Si estás por casarte, sin importar si alguna vez pasaste por esa etapa en la que no hacemos más que pelear con nuestros hermanos, ya has madurado lo suficiente como para admitir que “sin ellos no serías nada”. Ellos son los amigos, los cómplices, los que te han enseñado que querer a alguien difícil es posible. Y mucho. Además, es posible que ellos busquen aparecer o que tú quieras que sean los protagonistas en alguno de estos 6 momentos protagónicos de tu boda:
En el altar
Y será la dama de honor. Aunque no ayude a organizar la boda, si son hermanas y especialmente si son solo las dos, ella va a querer vivir el momento en primera plana, estar muy cerca de ti. Si tú eres la reina del día, ella será la princesa de la corte de honor, la primera entre las demás damas. Eso de que todas estén uniformadas lo puedes seguir usando si quieres, pero se ha puesto en tendencia tener el mismo color con diferentes cortes y así ella puede quedar como la más linda de todas. Pero ni siquiera eso es importante, lo fundamental es que ella esté ahí en los momentos más importantes de tu boda.
Lecturas en la ceremonia
Si eres católica y escogiste los textos con el padre o si eres cristiana y tu hermano es pastor, o si escogiste a tu hermana para la lectura en tu ceremonia civil o simbólica, sabes que va a leer un texto que te va a tocar las fibras más profundas y hay dos motivos que lo sustentan: el primero es que te conoce y escogerá un texto que te llegue al alma y el segundo es que tú lo conoces y una mirada, un gesto, un cambio ligero en la voz, denotarán sus emociones mientras lee. Un momento así, con la conexión que hay entre ustedes, será inolvidable.
El momento del show
Casi siempre hay en la casa uno, o más de uno, que tiene el arte en la sangre. Y este es el caso en que no importa si no es tan bueno, porque tú vas a verlo con los ojos del corazón o escucharlo con los oídos de ese órgano invisible. Lo cierto es que su capacidad artística va a llegar a su máximo en tu gran día y después de esa canción, declamación, actuación o poesía que escribió para ti, todos van a llorar. ¿Y qué si a otros les parece cursi? Mejor que ni hubieran venido. Si lo fuera, ustedes sabrán reírse de eso después, cuando estén viendo las fotos de la boda.
Los regalos
Hay unos que tienen un don para este momento en específico que, regularmente, sucede en el shower. Debieron ser humoristas o presentadores, pero son tus hermanos. Además de resultar increíblemente divertidos, tienen ese don de saber disimular y pueden hacer ver un porta-retratos o una chupa como el más increíble de los regalos y ellos son los que hacen que un momento tan difícil de soportar como es ese de abrir los regalos, se haga un poco más llevadero.
Discursos
Una cosa es hacer una lectura y aferrarse a unas letras pre-escritas, cantar una canción o declarar un poema, pero los discursos son insuperables. La informalidad tiene lugar y los invitados se disponen para ese cóctel emocional que algunos hermanos tienen el don de mezclar con creatividad. Lo importante aquí es que tú sí vas a tener buen maquillaje, uno que resista el sudor y las lágrimas, que tienen tanto valor cuando son de felicidad.
El conductor de la novia
Es muy bueno si un ‘Don Alguien’ que tiene muy buena actitud y un bonito carro, resulta ser el encargado de llevar a la novia hasta la iglesia. Pero no hay nada mejor que saber que estás con una persona que se ganó tu confianza desde hace mucho tiempo y que de verdad te va a quitar los nervios en lo que dure el trayecto hasta el lugar del sí. No hay nada mejor que llegar a ese nuevo momento de familia con papá al lado y tu hermano llevándolos hasta el lugar, es decir, en familia. ¿Y por qué no?, ¡él mismo podría esperarlos a la salida de la iglesia!
Los hermanos son esa gente fundamental, los que no pueden faltar y no nos referimos a la asistencia sino a que tengan un momento fundamental en la boda. Si todavía no tienen ese lugar que se merecen, entonces vuelve a revisar esta lista y dales el lugar que se merecen. Al fin y al cabo, él es uno de los hombres que te roban el corazón y, si es ella, no puede haber alguien mejor para el papel de dama de honor.
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