Son curiosos los trajes de novia comestibles que con el paso del tiempo diferentes chef expertos en cocina han tenido la inquietud en fabricarlos. Uno de ellos fue el elaborado por el chef Juan Manuel Barrieto para la pasada feria de Colombia Tex en la ciudad de Medellín. La propuesta empleaba 2.000 pétalos de flores de rosas deshidratados en azúcar para crear la falda del vestido de novia.
La parte superior del traje lo que se conoce como el soutien o el sostén está fabricado en tela de champaña. Para el calzado empleó un material muy suave y esponjoso como es la miga de pan imitando la forma de unos suecos pasados por 10 minutos de cocción en el microondas, lo que le daba mejor consistencia y forma y se completaba con adornos de bijouterie de caramelo.
Un hermoso aderezo conformado por aretes, gargantilla, anillos y pulsera elaborado en caramelo, ya que este se presta mucho para la creación de hilos de caramelo y con ellos se puede jugar con las formas.
En el pasado ya se han visto trajes de novia comestibles como fue el fabricado por la artista Lukka Sigurdardottir, con la gran diferencia de que este traje no se podía lucir en una boda ya que la falda del traje estaba hecha con trozos de torta y merengue. Esta propuesta estaba enfocada hacia lo que es combinar arte con gastronomía, mientras que la propuesta de Barrieto era combinar moda con culinaria, que además sí se podía lucir en una boda.
En otra oportunidad hubo un pastelero ucraniano, Velentyn Stefano, que se hizo famoso cuando diseñó un traje de novia conformado por 1.500 pequeños pastelitos de crema y caramelo y aunque resulto un traje pesado, su novia lo lució para su matrimonio.
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