Jeffrey Hall, profesor de comunicaciones, investigó durante mucho tiempo los vínculos que existían entre el humor y la inteligencia. De esta manera, el investigador ha llegado a recopilar mucha información del amor y sobre todo de la importancia del humor en la seducción. El resultado no puede ser más claro: El humor y el amor son sin duda inherentes el uno con el otro.
Cuando el profesor Jeffrey Hall comenzó su estudio se encontró sin duda varios cuestionamientos e ideas preconcebidas en mente: ¿Se puede reír una mujer en medio de la cama? ¿Se considera el humor un signo de inteligencia? Pero a través de tres estudios, el investigador tenía material suficiente para comprobarlo.
Jeffrey Hall se dio cuenta de que cuando dos extraños se reúnen, el hombre trata de hacer bromas y sacar sonrisas sobre su interlocutor, donde posiblemente sea más probable que esa segunda persona sea seducida de manera obvia. Hasta ahora, nada muy sorprendente. Se crea una “conexión” innegable romántica cuando dos extraños se ríen juntos. Pero, ¿por qué? ¿crees que se deba a que el humor es una prueba de inteligencia y que las mujeres son seducidas por la materia gris del sexo masculino? No realmente.
En un artículo publicado en la revista “Evolutionary Psychology” (“Sexual Selection in Humor In Courteship: A Case for Warmth and Extroversion”), el investigador menciona tres estudios donde se comprueba una conexión entre el humor y la inteligencia, y por lo tanto, la conexión entre el amor y la inteligencia. Para ello, se buscó encontrar el vínculo entre los test de inteligencia de 300 desconocidos con su nivel de humor.
Las mujeres quedan encantadas rápidamente con un hombre que las hace reír por el simple hecho de que creen que una futura vida conyugal estará llena de risas y buenos momentos.
El estudio que más nos interesa es el tercero, con el fin de entender cómo el humor utilizado por un hombre puede ser disfrutado por una mujer cuando es seducida. Fueron analizadas 51 parejas de solteros desconocidos que se encontraron y conversaron durante 10 minutos antes de rellenar un cuestionario. El resultado: Ninguno de los dos sexos trata de ser más divertido que el otro, sin embargo, cuando un hombre trata de ser gracioso, las mujeres se ríen de sus chistes, y se produce un “interés romántico”. Lo que es sorprendente es que cuando se produce lo contrario, no se produce este interés. Por lo que, los hombres y las mujeres no gozan del mismo humor seductor.
Según las conclusiones del profesor, el humor es ser capaz de ser alegre y actuar con naturalidad para bromear con la gente. El humor, según el investigador, es utilizado por los hombres como una prueba donde ellos “están tratando de alentar a las mujeres a mostrar sus cartas” para ver si están interesados en ellos. Esta estrategia se aplica a veces conscientemente por los hombres. Finalmente, una de las conclusiones es: “La risa compartida de hecho puede ser un camino para una relación duradera.”
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