Después de tantos meses de planificación y organización de tu gran día, empezar a caminar por el pasillo que te conduce a encontrarte con el que será tu esposo, te hace sentir nerviosa y bastante pensativa, tanto que tu mente comienza a trabajar a millón y a generar una serie de pensamientos que no podrás controlar.
Seguramente puedes llegar a tener alguno o la gran mayoría de estos 10 pensamientos que toda novia tiene antes de llegar al altar.
1. “No puedo llorar, el maquillaje se me va a dañar.”
Esto lo pensamos todas cuando se nos presentan situaciones altamente emocionales, intentamos retener las lágrimas evitando que nos puedan ocasionar algún mágico evento en este caso, ese magnífico momento de llegada al altar. Porque como toda mujer, “antes muerta, que sencilla”. Así que si las lágrimas quieren aparecer, lo contrarrestamos con el “se me va a correr la pestañina” e intentamos no llorar. ¿O acaso no lo has pensado?
2. “No importa, esto es increíble. ¡Deja que fluyan las lágrimas!”
Contrario a lo anterior, te dejas llevar por las emociones. Cuando empiezas a caminar hacia el altar y te ves rodeada de tantas personas queridas, de una decoración increíble y que al final te espera el amor de tu vida, comienzas a darte cuenta que se ha materializado todo lo soñado y eso inevitablemente hace que la emoción te encoja el corazón y las lágrimas quieran fluir y es ahí cuando no te importa nada y dejas que tus sentimientos fluyan. Eso sí, antes te has asegurado que tu maquillador te haya colocado un maquillaje a prueba de todo.
3. “Este vestido es increíblemente hermoso/incómodo/apretado”
El vestido de novia siempre se lleva alguno que otro pensamiento, tanto como si te sientes tan cómoda con él, que te da la seguridad necesaria para caminar al altar como si nada, o como si lo notas un poco apretado y tienes unas ganas inmensas de quitártelo. Lo importante es que te sientas a gusto con el vestido elegido para que simplemente sientas que ese día es el más hermoso para ti. ¡Recuerda que eso se verá reflejado en tu cara!
4. “¿Si me veré bien?”
¿Y cuándo no pensamos esto? Nuestra boda no será la excepción y desde que nos miramos al espejo con el vestido de novia, nos asalta una duda perpetua ¿Si nos veremos bien? Es inevitable no pensar si estamos luciendo realmente hermosa con el vestido de novia. Pero ten presente que has organizado y planeado cada detalle con mucho amor y cariño y no tendría porque salir mal. Eres la protagonista, siéntete radiante y feliz.
5. “¿Será que él/ella piensa que me veo bien? ¡Espero que sí!
Aparte de pensar en que si te verás bien, te preocupa también como te verán los demás, eres el centro de atención y todas las miradas estarán puestas en ti. Así que es, más que normal que nuestra mente comience a maquinar con todo lo que pueda estar pensando cada uno de los invitados. Recuerda que te acompañan personas que disfrutan de tu felicidad y que quieren compartir contigo ese momento tan importante en tu vida, ¡Te verán hermosa y fantástica seguro!
6. “Espero que el anillo me encaje perfectamente”
En esos momentos en que la felicidad te embarga, en que el corazón no deja de latir y que tu cabeza va a millón, te entra la duda si el anillo que previamente se midieron puede quedarte grande. Quién sabe por qué viene eso a la mente pero acordarte de los anillos, te recordará si encajará en tu dedo a la perfección. ¡No te preocupes! Te has medido más de un vez las argollas y tu dedo lucirá increíble con ellas.
7. “Me voy a casar con la persona más maravillosa del mundo”
Entrando al altar todo lo ves mágico y te encuentras en una burbuja de amor indescriptible. ¡No lo vayas a negar! Se te nubla la mente y sólo ves a la persona que te está esperándote al final del camino y no puedes dejar de sentir que es la más maravillosa de este mundo y por qué negarlo, para ti lo es y punto.
8. “Estoy tan enamorada”
La cursilería estará si o sí en este momento. Es el momento cumbre del romanticismo, te encontrarás y sellarás tu amor con la persona que amas y no podrás dejar de pensar que estás muy enamorada. Volverás a sentir cosquillas en el estómago, hormigueo por todo el cuerpo, se te pondrán los pelos de puntas y volverás a recordar lo que una vez sentiste por él. ¡Estás enamoradísima!
9. “¿Por qué mi prima/tía/amiga de la universidad lleva ese vestido?”
Mientras vas entrando, ves a muchas personas a tu alrededor, se te pasa por el camino primos, tíos, amigos y de pronto ves que tu prima/amiga lleva un vestido que nada tiene que ver con la etiqueta de la boda y no puedes dejar de pensar qué hace esa persona con ese vestido. ¡Es inevitable! Lo sabemos.
10. “Dios mío, me voy a casar. Llegó el gran día”
Quizás es uno de los primeros pensamientos o de los últimos, ya que te parece increíble que haya llegado tan rápido el día de tu boda, después de tantos meses organizándola. ver que todo está cogiendo forma y que comienzas a caminar rumbo al altar te hace pensar que el tiempo se fue volando. ¡Disfruta que serán pocas horas!
En realidad se nos pueden atravesar mil y un pensamientos. Es uno de los días más importante de la vida de una pareja y qué mejor que disfrutarlo y dejarse llevar por los sentimientos y todas las emociones que te embarguen. ¡Qué mejor que ser tu misma!
Quizás tu madre te haya dicho estas 35 cosas que toda mamá debe decirle a su hija antes de casarse, puedes también leer estas 20 lecciones que debes saber de tu boda y saber también que te encontrarás con estos 10 momentos emotivos el día de tu boda.
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