La luna de miel es una de las grandes aventuras de la vida romántica para cualquier persona que ha dicho SÍ al amor. Es el punto final de la boda y el primer viaje como esposos, como marido y mujer. Todo ello implica que, además de descansar tras una larga temporada administrando planes, proveedores y emociones, la relación adquiere un matiz mucho más serio, pues ahora serán compañeros de vida.
Así que durante todo ese extenuante pero emocionante período de organización de la boda, no olvides dedicarle tiempo a tu luna de miel que, seguro, confirmará por enésima vez tu amor. Aquí 5 pasos sencillos para guiarte en cómo elegir tu destino. No dejes de leer ¿Qué debes empacar para tu luna de miel? Los SÍ y NO de una maleta perfecta.
1. Temporada o clima
De la temporada o el clima es muy importante (si no, lo más importante), pues de ello dependerá la elección del destino. Para asumir este paso, hay que tener en cuenta que la temporada alta de bodas en Colombia va desde julio hasta octubre, por lo que la mayoría de los novios programan su luna de miel en esas fechas, además de coincidir con las vacaciones. Ten presente que habrá un alto número de turistas, colas para visitar determinados lugares o comer y, sobre todo, los precios, como es habitual, se incrementarán.
No puedes dejar de lado que no todos los lugares del mundo comparten temporadas alta o baja, y que con la tendencia de elegir destino exóticos y diferentes a los comunes, deberás conocer la climatología, sus cambios y demás incidencias. Con antelación y un poco de investigación, no te será complicado organizarla.
2. Personalidad viajera
Viajar es una aventura apasionante, pero no todas las personas están preparadas para cualquier tipo de viaje. Si eres de las parejas que disfrutan de los aviones, las caminatas, los medios de transporte especiales, los idiomas y los ambientes diferentes, la recomendación es apartarse de las típicas lunas de miel que versan únicamente en la hamaca, la playa y el mar. Tal vez te interese conocer las Buddymoon: una luna de miel diferente con tus amigos.
Con esta personalidad aventurera el abanico de posibilidades se amplía para conocer parajes exóticos y vivir experiencias únicas en lugares desconocidos.
En contraste, si ese espíritu aventurero y ‘todoterreno’ no es lo tuyo, lo aconsejable es que elijas un destino que no suponga un shock excesivo. La experiencia puede ser increíble, pero averigua sobre la cultura, costumbres, estilos de vida y demás aspectos propios del destino, para que no los coja por sorpresa y corran el riesgo de vivir situaciones incómodas, sólo por desconocimiento. Otra opción es contratar un guía o un paquete turístico y que este se encargue de enseñarles el lugar.
3. Disponibilidad y tiempo
Los días disponibles para disfrutar de la luna de miel deben estar definidos y, con base en ello, diseñar el itinerario viaje u otro. Porque, con el mito de la luna de miel, muchas parejas intentan abarcar un sinfín de destinos, descuidando el viaje por completo, dejando algunos lugares sin apenas visitar, e incluso perdiendo alguna inversión en esos destinos, que por falta de tiempo (y organización) no pudieron conocer.
La clave es elegir menos destinos y contar con más tiempo para recorrerlos y disfrutarlos. O a lo mejor puedes considerar otra alternativa como la minimoon, una luna de miel exprés con muchos caprichos.
¿Qué hay que tener en cuenta entonces? El tiempo de los trayectos. Ya sabes que, cuando se requieren más de siete horas de vuelo, el destino trae consigo cambios horarios (el aburrido jet lag) que, además de sumarse a esto, reducen también los días. Incluye dentro de tu itinerario de viaje, estos tiempos perdidos y trayectos, y organiza tus días de luna de miel a partir de la llegada al destino. Te interesará conocer los mejores hoteles del mundo para lunas de miel.
Es común que parejas, sincronicen juntas el permiso de luna de miel en el trabajo con vacaciones y acaban acumulando hasta un mes para recorrer el mundo, con destinos tan lejanos como Nueva Zelanda, Vietnam, Botswana o Malasia en su itinerario. Con ese tiempo y un presupuesto holgado, el límite sólo lo marca la imaginación. Pero, si cuentas con 10 días o máximo 15 para la luna de miel, con dos o tres destinos sería suficiente. Visitar dos o tres destinos en Europa, es una alternativa ideal para realizar tu primer viaje como esposos.
4. Presupuesto
Destino elegido. ¿Qué sigue a continuación? Analizar si el destino para la luna de miel se ajusta al presupuesto. Hay infinidad de paquetes turísticos que combinan ciudades o países y quizá es una alternativa si tu presupuesto no es muy amplio. Así, muchas parejas pueden visitar ambientes contrastados como la cosmopolita Madrid y la isla de Mykonos, destinos que cumplen muchas necesidades y por qué no, deseos de los novios, en caso de querer vivir tu luna de miel en Europa con destinos que te enamorarán.
Pero si el dinero no es un problema, puedes incluso jugar con el globo terráqueo y elegir el destino al azar, o mejor con la ayuda de agencias de viaje, organizar una expedición a la carta, sin límites, con increíbles opciones y destinos insólitos. No cuentes con un presupuesto muy ajustado, deja algo para imprevistos que seguro surgen en el viaje, como problemas con el transporte, cambios de divisas, posibles accidentes y otros extras que no te esperas.
5. Peculiaridades
Cada país es un mundo aparte gracias a todas las maravillas que lo nutren y lo hacen especial. Y como te dijimos al comienzo del post, es muy importante conocer y repasar lo más importante del país o países destino de tu luna de miel, así como prepararse en lo relacionado con las vacunas. Para África o Asia, con países considerados exóticos, debes conocer el tipo de alimentación y la climatología, quizá dos de los principales aspectos a tener en cuenta.
En países como Jordania, Emiratos Árabes, Arabia Saudí o Kuwait, ahora en la lista top de destinos turísticos, el clima es caluroso todo el año. Otros como India y Nepal sufren del Monzón y es mejor visitarlos entre noviembre y marzo. Algunos de estos países incluyen en su cultura una gastronomía insólita para nuestra cultura, o alimentos que jamás imaginaríamos como parte de un menú. No está de más llevar un conocimiento previo para evitar sorpresas.
Un consejo práctico es llevar una agenda o cuaderno de viaje, donde puedas anotar datos importantes como medios de transporte, rutas y horarios, algunas frases o palabras en caso de no manejar el mismo idioma, lugares turísticos como museos, palacios, playas, etc. que no puedes dejar de visitar, y todo lo que creas necesario y que no puedes olvidar.
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