Siempre he creído que hay algo mejor que leer historias y es escribirlas, con nuestro propio estilo y sello personal y, sin dudarlo, una boda es la ocasión perfecta para escribir, en un libro blanco y abierto, que en el futuro albergará uno de los mejores momentos de nuestra vida. Esto sucedió con Carolina y Pedro; escribieron su propia historia de amor y lo que comenzó como una amistad en la universidad, terminó siendo un día inolvidable y la promesa de ¡juntos para siempre!
¿Te quieres casar conmigo?
Carolina no se lo esperaba, mucho menos un día en el que iban a celebrar la fiesta de cumpleaños de una de sus amigas en Panamá. Los nervios, junto al calor, no fueron los mejores cómplices de Pedro, que preparó todo para que ese momento fuera único, especial, el momento en el que tomaría la decisión más importante de su vida.
Un día de compras y almuerzo con amigos, luego, al llegar de vuelta al hotel donde se hospedaban, Carolina no notó algo inusual, aparte de lo nervioso que se veía su futuro esposo. Cuando llegaron a su habitación, las puertas del balcón estaban abiertas, y ni el champagne o las fresas con chocolate la alertaron, pensó que sería un detalle más.
Uno, dos y tres, Pedro respiró profundamente, se puso de rodillas y sorprendió a su novia, ¿Te quieres casar conmigo? Aunque fue inesperado, Carolina contestó emocionada ¡sí, acepto! y allí comenzó el camino hacia el altar, el camino hacia el día más importante de su vida.
¡Para bailar toda la noche!
Todas las mujeres soñamos con llegar al altar vestidas como ninguna otra novia, con detalles que nos hagan ver espectaculares, inolvidables y sobre todo que nos hagan sentir cómodas, ¡todo en una sola prenda! El vestido de Carolina fue su sueño hecho realidad. De la marca J. Del Olmo, con una falda de flores de tul, a la que añadió un toque especial con unos cristales de Swarovski y un cinturón delicado que la hizo brillar durante este día especial.
Además de estar perfecta para la ceremonia, Carolina quería bailar toda la noche, estar cómoda sin dejar de lado la elegancia. Su vestido, completamente blanco, tenía un corte en A tipo ball gown de un solo hombro, para poder disfrutar de la fiesta y bailar sin parar.
Por su parte, Pedro eligió un traje Hugo Boss, pero con detalles propios como un corbatín vino tinto y medias de colores, un estilo muy particular.
Something new, something borrowed, something blue
Como reza la tradición, el día de la boda las novias deben llevar algo azul, algo usado y algo nuevo. Los aretes que llevó Carolina en su día especial eran azules, fueron diseñados especialmente para ella, con lo cuál se cumple que debía llevar algo nuevo, pero prestados por su madrina de bodas ¡todo en un solo objeto!
Las argollas de matrimonio escogidas por Carolina y Pedro fueron diseñadas en la tienda Mozt Joyería en el centro comercial el Retiro de Bogotá. La de él es de oro amarillo y sencilla, mientras que la de ella tiene diamantes blancos y rosados intercalados, además está marcada con la fecha del matrimonio, 3 de octubre de 2015, y tienen inscrita la palabra Always, como su amor, para siempre.
Los zapatos y las baletas escogidas por Carolina eran marca Jessica Simpson y los de Pedro, Carmen Steffens. El ramo que llevaría Carolina fue cuidadosamente seleccionado, cartuchos morados con una delicada cinta blanca, que junto al resto de la decoración de su boda fue organizado por la floristería Lotié.
John Navas, de la peluquería John Navas Studio, fue el encargado del maquillaje y el peinado de Carolina, así como el de su mamá y de las damas de honor.
¡Llegó el día soñado!
La ceremonia que unió para siempre a Carolina y Pedro se llevó a cabo en la Catedral Castrense Jesucristo Redentor en Bogotá y la fiesta fue en el Club de Oficiales de la Fuerza Aérea. Todos los momentos mágicos de la feliz pareja fueron captados, uno a uno, por el lente de los profesionales en fotografía Artevisión.
Fue una ceremonia inolvidable, al igual que la decoración de la iglesia, que consistió en un camino de tul entre las bancas. Bolas de gipsofilias en el altar complementaban con sobriedad el espacio donde dieron el sí definitivo, después de este momento tan emotivo, todo estaba preparado para la gran noche que esperaba a Carolina y Pedro, ahora ¡marido y mujer!
¡Todos a bailar!
En la recepción todo era perfecto, el equipo de Lotié se encargó de que el lugar luciera como lo habían imaginado. Desde la entrada, una barra con mojitos esperaba a los asistentes que poco a poco iban llegando, al sitio donde la magia de ese día continuaría, además estaba decorada con fotos de los novios y un letrero con la palabra que los identifica: always.
Las escaleras de entrada al salón estaban decoradas con floreros llenos de agua con velas, claveles y flores de papel. Luego, al entrar al salón las flores moradas y las gipsofilias, se robaron el show en una decoración delicada y elegante.
Las mesas estaban marcadas con el nombre de estaciones del metro de Londres, representativas para los novios, además de un detalle especial para cada invitado, un mensaje escrito a mano por los protagonistas de la noche. Y la fiesta comenzó a ritmo de la canción Eres, de Gusi, y estuvo animada por el DJ Nicolás Rojas, que fue todo un éxito, pues nadie paro de bailar durante toda la noche y claro ¡esa era la idea!
Así fue como Pedro y Carolina escribieron su propio cuento de amor, que comenzó como una amistad y que ahora los llevará a vivir muchos momentos juntos, aunque para ellos sin duda alguna este fue “el mejor día de toda la historia”, una historia que apenas comienza a escribirse.
Recepción y catering: Club de Oficiales de la Fuerza Aérea| Vestido de Novia: J. del Olmo| Traje de novio: Hugo Boss | Zapatos novia: Jessica Simpson| Zapatos Novio: Carmen Steffens| Decoración y flores: Lotié | Peluquería y maquillaje: John Navas Studio | Fotografía: Artevisión|
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