enriquecerá a menos que sea una relación de cohibiciones o una relación dominante en donde el uno coarta los deseos del otro’.
Lo mismo opina Alexandra, médica cirujana y madre de un pequeño bebé, quién considera muy importante entender de qué se trata el matrimonio antes de lanzarse a esta aventura: ‘debes entender que te casas es para que el otro se realice en todas sus áreas. Mi bendición es que Pacho (su esposo), lo tiene claro; de hecho él ha sido un apoyo grandioso para desarrollarme profesionalmente’.
Brenda, psicóloga, no aceptó decidir entre su maestría y su relación de noviazgo: le propuso a su novio que se fuera con ella a otro país para continuar con sus estudios. Para eso era necesario casarse y él consideró que la decisión valía la pena, en menos de dos meses estaban casados. Brenda considera que se admiran mutuamente, ‘como no me juzga y siempre saca la mejor versión de mí, el matrimonio con él enriquece mucho mi vida profesional’.
Ya no somos esos que vivíamos para conseguir un buen trabajo, hacer carrera en una empresa y si se contaba con fortuna, hacerse a una pensión digna. El modelo de pensamiento actual nos arroja directamente hacia los sueños y no hay nada que contenga más riesgos que eso. Casarse, habiendo hecho una buena elección, no tiene por qué resultar un estorbo para tu vida profesional, antes bien, puede ser la decisión que la catapulte: nada impulsa más que un compañero de riesgos. ¡Si ya están listos para esta aventura, Zankyou puede apoyarlos acercándolos a los mejores proveedores!
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