Si naciste entre 1980 y 1995, la igualdad de género ha sido una realidad en tu vida. En la época de nuestros padres y abuelos, las tareas del hogar estaban inclinadas solamente hacia las mujeres, donde ellas eran las encargadas de criar los hijos y cumplir con las obligaciones hogareñas, mientras que el esposo iba a trabajar. Hoy en día esto ha cambiado y una de las razones por lo que casarse es mejor que estar solo, es porque en definitiva se puede contar con la ayuda de la otra persona, incluso en las pequeñas cosas de la vida cotidiana. Así que, sí en tu caso aún no se han divido las tareas, hoy vas a descubrir una buena razón para hacerlo: ¡Dividir el trabajo del hogar mejora también la química sexual con tu pareja!
Una reciente investigación llevada a cabo por la Universidad Cornell en los EE.UU demostró qué: La igualdad en la repartición de las tareas del hogar hace que la pareja tenga una mejor vida sexual. Las razones son variadas, una de ellas es que permite evitar discusiones innecesarias cómo: “Yo siempre lavo la ropa y tú nunca me ayudas”. El estudio determinó que en el 63% de los hogares analizados, las mujeres realizaban la mayoría de las tareas. Aún cuando ellas pasaban más tiempo en su trabajo y ganaban más dinero que sus maridos. Por no hablar también del estereotipo de que la mujer debe ser la “ama de casa”. Ya leíste los 8 consejos para un matrimonio feliz?
Los resultados del estudio son claros: Las parejas que se dividen por igual las tareas del hogar tienen un promedio de 6,8 relaciones sexuales al mes, en comparación con otras parejas que delegan todo para uno de los dos. Para estas, el promedio de encuentros íntimos se redujo a cinco por mes. En resumen, una vida equilibrada se traduce en una vida sexual exitosa, la cual es sana en toda pareja y la fortalece en todo sentido. Es hora comenzar a preguntarle a tu pareja si te ves igual de atractiva haciendo todas las tareas del hogar y decirle con cariño que no se trata solo de “ayudar”, sino de compartir tareas, pues la responsabilidad es mutua. Te puede interesar: Recomendaciones para la supervivencia matrimonial: claves para que ¡no dejes de amar!
Otro resultado interesante de este estudio es que las parejas que se dividen todas las tareas, como ir de compras, mantener ordenada la casa, hacer la limpieza, cocinar y lavar los platos, no sólo hacer el amor más a menudo, sino incluso con mayor libertad, ya que no están sujetos a los estereotipos de género y a los tabúes difíciles de erradicar. En las familias donde no hay etiquetas con “cosas de hombres” o “cosas de mujeres” viven ¡más relajadas y felices! Recuerda que también hay que salir de esos esquemas donde las mujeres somos las encargadas de la cocina y los hombres de reparar lo que se daña. Te recomendamos: ¡Nuestras diferencias nos complementan! La clave está en la comprensión.
Por último, este estudio ha puesto en relieve muchas diferencias que existen entre las parejas del siglo XXI y las del pasado y los factores que influyen en la vida sexual de hoy en día y los de hace 50 años. Antiguamente, el propósito de las personas era unirse para procrear y educar a los futuros hijos, mientras que hoy en día el matrimonio está enfocado en la búsqueda de felicidad, satisfacción personal y sexual. Antes las personas renunciaban a sus sueños por cumplir los de sus parejas. De ahí radica la importancia hoy día de compartir intereses, objetivos y responsabilidades, porque se da la importancia de la igualdad y una lucha conjunta, no individual. No dejes de leer: Las 10 cosas de la vida que deberías aprovechar al máximo.
Si quieres tener una convivencia equilibrada, comienza por dejar atrás los estereotipos y por dividir equitativamente con tu pareja las tareas. Nunca olvides las normas de amor para un matrimonio feliz y sobre todo disfruta con libertad tu vida íntima. Las parejas que tienen relaciones igualitarias son más felices y las parejas felices tienen más sexo.
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