“Nosotros nunca peleamos”, aunque algunos digan que esa frase es una realidad en su vida de pareja, lo que más seguramente puede significar es que van a tener una pelea de dimensiones históricas en cualquier momento. Si pasa no hay por qué preocuparse. La gente se ama, se pelea y no por eso dejaron de quererse. Es normal.
Luego de eso, viene uno de los mejores momentos que pueda tener una pareja: la reconciliación. Pero si dejaste que se te fueran algunas palabras, es posible que llegar a ese preciado momento sea un poco más demorado y esas cosas que no debiste decir, de hecho, pueden llevar a discusiones posteriores. Así que, como sabemos que es posible que peleen, si llega a pasar, te recomendamos que no se te ocurra mencionar estas 9 frases:
1. “¡Lo que tú tienes que hacer es…!”
Ya casi puedes escuchar el dicho popular y con ese ‘tonito’ con el que suelen expresarlo: “¿Tengo? ¡Yo lo único que tengo que hacer es morirme!”. Si te respondieran eso en una discusión podrías atravesar por un ataque de risa y no quieres eso. Pero la otra persona tampoco quiere que le digas cómo es que se supone que debería hacer las cosas, menos cuando los ánimos están exaltados. ¿Piensas que debería pedirte perdón? Señala la herida causada. ¿Piensas que debería cambiar una conducta? Muestra los efectos negativos en tu vida. Pero no dispares el juicio y la orden. Y piénsalo bien, es posible que quién tendría que hacer algo, seas tú.
2. “Es que tú no me entiendes”
“Y de hecho no tiene sentido que discutamos porque nunca vas a entender”, ¿sí? Bueno, ese es más o menos el mensaje. Llevan meses o años juntos. Se ha sentado a escuchar tus historias, es posible que haya llorado o reído contigo cuando le has contado esas cosas íntimas que nadie más conoce y resulta que, de un momento a otro, él no tiene ni la más mínima idea acerca de ti. ¡Cuidado!, ¿es posible que ese “no me entiendes” quiera decir: “sí, me entendiste, pero mis emociones me llevan a querer seguir peleando”? Antes de decirlo, piensa en explicar la idea nuevamente y si ves que verdaderamente la tiene, no pronuncies esa frase.
3. “Puedes hacer lo que quieras”
Estás diciendo que algo está mal y que te está afectando, que esperas que sea cambiado y aunque no han podido llegar a un acuerdo es precisamente eso lo que están buscando. De repente, das por terminada la discusión: “No me importa lo que hagas ni lo que pase, haz lo que quieras”. ¿Y entonces para qué era que estaban hablando? ¿No se supone que están los dos juntos en eso de sacar adelante la relación? No uses esta forma de decir que no te importa, cuando en realidad te importa, porque si lo haces, seguro la discusión se va a repetir.
4. “Y tú sabes que es así”
No te ubiques en ese punto de infalibilidad. Cuando estás allá es imposible alcanzarte y de hecho, es tonto intentar conversar. El orgullo no es un buen consejero, así que es mejor de darse la oportunidad de pensar las cosas nuevamente, antes de que menciones esa frase. Y si sabes que tienes la razón, por favor, intenta tener un poquito más de asertividad, seguro hay otra forma de hacerle notar que está elaborando mal las ideas acerca de la situación.
5. “¿Sabes qué? Deja así”
Esta frase bien puede significar: “tú no eres capaz de salir de esta discusión, yo arreglo internamente, no te preocupes”, y no. Se supone que los dos están en la historia, que los dos han construido y los dos se están viendo afectados por el tema acerca del cuál no llegan a un acuerdo. La persona que tienes al lado no solo puede, sino que además debe hacer parte de la solución del problema. ¿O es que acaso quieres dejar así porque te diste cuenta de que el error fue tuyo? La humildad siempre es una respuesta más sabia, no sabes cuántos embrollos se solucionan con un: “fue mi error”.
6. “¿Por qué eres así…?”
¿De linda(o)? ¿De inteligente? Si no es para eso, es mejor que no uses esa frase. Lo que quieres decir, realmente, es que ¿hay algo que no funciona en lo que esa persona es? Si ves que es así, entonces, ¿para qué discutir? Si es eso que tú dices: no va a cambiar. No apuntes a definir a la persona y menos por el lado negativo. Tú sabes que es mucho más de lo que quisiste decir. Ese verbo puede construir o destruir y es mejor dejarlo para la primera, ¿no?
7. “Te lo dije”
“¿En serio? Era eso precisamente lo que estaba esperando escuchar”. Sí, ya sabes: nadie, jamás. El error ya estuvo, la persona sabe que se equivocó y ahora tú vienes y le restriegas el error en la cara con tu magnífica sabiduría. No es una escena bonita, ¿no? Créelo, ya sabe que se lo habías dicho. No importa que emoción lleves por dentro, si ya está saboreando la derrota, dale tu compañía y tu silencio, vas a ver los buenos frutos que va a dar.
8. “Te comportas como…”
¿Como tu papá del que tan malas referencias le has dado? ¿Como el hermano del que le contaste que era grosero? o peor, ¿como tu ex?. La persona a la que menos le interesa saber cómo se comportaba tu anterior pareja, es tu actual pareja; el dicho es verdad: las comparaciones son odiosas. De pronto, esa persona resulta ya no ser la persona más especial del mundo y ahora se parece a alguien que hasta le cae mal a tu pareja por todo lo que le has contado. Y si en verdad se te hace parecido, las preguntas en ese caso van para ti: ¿por qué estás viendo eso en la persona que tienes al lado? Hay que advertir que la respuesta puede hablarte más de ti que del otro.
9. “Cállate”
No y no. Nunca. Jamás. ¿Conoces una palabra más violenta? Puedes decirle que conversen después, salir del lugar y tomar aire o hacerle entender que realmente está exaltando tus ánimos y ojalá en el tono más calmado posible. Seguro que si, al pronunciar esta palabra, recibes un silencio, no va a ser el que querías. Tal vez hasta se acompañe de una ausencia… pero lo más seguro es que lo que recibas de esa palabra sea alguna respuesta igual de violenta. Esa palabra: no, no, no.
La lengua es una parte muy pequeña del cuerpo, pero puede lograr grandes cosas. Una sola palabra puede ser como la chispa que produzca un incendio difícil de apagar. El silencio, además, es muy buen aliado. Recuerda no levantar la voz y cuando estés hablando en ese tono con alguien, entonces trae a tu memoria la idea de que se han alejado y por eso tuvieron la necesidad de subir el volumen. Pero seguro puedes evitar llegar hasta ese punto manteniendo la calma.
Siempre que la pelea haya sido fuerte, estará bien recordar por qué fue que te enamoraste de esa persona, eso les ayudará a superar el conflicto. Es posible que lo de ustedes sea un amor eterno y pronto podrían estar buscando los mejores proveedores para la boda.
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