Siempre he creído que una boda debe reflejar por completo el estilo de los novios, su personalidad, sus gustos, su sello. De nada vale hacer algo para impresionar a los demás, cuando nuestra identidad no está en cada detalle, de nada vale seguir una tradición si a nosotros no nos gusta. Y es que para eso organizamos nuestra boda, invitamos a nuestros amigos y familiares, porque queremos hacerlos participes de nuestro gran momento. Además, también estoy convencida que la autenticidad es una característica que debe representar ese gran día y el matrimonio de Isabel y Camilo es la prueba de esto.
Una boda con estilo rockero, vintage y al mismo tiempo romántico, una celebración a plena luz del día unió sus vidas hasta que la muerte los separe y conociendo su historia te darás cuenta que cada detalle de este gran día los representó, su originalidad, naturalidad y amor se refleja en cada captura, en cada imagen tomada por el experto lente de Diana Zuleta, que no dejo escapar ningún detalle de esta espectacular boda. ¡Te encantará!
Una pedida de mano muy particular
Si ya les he dicho que esta pareja de novios no es común, con la forma en la que se comprometieron no te quedará la menor duda de que digo la verdad. Los dos, completamente enamorados, estaban planeando todo para vivir juntos y simplemente se les ocurrió, si vamos a vivir entonces ¿por qué no nos casamos? Y así fue, Camilo planeó un día llevar a Isabel al espectacular Museo El Castillo en Medellín y proponerle matrimonio, no hubo necesidad de un anillo de compromiso, pues ellos todo lo querían hacer a su estilo, por eso una corona de flores de Zwadsky fue el símbolo de la unión.
Una elección vintage para los novios
Has podido ver el traje de los novios. ¿Encantador, verdad? Pues ellos se pusieron en manos de Alado Diseño, quiénes supieron entender a la perfección el estilo vintage que cada uno quería para este gran día. El vestido de Isabel fue corto, a la rodilla y atrás un poco más largo. Si la ves, piensas en una bailarina de ballet, pues la falda estaba hecha de tul, mientras que la espada era descubierta y sobre el vestido llevaba un saco de encaje muy delicado con mangas tres cuartos. Los zapatos, de la reconocida marca Melissa fueron estilo bailarinas con cintas largas, todo el look era de color beige y dorado. Como complementos, la novia lucía unos aretes de oro con piedras amatista y su corona de compromiso, dorada también, con flores, canutillos y cintilla. El peinado fue pensado y elaborado por ella misma y consistía en el cabello suelto con ondas largas, el maquillaje estuvo a cargo de una de sus mejores amigas, Juliana Castro, que utilizó tonos suaves para que ella luciera dulce, vintage y romántica.
Por su parte, Camilo se veía muy atractivo. Su diseño también fue de Alado, camisa a cuadros manga larga, chaleco color crema, corbatín, pantalón formal y botas de Vélez color gris humo. Para los novios lo más importante era estar cómodos y claro que lo lograron, pero también se vieron espectaculares. Sin duda, uno era el complemento del otro.
¡Hagamos un picnic!
La ceremonia civil se llevó a cabo en el Museo del Castillo en Medellín, un lugar imponente, con paisajes mágicos y espectaculares que recibió a esta hermosa pareja. El ramo que llevaba Isabel camino al altar fue obra de Nutriva, pero ella misma lo diseñó basada en estilos vintage con rosas blancas, moradas y rosadas, este precioso bouquet era redondo en la base y con telas de cabulla y broche dorado. La decoración fue escogida por la novia y fue ejecutada por el Museo del Castillo, tanto para la ceremonia como para la celebración.
Todo el ambiente respiraba tranquilidad y felicidad. Después de la simbólica ceremonia que le robó unas lagrimas a más de un asistente, los novios no escogieron una recepción tradicional, por el contrario fue un desayuno tipo picnic, con jugos naturales, frutas, cupcakes, sanduches y como era de esperarse todo estaba delicioso. El estilo que le dieron a su celebración fue muy especial, pues no había mesas, excepto una para las personas mayores, todo estaba decorado con cuadros de heno, estivas y manteles con decoración de cuadros.
¡El momento más emocionante!
Como el evento fue de día y al aire libre, los novios no tuvieron un baile juntos o una hora loca. Por el contrario, todos sus familiares y amigos pudieron disfrutar de la música de la banda de rock que tiene Camilo, que además tocó en acústico una canción para su esposa y no fue cualquier canción pues fue una que él mismo le compuso, fue acompañado por su hermano y el percusionista del grupo. Sin duda para ella “el momento más especial fue cuando mi esposo empezó a cantar que me compuso y todos tenían frascos pequeños de jabón para hacer burbujas, se veía hermoso el ambiente”.
Ellos mismos crearon el concepto de su boda y llevaron a cabo cada uno de sus deseos para el día más importante de sus vidas. No hizo falta mucho más para que reinara el amor y la felicidad en esta celebración que tenía como objetivo ser la expresión del estilo de los novios y en la que en cada detalle se reflejó su forma de ver la vida, una forma mágica, romántica, soñadora y diferente. Y ¿a quién no le gustaría que su matrimonio fuera así? el fiel reflejo de sus sentimientos y pensamientos.
Si tuvieran alguna forma de definir en una frase su boda mágica para ellos esta sería perfecta: “desayuno de hadas en el jardín de un castillo”. ¡única y especial!
Ceremonia, recepción y catering: Museo El Castillo, Medellín | Vestido de los novios: Alado Diseño | Zapatos novia: Melissa | Zapatos novio: Vélez | Maquillaje: Juliana Castro| Joyas de la novia: Amarone| Corona de flóres: Zwadsky| Fotografía: D Zuleta Wedding Photography |
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