Después de la gran noticia a familiares, amigos y conocidos, la boda empieza su cuenta atrás. Es en este momento cuando debe elaborarse un presupuesto general para afrontar la organización del gran día, que te va a ocupar alrededor de un año. Y, para ello, ten en cuenta que el presupuesto de una boda se moverá entre los 40 y 60 millones de pesos. Por tanto, no te engañes y contrata los servicios que puedas asumir. A partir de aquí, comienza la planificación y la determinación del presupuesto, dividido en cinco pasos.
- Definir el número de invitados
- Elección del vestuario
- Pensar en los proveedores clave
- Dejar una parte para extras e imprevistos
- Incluir la luna de miel
1. Definir el número de invitados
Es clave para empezar a organizar cada una de las actividades y escenarios del gran día. De los invitados dependerá el lugar o la recepción escogida y, por supuesto, la elección de los catering y el menú que deberán cumplan con las condiciones de calidad y precio. ¿Cuánto cuesta casarse? La guía al matrimonio perfecto.
Asistentes: dependiendo del presupuesto con el que cuentas, definirás cuántas personas quieren que te acompañen, teniendo como fijos a familiares y amigos íntimos. Pero eso depende ti y del estilo de boda que quieras realizar, si algo más íntimo o por el contrario, un evento más explosivo y con gran afluencia de personas. Te interesará sobre este punto leer ¿Bodas numerosas o íntimas? ¿Cuál escoges tú?.
Menú: generalmente supone la mitad del presupuesto destinado a las bodas, y para ello, es importante saber que la media del plato se sitúa a partir de los $80.000 por persona. A partir de ahí, cada pareja decide si mantenerse en ese precio, reducirlo o superarlo.
Transporte: el número de invitados también condiciona los medios de transporte. Muchas bodas incluyen el servicio de vehículos para transportar a grandes grupos, con todo el gasto que ello supone. También debes tenerlo en cuenta.
2. Elección del vestuario
Las diferencias entre el vestido de novia y el traje de novio son notables. En primer lugar, en el precio, pues las novias gastan una media de $7.000.000 por su vestido de bodas, mientras que ellos se quedan con una media de $1.500.000. La diferencia aquí radica en que el vestido de la novia siempre ha tenido una mayor importancia debido a que la elaboración del mismo está sujeta a muchos aspectos, como el material, los tejidos, la pedrería e infinidad de detalles que lo hacen especial y único, perfecto para dar el SÍ.
Así mismo, los establecimientos dedicados a vender vestidos son mucho más especializados, con la firma y el atelier como principales referencias. En el caso de los novios, los trajes de novio (chaqué, smoking o frac) pueden comprarse o alquilarse, pero su consecución es más sencilla y no necesita tanto tiempo de antelación. El precio también cambia con este tipo de asuntos.
3. Pensar en los proveedores clave
En una boda participan un sinfín de proveedores. Algunos resultan indispensables, pero otros tienen la misma importancia y, en muchas ocasiones pasan desapercibidos. Así que debes prestarle atención.
Wedding planner: es vital para el desarrollo de un evento de estas características. Como organizadores, decoradores y asesores profesionales, su participación y asesoría agiliza el trabajo a los novios y aumenta la calidad del trabajo encargado a medida que vaya realizando sus tareas. De este experto y su experiencia en la organización de bodas depende también la iluminación, el menaje, el seating plan, las flores y demás, pero también existen proveedores que, con su ayuda, pueden cubrir todas estas necesidades.
Fotografía y vídeo: otros de los grandes protagonistas de este gran día, los encargados de captar los mejores momentos de tu gran día y que se convertirán en recuerdos para los años venideros. Por ello, un 10% del presupuesto total debería ir destinado a estos profesionales, cuyo trabajo artístico cada vez está más valorado en el mundo nupcial. Te puede interesar aquellas cosas que los novios no suelen incluir en su presupuesto de boda.
4. Dejar una parte para extras e imprevistos
Es importante que el presupuesto general de tu boda destine un porcentaje para esas sorpresas o gastos repentinos con los que no contabas. Los extras no siempre vienen incluidos en los precios finales y es una buena idea hablar con los proveedores para concretar paquetes de servicio integrales. Puede parecer algo costoso en principio, pero al momento de una situación imprevista, agradecerás contar con este tipo de servicios.
La barra libre es uno de los ejemplos más claros. A veces es gratuita por contratar los servicios del espacio, o a veces un extra con el que no contábamos. El DJ, el grupo musical y la música también deben considerarse, por lo que deberás tú y tu pareja, analizar con lupa las diferentes opciones que ofrece la recepción, la escenografía, luces y demás temas logísticos para el espectáculo que amenizará tu día.
Existen también otros servicios especiales que se han empezado a incluir durante los últimos años. Hablamos de los food trucks con gastronomía especial, los photocall, los fuegos artificiales y las diferentes innovaciones que en materia de entretenimiento y diversión se vienen incorporando en el mundo nupcial.
Una recomendación que desde Zankyou te hacemos, es que evites posibles ahogos el día de tu boda, contando con un presupuesto holgado, eso, manejando cada rubro con consideración, y sin excesos. Reúnete con tu novio y analiza en pareja la importancia de contar con un wedding planner financiero que les aconseje para que boda y dinero no se peleen.
5. Incluir la luna de miel
La luna de miel también debería incluirse en el presupuesto general de la boda. Evidentemente, el precio varía dependiendo del destino escogido. En este sentido, tienes que tener en cuenta si viajas en temporada alta o baja, la demanda del lugar que deseas, los descuentos que incluyen los paquetes de viajes, así como si cuentan con actividades extras como tours, actividades deportivas, culturales o gastronómicas.
Las agencias de viajes especializadas en lunas de miel suelen hacer un seguimiento total del viaje durante todo el proceso de planificación, pero todo ello también se paga. Sin embargo, este rubro es importante pues el viaje tiene que ser seguro y, sobre todo, debe garantizar diversión al máximo. ¡Es único en tu vida!
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En conclusión, deberás asignar a cada rubro la importancia y prioridad necesarias, clasifícalos en imprescindible, importante y secundario. Decide con tu pareja aquellos aspectos que consideren más importantes para ustedes, a qué destinarán la mayor parte del presupuesto y cuáles son aquellas cosas a las que deberán renunciar, si se da el caso. Recuerda los elementos básicos que debes tener en cuenta para que la organización de tu boda sea exitosa.
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