Hay una generación que hizo público su problema con las corbatas. No, no todos en esa generación estaban incómodos con las corbatas, hay algunos que las aman (tanto mujeres como hombres) y las asocian con la idea del porte y la elegancia. Pero desde los años 80, el divorcio entre la idea del hombre exitoso y la corbata, empezó a elaborarse y cada vez es más evidente. Hay algunos otros que simplemente no la soportamos y no entendemos por qué tenemos que tener el cuello amarrado y que no vamos a querer tenerlo así en el día del matrimonio o que no queremos tener esa imagen específica.
Pero no se trata de una pelea contra la corbata, de hecho un novio casual puede incluir una corbata ‘slim’ en su ‘outfit’. Se trata de la elaboración de la propia imagen, de lo que estamos expresando con nuestra apariencia en la boda. Se suele decir que la novia debe vestirse como más linda y cómoda se sienta, y cada vez esa premisa se hace más válida cuando hacemos referencia también a la vestimenta del novio: ‘la imagen en teoría debe reflejar lo que somos, lo que sentimos y lo que aspiramos ser’, afirma Daniel Lugó. Él es un diseñador que se ha especializado con su firma Lugó Lugó, en el área de los trajes para novios; ‘el vestuario no es solo un elemento estético sino también comunicativo y de expresión personal, es por esto que estamos convencidos de que la diferencia radica en el estilo de vida del novio y en las aspiraciones que se tienen en torno a los ámbitos personales, familiares y sociales’, explica refiriéndose a la diferencia entre los novios casuales y los formales.
Los novios casuales de la actualidad corresponden a personalidades muy definidas desde la infancia. Daniel afirma que estas vestimentas corresponde a filosofías y estilos de vida muy asumidos y que logran generar en las bodas detalles únicos y especiales; el hecho de haber comprometido su estilo de vida con cosmovisiones como ser skate, neo-hippie o bohemio, impregna de un algo especial las bodas, según este profesional del diseño.
Definir el estilo casual puede hacer referencia a un espectro muy amplio. Pero encajan en esta definición varios tipos de novios: el que usa un pantalón elegante, una chaqueta y una camisa pero sin corbata o con una que tiene lo que Daniel denomina ‘estampados gráficos vibrantes’; el que opta por un traje ajustado con una corbata slim; el que se atreve a usar accesorios denim y en ese mismo orden el que lleva sombreros en diferentes diseños, cargaderas, corbatines estampados y en general elementos de su estilo de vida cotidiano, aplican en esta categoría.
Stephanie Escalante es la wedding planner de Stephanie Escalante – Life Events y con base en su experiencia nos explica que: ‘esta tendencia, que hemos catalogado en su etiqueta como “Coctel Chic”, luce muy bien en bodas tipo vintage, soleadas o en un brunch’. Ella misma dirigió la boda que verás en las fotos a continuación, en ella puedes ver la consonancia de la vestimenta del novio con el de la novia y con el ambiente que escogieron para la celebración de su boda. Así que si no tenías mucha idea de lo que el estilo de la boda puede ser, pero ya escuchaste que tu novia quiere algo vintage; bueno, ahí ya tienes un buen indicio de cómo puede estar siendo tu presentación. También es usado el estilo formal muy regularmente en bodas en tierra caliente, conoce la boda de Juanita y Sebastián.
Siempre es importante tomar en cuenta que tu presentación debe ser sobresaliente y, aunque no lo quisieras, será la regla para los demás. Ellos ya están acogidos a la etiqueta que ustedes escogieron, así que debes tener el cuidado de portar tu aspecto casual con sobriedad, se entiende mejor en las palabras de Stephanie, quién nos regala este consejo: ‘Hay que tener mucho cuidado al momento de combinar todo, pues se puede caer en el error de quedar “disfrazado”, pero en conjunto al seleccionar de manera adecuada la pinta para el gran día, el novio y todos los invitados pueden hacer que se cree una fiesta y un ambiente muy cool’. Con ese ambiente y estos consejos, pueden tener una fiesta inolvidable, mira aquí cómo.
¿Qué va a pasar mañana cuando veas las fotos de tu matrimonio? ¿Vas a recordar este preciso momento de tu vida: cómo pensabas y cómo te sentías? ¿O vas a ver a un tipo disfrazado de algo que realmente no es pero que se atenía a unas reglas que ya estaban saliendo de circulación? Cuando hablamos de la novia solemos decir que se trata de su día, pero también se trata del día del novio. Es seguro que la mayoría de los hombres estarían dispuestos a ceder a los requerimientos de la novia, tanto si lo quisieran ver formal como si lo quisieran ver casual. Pero, ¿qué tal ver al novio en una expresión total de sí mismo en ese día? ¿Qué tal lograr una imagen en común sin algo uniformado? Vale la pena arriesgarse a vestirte como quien eres.
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